Los "Acuerdos de Ginebra":
fragmentar al pueblo palestino para reducirlo
Joseph Massad*
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 29 de diciembre de 2003
'Al-Ahram Weekly', 25 a 31 de diciembre, 2003, núm. 670
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb
"Abed
Rabbo y sus colegas pueden haber aceptado la victoria del sionismo
pero el pueblo palestino no se va a ninguna parte. Sigue resistiendo
y seguirá resistiendo a todos los intentos de liquidar
su existencia nacional y sus vidas en nombre de 'pacíficas'
soluciones. El Sr. Abed Rabbo y sus colegas de la AP pueden hacer
lo que quieran con Ariel Sharon o con Yosi Beilin. Sin embargo,
el pueblo palestino no puede suprimirse a golpe de bolígrafo"
Uno de los cambios más
importantes producidos por el proceso de Oslo fue la transformación
de facto, la corrupción definitiva de hecho de
la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP) desde un movimiento de liberación, que representaba
a todo el pueblo palestino en su conjunto, a un régimen
vasallo llamado Autoridad Palestina (AP), que representa únicamente
a un tercio de la población palestina. Lo que resulta
bastante insidioso en este proceso es cómo la AP, consciente
de tal transformación, sigue hablando del "pueblo
palestino", que ha sido reducido mediante los Acuerdos de
Oslo a los palestinos de Cisjordania y Gaza, a los que ahora
representa.
Los palestinos de la diáspora
son referidos simplemente, de acuerdo con el lenguaje estadounidense
e israelí, como refugiados, mientras que los palestinos
israelíes son denominados, según manda el dictado
de Israel, como "árabes israelíes". Con
ello, no solo se ha reducido sustancialmente el estatuto de la
dirección palestina y su representatividad sobre el conjunto
del pueblo palestino (alcanzada en los foros internacionales
en 1974 tras una ardua lucha[1]) sino que el pueblo palestino
ha quedado disminuido demográficamente por la apropiación
de la AP de la designación "pueblo palestino"
referida a un mero tercio de los palestinos.
Ello ha tenido un efecto inmensamente
nocivo para aquellos palestinos que han sido excluidos de la
designación de "pueblo palestino", ya que según
los "Acuerdos de Ginebra" [2] todas sus reivindicaciones
son nulas e inválidas después de que Abed Rabbo
firmara el acuerdo en nombre de la OLP (y no de la AP), arguyendo
que representa al pueblo palestino en su conjunto. Los "Acuerdos
de Ginebra" son explícitos en esta cuestión:
"Ninguna otra reclamación relacionada con acontecimientos
anteriores a este Acuerdo podrá ser presentada por ninguna
parte".
Esta disminución demográfica
del pueblo palestino se ha aplicado mediante una importante trampa:
mientras que la AP no luchará ya por los derechos de la
diáspora palestina ni por los palestinos de Israel, puede,
reclamando su antiguo estatuto temporal como OLP, comprometer
y rendir todos sus derechos con el fin de ganar algunos derechos
para la porción de palestinos que ahora afirma es
"el pueblo palestino". Así, para obtener un
grado de independencia de la ocupación israelí
para los palestinos de Cisjordania y Gaza, la AP reconoce el
derecho de Israel a ser un Estado judío racista -que tiene
derecho a discriminar a los palestinos israelíes- y que
renuncia a los derechos internacionalmente reconocidos de la
diáspora palestina al retorno y a la compensación.
Esa ha sido la lógica
de Oslo y es también la que gobierna los "Acuerdos
de Ginebra". Es por ello esencial destacar que los "Acuerdos
de Ginebra" han sido firmado por palestinos que ni siquiera
fueron elegidos por los palestinos de Cisjordania y Gaza, mucho
menos por el conjunto del pueblo palestino a cuyos derechos se
ha renunciado.
Sionismo,
Israel y "representatividad judía"
En el lado israelí se
revela un proceso paralelo. Aunque Israel no tiene legitimidad
y no es reconocido por ninguna institución internacional
como representante del pueblo judío del mundo sino
solo como el Estado de la población de Israel que son
ciudadanos de dicho Estado, la OLP y la AP, en contra de la opinión
mundial -incluida la de Naciones Unidas (NNUU) y la de EEUU-
han reconocido la jurisdicción de Israel sobre toda la
población mundial judía. Así, no son los
derechos de la población de Israel los que se reconocen
en el Documento de Ginebra, sino el de todo "el pueblo judío"
tout court. En los "Acuerdos de Ginebra", los
firmantes afirman que "este acuerdo marca el reconocimiento
del derecho del pueblo judío a tener un Estado".
