Palestina


Azmi Bishara: "Quest for the unholy grail"

*Azmi Bishara es palestino, ciudadano israelí y miembro del parlamento israelí (Knesset). Recientemente, el parlamento israelí le retiró la inmunidad y en la actualidad se enfrenta a un juicio por defender los derechos nacionales del pueblo palestino.

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Palestina


En busca del impío Grial

Azmi Bishara *

Al-Ahram Weekly Online, semana del 4 al 10 de julio de 2002, núm. 593
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Sería lamentable que los palestinos basaran su estrategia futura en las observaciones de Bush. También sería lamentable que dejaran la cuestión de la resistencia a sus empobrecidos jóvenes, que acaban volándose por los aires. Ha de idearse algo mejor; algo que constituya una estrategia clara y coherente"

Imaginemos un cuento popular en el que un joven quiere casarse con una hija del rey y antes de acceder, el rey le impone determinadas condiciones. El joven debe navegar por mares ignotos, explorar tierras desconocidas y volver después de haberle arrebatado un objeto mágico a su temible guardiana, una hidra de mil cabezas. En la versión contemporánea de esta historia, una de las cabezas de la hidra escupiría fuego, otra aceite, una tercera daría lecciones de democracia al joven, mientras que la cuarta entonaría cánticos de alabanza a EEUU. Este es el contenido folclórico del reciente discurso de George W. Bush [1], porque, igual que el rey del cuento, Bush ha puesto unas condiciones que hacen imposible cualquier matrimonio. Después de imponer a los palestinos el equivalente político al Santo Grial, estos lo están buscando desconcertados.

Según un artículo del periódico israelí Ma´ariv del 26 de junio, Ze´ev Hever, alias Zambish, director de la Amana Settlement Development Agency (Agencia Amana para el Desarrollo de los Asentamientos), estaba en el despacho de Sharon mientras que éste examinaba el discurso de Bush. Hever dirige un movimiento que es controvertido hasta para los parámetros israelíes y cuyas tácticas consisten en establecer un par de caravanas en las colinas palestinas, declararlas asentamientos israelíes y después expandirse más lejos hacia tierra árabe. Hever y Sharon tienen mucho en común, y ambos debieron sentirse eufóricos cuando escucharon el discurso de Bush. Según parece, las actividades ilegales de Hever ya no son un "impedimento para la paz", como EEUU consideraba en el pasado a los asentamientos israelíes. Ahora el único impedimento es la Autoridad Palestina y Yaser Arafat en particular.

La parte del discurso en la que Bush da lecciones a los palestinos y les dice cómo deben elegir a sus dirigentes debió de ser la parte en la que Sharon y Hever centraron su atención. Debieron interesarles menos los comentarios del presidente estadounidense acerca de la necesidad de que Israel establezca la paz con los palestinos, o sobre encontrar una solución de dos Estados. Esos son detalles que hay que tratar más adelante, una vez que los tanques israelíes hayan circulado por más ciudades palestinas y que los israelíes hayan acabado con la firmeza palestina; eso esperan, más o menos, ambos hombres. Se da por hecho que una vez que se inicien las negociaciones, Israel pondrá todos los impedimentos posibles antes de cualquier acuerdo de paz. Por otro lado, puede que los palestinos estén tentados de aceptar la postura estadounidense y por lo tanto no consigan nada. Mientras tanto, los israelíes siguen consiguiendo lo que quieren, dejando las aspiraciones palestinas para que se discutan en el futuro, si es que se discuten.

En su discurso, Bush utilizó palabras como democracia, transparencia y "buen gobierno", retórica que es cuando menos exagerada si se considera que los palestinos están viviendo bajo la ocupación israelí y que viven en una región en la que la democracia nunca se ha desarrollado más que superficialmente.

Sin embargo, en un artículo aparecido en el periódico israelí Yediot Aharanot, también del 26 de junio, el comentarista israelí Sever Plotzker comparaba el discurso de Bush con el que pronunció el entonces presidente de EEUU, Ronald Reagan, ante la Cámara de los Comunes británica en 1981, en el que presagió el desmoronamiento de la Unión Soviética, que denominó el "Imperio del Mal". Las observaciones de Reagan se convirtieron en una profecía, y en su artículo Plotzker escribe que espera que ocurra lo mismo con las observaciones hechas por Bush. Sin embargo, aceptar esta lógica sería suponer que la suerte de los palestinos sólo depende de las palabras de los presidentes estadounidenses. Parece que lo que está diciendo Plotzker es que nos olvidemos de los análisis de comentaristas académicos y políticos, de la experiencia de diplomáticos, y que nos limitemos a esperar cada palabra que pronuncie Bush, o cualquier otro presidente estadounidense.

