Jordania colaborará
con Estados Unidos en su invasión de Iraq
4 de febrero de 2003
Nota informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
El régimen jordano
ha autorizado el estacionamiento de tropas y equipamiento militar
en Jordania y el uso de su espacio aéreo y terrestre para
lanzar operaciones militares en la invasión de Iraq.
Esta decisión, alcanzada la semana pasada en Amán
por el comandante estadounidense Tommy R. Franks, jefe del Comando
Central de EEUU, el rey Abdallah y el jefe del Estado Mayor jordano,
general Jaled Sarayrah, garantizará a EEUU que la invasión
de Iraq pueda ejecutarse también desde la frontera jordana,
favoreciendo además el uso de aviones de combate estadounidenses
desde portaviones estacionados en el Mediterráneo oriental.
A cambio de su colaboración, el régimen jordano
ha recibido la promesa de obtener una ayuda económica
El
régimen jordano ha autorizado el estacionamiento de tropas
y equipamiento militar en Jordania y el uso de su espacio aéreo
y terrestre para lanzar operaciones militares en la invasión
de Iraq. Según fuentes oficiales jordanas citadas por
el diario The Washington Post de 30 de enero de 2003,
el régimen espera que EEUU estacione en este país
en el plazo de dos semanas al menos tres baterías de misiles
anti-milies Patriot, lo que significará igualmente
el estacionamiento de cientos de tropas para dirigirlos. El régimen
ha autorizado además de su estacionamiento, el uso de
los dispositivos de defensas aéreas, el lanzamiento de
misiones de búsqueda y rescate y el uso de las bases militares
aéreas para la salida de los aviones de combate de EEUU.
Esta decisión, alcanzada la semana pasada en Amán
por el comandante estadounidense Tommy R. Franks, jefe del Comando
Central de EEUU [1] , el rey Abdallah y el jefe del Estado
Mayor jordano, general Jaled Sarayrah, garantizará a EEUU
que la invasión de Iraq pueda ejecutarse no solo desde
el frente sur (Kuwait, Qatar, Omar, Bahrein y Arabia Saudí)
y el frente norte (Turquía y Kurdistán iraquí)
sino también desde el oeste, por la frontera jordana,
favoreciendo además el uso de aviones de combate estadounidenses
desde portaviones estacionados en el Mediterráneo oriental.
'Totalmente con EEUU'
"Estamos totalmente con EEUU". Con estas palabras,
un alto cargo jordano ha declarado a título de anonimato
la determinación de su gobierno de colaborar con EEUU
en su guerra contra Iraq. La decisión -que no ha trascendido
en la prensa jordana- es el resultado de un pacto previo alcanzado
por el rey Abdulah de Jordania con la Administración Bush
tras su visita a Washington el pasado agosto de 2002 [2],
e implica la culminación de la cooperación militar
de Jordania con EEUU que desde 1994, tras la firma del Tratado
de Paz jordano-israelí, se ha intensificado a través
de ayudas económicas y militares y materializado en los
últimos años con prácticas militares conjuntas.
La última de ellas, ya en el marco de los preparativos
de la guerra contra Iraq, tuvo lugar durante el pasado mes de
octubre, cuando más de un millar de soldados de operaciones
especiales estadounidenses se entrenaron en Jordania junto a
las tropas jordanas y efectivos de Omán, Kuwait y Bahrein.
Los ejercicios denominados Victoria Temprana [3]
se orientaron a desarrollar misiones de incursión en las
líneas enemigas, con vistas a preparar las operaciones
que las tropas de los regímenes árabes deberán
ejecutar en la guerra de EEUU contra Iraq.
Desde las últimas semanas, las tropas jordanas operan
ya en la frontera con Iraq, fortificando el territorio fronterizo
y construyendo muros de contención para evitar la previsible
avalancha de refugiados iraquíes que desencadenará
la guerra contra Iraq. Igualmente, el ejército jordano
está haciendo obras de rehabilitación de una base
aérea próxima a la ciudad de Azraq ash-Sishan,
al este del país, y de construcción de una nueva
pista de despliegue y de refugios para los aviones con un presupuesto
de 11,4 millones de dólares.
Las infraestructuras militares jordanas se requieren desde
el comienzo de la invasión para estacionar unidades de
Operaciones Especiales de EEUU que habrán de ser, según
la prensa israelí, las que aseguren la destrucción
de las instalaciones militares iraquíes situadas al oeste
del país para garantizar la protección de Israel.
Con esta decisión, el régimen jordano lleva
al extremo la determinación de priorizar su dependencia
estratégica de EEUU como medio de garantizar su supervivencia
política, enfrentándose a la unanimidad de los
jordanos, cuya oposición a la guerra contra Iraq deslegitima
inequívocamente a su gobierno y a la monarquía
hachemí [4].