Mientras que el estatuto internacionalmente
reconocido de la OLP como representante del pueblo palestino
ha quedado reducido a un tercio [del pueblo palestino] desde
Oslo y más recientemente por los "Acuerdos de Ginebra",
el estatuto de representatividad del gobierno de Israel se ha
triplicado al haber reconocido la AP y sus representantes informales
como legítimas las reivindicaciones israelíes sobre
todos los judíos del mundo. Por ello, lo que ha hecho
posible esta fórmula "de paz" ha sido la reducción
del pueblo palestino y la multiplicación de los judíos
israelíes. Ello se ha hecho a pesar de que la mayoría
de los judíos que viven fuera de Israel no son ciudadanos
israelíes ni tienen ninguna institución que les
represente ni dote al Estado de Israel con poderes de representación
en su nombre.
El antisemitismo
de Israel
En este sentido, los "Acuerdos
de Ginebra" hablan de cómo "[re]conociendo que
tras años de vivir bajo el temor y la inseguridad mutua,
ambos pueblos necesitan entrar en una era de paz, seguridad y
estabilidad, imponiendo todas las acciones necesarias por las
partes para garantizar la realización de esa era".
Los "dos pueblos" de los que se habla no son el pueblo
israelí y el pueblo palestino, sino el conjunto de los
judíos del mundo y los palestinos de Cisjordania y Gaza.
¿Quiere esto decir que no ha sido el pueblo palestino
en su conjunto el que ha estado de hecho luchando contra un movimiento
colonial en su tierra sino que han sido los palestinos de Cisjordania
y Gaza quienes han combatido a los judíos del mundo entero?,
¿no es esto lo que el sionismo ha pretendido siempre con
el fin de justificar su política colonial y de representarse
a si mismo como víctima del antisemitismo?; ¿cuándo
ha elegido el pueblo palestino a todos los judíos del
mundo como sus enemigos?, ¿no son el sionismo e Israel
quienes han insistido siempre en que es "el pueblo judío"
quien reivindica el derecho a colonizar Palestina y a su pueblo
en tanto que la OLP ha rechazado siempre las pretensiones de
Israel de hablar en nombre de todos los judíos?, ¿no
han declarado siempre tanto la OLP, como la intelligentsia
palestina, como los grupos revolucionarios palestinos que su
enemistad es contra el sionismo y no contra el pueblo judío?
Solo aceptando las pretensiones del sionismo de que Israel es
el representante de todos los judíos, la lucha anticolonial
palestina comienza a identificarse gracias a Yaser Abed Rabbo
como una guerra con "el pueblo judío". A diferencia
de Abed Rabbo, la mayoría de los palestinos han entendido
siempre la naturaleza antisemita de Israel, sus persistentes
intentos de reclamar antisemitamente que todos los judíos
tienen "la misma" opinión del sionismo, que
todos lo apoyan, que les representa a todos ellos, y que cualquier
ataque o crítica hacia él [sionismo] es antisemita
ya que Israel es el pueblo judío [3].
Tales reclamaciones antisemitas
que se extienden a los judíos del mundo en tanto que grupo
cohesionado con una agenda internacional al estilo de Los
Protocolos de los Sabios de Sión [4], produciría
un gran escándalo si sus autores no fueran ni el sionismo
ni el Estado de Israel. De hecho, la pretensión promovida
por Israel y por sus apologistas de que criticar a Israel es
antisemita, constituye la afirmación más
antisemita de todas, al convertir a todos los judíos del
mundo en representados de este único Estado y al pretender
que todos ellos aprueban sus atrocidades y crímenes contra
la humanidad. Que la AP y Abed Rabbo hayan aceptado esta "lógica
de paz" como la denominan en su documento [de Ginebra],
habla del éxito que Israel ha tenido en impartir su versión
sobre el antisemitismo a la corrupta dirección palestina.
La dirección
palestina contra el pueblo palestino
Por lo que respecta a los dos
tercios del pueblo palestino que ha sido eliminado por el proceso
de Oslo, los palestinos israelíes, por su parte, comprenden
bien la lógica de Oslo y han estado luchando contra el
racismo de Estado de Israel independientemente de la OLP y de
la AP, y sin comprometer los derechos del resto del pueblo palestino.
Los palestinos de la diáspora,
la mayoría de ellos carentes de dirección, siguen
luchando por la aplicación de su derecho al retorno internacionalmente
reconocido y a ser compensados [económicamente], igualmente
sin comprometer los derechos de otros palestinos. Únicamente
la corrupta dirección palestina de Cisjordania y Gaza
quiere hablar en nombre de todos los palestinos con el fin de
sacrificar a su mayor parte y de derivar los beneficios, si es
que los hay, a unos pocos. Ello no significa que los palestinos
de Cisjordania y Gaza no puedan buscar acuerdos con la ocupación
israelí para obtener la independencia: significa que no
pueden hacerlo comprometiendo los derechos de la diáspora
y de los palestinos israelíes en cuyo nombre no pueden
hablar. Podrían comprometer sus propios derechos si así
lo eligiesen, como aceptar límites para la futura soberanía
de su mini Estado, por ejemplo, pero no [podrían comprometer]
el derecho al retorno ni los derechos de los palestinos israelíes
a combatir al racismo estatal de Israel. De hecho, la mayor parte
de los palestinos de Cisjordania y Gaza han rechazado los "Acuerdos
de Ginebra" sobre esta base a través de manifestaciones
o de declaraciones públicas y en encuestas de opinión
recientes, demostrando más aún que la dirección
de la AP que afirma representarles no les representa en absoluto
[5].