Carencia de estrategia palestina

La Unión Soviética no se derrumbó por las palabras de Reagan sino que más bien cayó debido a su incapacidad para afrontar el progreso tecnológico y a causa de las contradicciones internas entre una burocracia dictatorial y corrupta, y los intereses de la nación. De forma similar, la buena fortuna actual de Sharon no deriva de la retórica de Bush, sino que procede de la falta de cualquier estrategia efectiva palestina para la resistencia y la acción política. Aunque Bush ha pedido a muchos de sus aliados en la región que pongan en práctica medidas similares a las que espera de los palestinos, es difícil de creer que esté verdaderamente preocupado por la democracia en el mundo árabe. Los palestinos están viviendo bajo la ocupación israelí, y mientras que árabes y palestinos tienen miles de razones para emprender una reforma, todas ellas son más importantes que los deseos de Bush.

Sin embargo, los prejuicios de Bush no deben ser utilizados para eximir a los palestinos del auto análisis. Los palestinos tienen que formular cuidadosamente su estrategia y no pueden permitirse aplacar a los estadounidenses a expensas de sus propios intereses nacionales. Tienen que enfrentarse a la visión estadounidense para Oriente Medio. Los palestinos no necesitan que Bush les recuerde la necesidad de reformas políticas o administrativas, pero tampoco pueden realizar reformas superficiales sólo para contentar a los estadounidenses. De aceptar el discurso de Bush, los palestinos están confundiendo a sus partidarios internacionales y fortaleciendo las manos de sus adversarios.

¿Es la retórica o el contenido lo importante del discurso de Bush?. No hay duda de que fue un equipo de asesores de alto nivel quien redactó cada palabra de éste, discutiendo cada mención a Arafat y deteniéndose en los parágrafos que hacen mención a la resolución 242 de NNUU, a la ocupación de 1967 y a la necesidad de establecer los aspectos más espinosos de la solución de dos Estados. Es indudable que este equipo de asesores revisó el ritmo del discurso, ajustó el orden de los párrafos y llegó a la versión final tras un largo debate. ¿Tiene sentido, pues, que los palestinos acepten esta patraña como si fuera una resolución judicial?

En su discurso Bush no presentó una fórmula viable para la paz ni un plan de acción para lograrla. Sin embargo, hizo un importante discurso político, que causará un daño considerable. Para empezar, el discurso ya ha proporcionado a Sharon una sólida excusa para continuar su agresión contra el pueblo palestino; sólo con que Bush apruebe la ficticia visión de que "en el principio, fue el terrorismo [...] los israelíes tienen que actuar en defensa propia.. Peor aún, Bush se dirigió a los árabes en tono imperativo mientras que guardaba un tono más persuasivo para Israel.

Tanto el tono como la estructura del discurso están a favor de Sharon, razón por la cual Sharon no está preocupado por las escasas frases acerca de las obligaciones israelíes añadidas al final.

Cuando llegue el momento de afrontar esas obligaciones, los israelíes ya habrán metido en cintura a los palestinos (o eso espera Sharon) y elegido interlocutores a su gusto. Aunque que algunas secciones de la izquierda sionista de Israel han tratado de llamar la atención hacia los párrafos finales del discurso, por lo general estos han sido ignorados y Bush incluso ha logrado confundir a la propia izquierda israelí, que ha cometido el error de pensar que Washington estaba de parte de los movimientos internacionales por la paz.

Sería lamentable que los palestinos basaran su estrategia futura en las observaciones de Bush. También sería lamentable que dejaran la cuestión de la resistencia a sus empobrecidos jóvenes, que acaban volándose por los aires. Ha de idearse algo mejor; algo que constituya una estrategia clara y coherente.


Nota CSCAweb:

1. El discurso completo del presidente Bush del 25 de mayo puede leerse traducido en CSCAweb: Discurso íntegro de George W. Bush sobre Oriente Medio



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