La decisión de colaborar militarmente con EEUU ha sido
tomada por la monarquía y el gobierno jordanos sin pasar
por el parlamento, disuelto desde hace casi dos años y
cuya reinstauración a través de elecciones se ha
pospuesto ilegalmente al tiempo que se imponía de facto
en el país la ley marcial. La hipocresía del
régimen ha vuelto a quedar patente cuando la semana pasada,
el primer ministro Ali Abu Ragheb, volvió a repetir una
falsa posición oficial de Jordania por la que la guerra
no se lanzaría desde el espacio aéreo o terrestre
jordano. Los temores a una previsible explosión popular
contra el régimen aumentan ante el desconocimiento de
la duración que pueda tener la invasión de Iraq.
Anticipándose a una respuesta masiva contraria a la
guerra y a la participación de Jordania en ella, el régimen,
que ya ha intensificado en los últimos meses los dispositivos
de seguridad para controlar y reprimir a las organizaciones y
activistas contrarios a la intervención militar en Iraq
[5], ha dejado claro ya a los partidos de la oposición
y a las asociaciones de sindicatos profesionales que no tolerará
protestas. Ello sin embargo, no garantiza que se pueda contener
una revuelta popular de rechazo contra la guerra y, sobre todo,
contra la presencia de tropas estadounidenses en suelo jordano
y la participación de Jordania en la invasión,
por lo que la única esperanza del régimen, ante
el riesgo de desestabilización interna que ponga en peligro
su ya precaria situación, es que la guerra no se prolongue
más de 3 ó 4 semanas. Como han declarado fuentes
oficiales jordanas: "Más de tres semanas, como máximo
un mes; si no, nos veremos en medio de la incertidumbre y de
lo desconocido".
Promesas estadounidenses de ayuda
A cambio de su colaboración, el régimen jordano
(que ya recibe ayuda militar y económica de EEUU pro valor
de 460 millones de dólares en 2002) ha recibido la promesa
de obtener una ayuda económica adicional por parte de
EEUU de 150 millones de dólares durante 2003 y el aumento
de dicha ayuda adicional en los tres años siguientes.
Igualmente, la Administración Bush ha solicitado formalmente
a Kuwait, a EAU y Arabia Saudí que asistan a Jordania
proporcionándole el petróleo que Iraq dejará
de suministrarle. Ni kuwaitíes ni saudíes han confirmado
la concesión de esta ayuda. Desde 1990, cuando Jordania
se posicionó al lado de Iraq en la Guerra del Golfo, Arabia
Saudí y Kuwait se han negado a librar crudo subvencionado
o a bajo precio a Jordania. Ha seguido siendo Iraq, con autorización
del Consejo de Seguridad, quien ha suministrado desde entonces
todo el petróleo que consume el país a precio subvencionado
en la mitad del total y gratuitamente el resto.
Igualmente, Jordania ha solicitado a EEUU que impulse sus
relaciones comerciales. EEUU es ya el segundo socio comercial
de Jordania con un 19% del total, situándose por detrás
de Iraq, con quien mantiene cerca de un 30% de todo su volumen
comercial. Jordania ha pedido asistencia para el fomento de su
economía en todos los sectores desde el turismo al transporte.
Las palabras del ministro de Industria y Comercio, Salah Eddin
Bahir, no dejan lugar a dudas: "Las cuentas son las cuentas;
las matemáticas no fallan".
La economía jordana, en crisis endémica desde
hace más de una década, ha pretendido sin éxito
levantarse en estos últimos años a la sombra de
la asistencia de EEUU, de la normalización con
Israel y en el marco de las consignas neoliberales del FMI y
del Banco Mundial forzando una reestructuración de la
economía nacional que ha reducido las expectativas de
desarrollo, ha aumentado el desempleo y ha llevado a la desaparición
progresiva de los servicios públicos y sociales. Por el
contrario, las prometidas inversiones internacionales no se han
producido salvo limitadamente en los sectores estratégicos
que como las telecomunicaciones, han quedado en manos de capital
extranjero incluido el israelí.
Notas:
1. Tommy R.
Franks es el Comandante estadounidense que presumiblemente se
hará cargo de invasión militar de Iraq y de la
administración militar del país Iraq una vez que
se produzca la ocupación. Véase en CSCAweb: La
Administración Bush prevé la ocupación indefinida
de Iraq y la imposición de un régimen militar provisional
estadounidense
2. Véase en CSCAweb: Marc Lynch:
El Rey Abdallah de Jordania en Washington y Ibrahim Alloush:
Jordania y la estrategia sionista en el Mundo Árabe
3. Véase en CSCAweb: EEUU estudia un
plan israelí para actuar de manera conjunta en una primera
fase de la guerra contra Iraq en la parte occidental de este
país
4. Véase en CSCAweb: Abdallah: Un nuevo
rey para el antiguo régimen y Jordania, a la sombra del
'nuevo orden'
5. Véase en CSCAweb: El régimen
jordano se prepara para la guerra de EEUU contra Iraq reprimiendo
el activismo político mediante la represión - Hisham
Bustani: Los sucesos de Ma'an
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