Lo que es central para esta
política de la representación es que ni los judíos
del mundo ni la diáspora palestina ni los palestinos israelíes
han elegido jamás a Israel o a la AP como representantes.
Ambos, sin embargo, siguen luchando por los denominados derechos
de los judíos del mundo, o capitulando los derechos del
pueblo palestino respectivamente. Es en este proceso en donde
el Estado de Israel quiere unificar a los judíos del mundo
bajo su bandera en contra de todas las normas internacionales,
mientras que la AP quiere eliminar a dos tercios del pueblo palestino
de su mandato internacionalmente reconocido cancelando sus derechos
y manteniendo a un tercio de los palestinos como "el
pueblo palestino".
Sionismo
y negación del pueblo palestino
La negación del pueblo
palestino que históricamente ha hecho el sionismo ha sido
finalmente adoptada por la AP y su camarilla de funcionarios,
ministros, oficiales de seguridad y -sí- también
por miembros del Consejo Legislativo -la mitad de los cuales
han sido ministros de la corrupta AP y la otra mitad, con excepciones,
aspira a serlo en el futuro. Golda Meir afirmó en 1969
que "no fue como si existiera un pueblo palestino en Palestina
que se considerase a sí mismo como pueblo palestino y
que nosotros llegásemos y lo expulsásemos quitándoles
su país. No existía". El pueblo palestino
ha combatido la negación sionista de su existencia desde
[la época de] Herzl a Meir y posteriormente. Sin embargo,
la AP y su enviado informal Yaser Abed Rabbo (cuyo nombre
incidentalmente significa "siervo de su Señor"
y a quien en círculos populares palestinos se da el apodo
de "Yaser Abed Yaser"o "Yaser Siervo de Yaser
[Arafat]") ha ratificado por completo el punto de vista
sionista al excluir a dos tercios de los palestinos de su designación
como "pueblo palestino". Siguiendo esta fórmula,
todos los palestinos que Israel expulsó y todos aquellos
que se permanecieron viviendo dentro de Israel bajo el sistema
racista israelí de democracia solo para los judíos
han dejado de ser considerados, en línea con la mentira
racista de Golda Meir, palestinos.
El hecho de que una dirección
palestina corrupta y dictatorial tenga la intención de
eliminar a dos tercios del pueblo palestino es sintomático
de que se ha legitimado la mantenida agresión sionista
que el proceso de Oslo ha culminado en Ginebra. Nadie debería
haber sido engañado, menos que nadie Nelson Mandela, por
canciones de paz que anuncian el triunfo de la última
e impenitente colonia del mundo. Abed Rabbo y sus colegas pueden
haber aceptado la victoria del sionismo pero el pueblo palestino
no se va a ninguna parte. Sigue resistiendo y seguirá
resistiendo a todos los intentos de liquidar su existencia nacional
y sus vidas en nombre de pacíficas soluciones.
El Sr. Abed Rabbo y sus colegas de la AP pueden hacer lo que
quieran con Ariel Sharon o con Yosi Beilin [6]. Sin embargo,
el pueblo palestino no puede suprimirse a golpe de bolígrafo.

Notas de
CSCAweb:
1. Fecha en
la que Yaser Arafat se dirigió a la Asamblea General de
Naciones Unidas.
2. Véanse en CSCAweb los enlaces relacionados con los
"Acuerdos de Ginebra" reseñados arriba
3. Véase en CSCAweb: Michel Warschawski:
'Estado, nación y nacionalismo: la actualidad del sionismo'
4. Libelo que presenta una visión conspiradora del judaísmo
mundial y justificativo por ello de posturas antisemitas.
5. Sobre la valoración de las organizaciones palestinas
de los "Acuerdos de Ginebra", véase por ejemplo
en CSCAweb: Los
"Acuerdos de Ginebra" atentan contra el consenso nacional
palestino: Comunicado de las organizaciones sociales de Gaza
contra los "Acuerdos de Ginebra" y Declaración Final del IV encuentro
anual de la Coalición por el Derecho al Retorno de los
palestinos
6. Dirigente laborista promotor de los "Acuerdos de Ginebra".
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