Izquierda Unida pide que se elimine el carácter residencial del complejo La sociedad La Parguera y el Ayuntamiento de Laguna de Duero han avanzado notablemente en las conversaciones destinadas a la realización de un proyecto encaminado a levantar en la conocida como Finca Castillejo, cerca de las piscinas de La Ponderosa y a escasos metros de la urbanización Tijuana, un complejo que constaría de un parque de atracciones medioambiental, campo de golf y 875 viviendas.
Institución municipal y empresa tienen la voluntad de firmar en breve un convenio en el que se refleje punto por punto el contenido exacto de las intervenciones que se desarrollarán y, por otro, que el propio Consistorio se comprometa a plantear los trámites que permitan recalificar la zona. La realidad es que, en este momento, Castillejo se encuentra protegido por las Directrices de Ordenación Territorial de Valladolid y su Entorno (Dotvaent) y, por lo tanto, para que el proyecto se convierta en una auténtica realidad sería necesaria una modificación del planeamiento urbanístico y, al mismo tiempo, la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio.
En este sentido, el concejal de Urbanismo, Ignacio Marcos aclaró ayer que «el proyecto afectaría exclusivamente a lo que las Dotvaent califican como Áreas de Interés Paisajístico, Histórico y Agrícolas» y negó que se esa
afección incluya también las Áreas de Singular Valor Ecológico, que, en todo caso, se respetarían.
El edil del área urbanística aseguró que próximamente se planteará la revisión del PGOU de Laguna de Duero para adaptarlo a las consideraciones del nuevo Reglamento de Urbanismo de Castilla y León, aprobado recientemente, y que será en ese momento cuando se plantee la realización de
este proyecto. En cuanto al desarrollo de éste, Ignacio Marcos considera que «si todo va bien, el proyecto no se iniciará, al menos, antes de un año y medio y, según la empresa, podría ejecutarse en algo más de un año».
Cuatro épocas
El gran atractivo del proyecto se centra en la construcción de un parque de atracciones regional de grandes dimensiones, que ocuparía cincuenta hectáreas, y que pretende aprovechar el medioambiente de la zona -el río
Duero bordea los terrenos de la Finca Castillejo- para mezclarlo con la puesta en escena de cuatro épocas (edades antigua, media, moderna y contemporánea), para formar parte de un recorrido histórico por Castilla y León que incluiría referencias detallistas de emblemas de las nueve provincias de la región. Y todo ello protagonizado por actores, mimos y
atracciones tipo montaña rusa que resulten de interés para diferentes edades.
El alcalde de Laguna, Jesús Viejo, ha calificado la operación de «tremendamente ambiciosa» y «extraordinariamente importante para nuestro municipio, puesto que supondría la creación de entre 300 y 400 puestos de trabajo indefinido y otros tantos de carácter temporal».
Izquierda Unida pide que se elimine el carácter residencial del complejo
La construcción del complejo por parte de la sociedad La Parguera S. A. deberá superar una serie de trámites y, sin duda, iniciará en breve en el propio Ayuntamiento un debate sobre lo positivo y lo negativo de configurar en un área protegida un proyecto de estas características. De hecho, el PSOE, en palabras de su portavoz, Eduardo López, prefiere conocer antes de pronunciarse los detalles de la operación, pero Izquierda Unida, con Teodoro Canales a la cabeza, se ha mostrado tajante con el asunto. En uno de sus últimos boletines informativos, el portavoz de la coalición ya advertía de que «este hecho supondría un paso más en la degradación medioambiental del término municipal de Laguna» y, al mismo tiempo, considera que «es una verdadera lástima que un municipio de belleza innegable vaya siendo, poco a
poco, pasto de los intereses económicos de unos pocos».
Por este motivo, Canales cree necesario que, para no entender el proyecto como un maquillaje meramente especulativo, debería eliminarse la zona residencial que engloba la edificación de 875 viviendas y, en cambio,
negociar con La Parguera la posibilidad de implantar el parque de atracciones medioambiental, «dado que, según la propia empresa el parque en sí mismo era rentable».
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Ignacio Marcos, aseguró ayer que «la empresa pretende centrarse en la explotación del parque temático como fuente de ingresos» y matizó que no desea construir sobre los terrenos residenciales, sino venderlos para hacer viable una parte de la inversión.