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MUNDO ÁRABE / SIRIA


Las amenazas contra Iraq y Siria y la opción de la Resistencia

NAZACAI-FAV octubre de 2005 / CSCAweb 4 de octubre de 2005. Traducción de Natalia Litvina para CSCAweb.

"La salvación de Siria, sin embargo, no vendrá de fuera, ni siquiera de amigos sinceros, sino de su disposición a defenderse por sí misma. No obstante, el éxito continuado y el crecimiento de la resistencia palestina e iraquí disminuirán enormemente las oportunidades de EEUU para invadir Siria"

Cuando el mes de Ramadán llega a su fin, las amenazas contra la opción de la Resistencia en Iraq, Palestina y Siria van en aumento.

La Resistencia iraquí ha intensificado sus actividades y ha ido acelerando la derrota de EEUU en el Iraq ocupado, cada día con más éxito. Desde el principio los imperialistas de EEUU y Gran Bretaña han estado planeando la fragmentación y destrucción de Iraq. El establecimiento de un gobierno al estilo de Karzai fue tan sólo el preludio a la guerra civil. Los Informes de la Resistencia Iraquí han ayudado a descubrir las operaciones encubiertas desarrolladas por la alianza imperialista de EEUU y Gran Bretaña para alimentar el enfrentamiento sectario y posibilitar la guerra civil en Iraq. Estas operaciones son de alto secreto y pervertidas en su intención de colocar explosivos en áreas civiles de Basora, Bagdad y cualquier parte. Tanto las mezquitas sunníes como las shiíes son objeto de atentados para denigrar el valiente trabajo de la Resistencia iraquí y presentarla como criminal. Estas operaciones encubiertas buscan alimentar el odio sectario entre sunníes y shiíes, en preparación de una posible retirada parcial de EEUU de Iraq, dejando el país en pedazos y a los iraquíes divididos, mientras que EEUU mantiene un firme control de los recursos geopolíticos y petrolíferos del país.

Igualmente, mientras el noventa por cien de la Resistencia está liderada por el Baaz, prácticamente todas las facciones de la Resistencia han enfatizado su labor en liquidar a traidores y mercenarios, como los reclutados por el ejército iraquí y las estructuras de seguridad establecidas bajo ocupación. De hecho, estas estructuras pretenden acabar con la Resistencia iraquí, bloquear la liberación de Iraq y oprimir al pueblo iraquí tras la retirada y derrota de EEUU en Iraq. Es por esto que los ataques y explosiones de la Resistencia iraquí específicamente apuntan a los reclutas del ejército y a los traidores.

Mas aún, la Resistencia ha advertido a todos aquellos que tomen parte en el juicio del Presidente Saddam Hussein que no serán olvidados y que los ocupantes estadounidenses no serán capaces de protegerlos. Es en el momento en el que el Presidente Saddam Hussein acusa y se enfrenta a quienes le acusan, el que la Resistencia ha intensificado sus operaciones, inspirada por su ejemplo. Desde aquí saludamos la valiente postura del Presidente Hussein en su más reciente aparición en el estrado.

En el frente Sirio, el hace poco publicado informe Mehlis ha sido entregado sin aportar ninguna prueba legal o clara que incrimine a Siria. Aún así, el informe está siendo usado por los imperialistas de EEUU y sus aliados para hacer de Siria objeto de una campaña de propaganda que disponga un posible escenario de ataque y ocupación, y específicamente para instigar un "cambio de régimen" en Siria.

Recientemente, cientos de miles de sirios salieron a las calles de las principales ciudades para protestar por el absurdo y sesgado informe de Mehlis. El informe también usa el nombre de Zuahyr Saddiq, un sirio que residió un tiempo en Líbano, delincuente convicto, para implicar al gobierno sirio en el asesinato de Rafiq Al-Hariri.

De hecho, el informe Mehlis no es más que una campaña de sucia propaganda buscando colocar a la opinión pública en contra del gobierno sirio en preparación de lo que podría convertirse en una agresión y ocupación de Siria. Resulta hipócrita que la atención de EEUU nunca se girara hacia el asesinato de Eli Hobeika, el carnicero libanés de Sabra y Chatila, que fue evidentemente asesinado por Sharon y sus agentes sionistas del Mosad cuando Hobeika se convirtió en testigo clave en el juicio contra Sharon. Resulta también interesante que el gobierno de EEUU nunca dijera nada sobre la reciente ley que exoneraba a Samir Geagea, quien ha estado encarcelado por asesinar a Rashid Karami, otro Primer Ministro sunní de Líbano.

Creemos también que el plan de EEUU en Siria sería también inducir al cambio de régimen, que podría suceder sin llegar a la ocupación directa del país. Tal cambio de régimen puede ser posible a través de elementos comprados o sectarios, tras haber impuesto sanciones económicas, mientras a su alrededor se establece un tenso cerco regional para debilitar al liderazgo sirio. Actualmente, el informe Mehlis se está empleando para lograr concesiones de Siria sobre Líbano, Palestina, Iraq e incluso sobre cuestiones internas sirias (bajo el pretexto de la "reforma democrática"). A medio plazo, el plan es cambiar el régimen en el país. A largo plazo, el plan es elaborar una situación para la rotura de Siria, similar a la que se dio para Iraq. Y, al igual que en el caso de Iraq, así se está desarrollando porque está en los intereses estratégicos del sionismo y del imperialismo estadounidense, y no por algo mal hecho por los liderazgos de Iraq y Siria.

Así, todos los movimientos de resistencia en Líbano, Palestina y Siria deben permanecer alerta, al ser potencialmente objetivos, tal y como anticipamos, de una acción israelí, encubierta o al descubierto, contra Siria. Mientras tanto, creemos que la prioridad número uno de Siria sería preparar a sus ciudadanos para la guerra de guerrillas para enviar simultáneamente un mensaje a los imperialistas: Siria será un cementerio para las fuerzas de ocupación y sus aliados.

Ya que Siria en este combate no puede apoyarse en ninguna superpotencia ni en la llamada "legitimidad internacional", que se ha convertido meramente en un arma en manos del gobierno de EEUU, Siria debería buscar una genuina alianza internacional con fuerzas anti-imperialistas, como Corea del Norte, Venezuela o Cuba, para prepararse ante una posible agresión de los EEUU. La salvación de Siria, sin embargo, no vendrá de fuera, ni siquiera de amigos sinceros, sino de su disposición a defenderse por sí misma. No obstante, el éxito continuado y el crecimiento de la resistencia palestina e iraquí disminuirán enormemente las oportunidades de EEUU para invadir Siria.

Las opciones que hoy se le presentan a Siria son tomar la senda libia y rendir sus armas para continuar existiendo temporalmente, o enfrentar su inminente destrucción a favor de un gobierno pro-americano que asegure en su lugar la existencia de "Israel" a largo plazo. Pero la supervivencia de Siria, tanto como régimen como Estado, descansa sobre la opción de la resistencia, en un contexto sirio y árabe. Realmente no tiene otra opción salvo tomar el camino de la lucha armada contra el imperialismo estadounidense e "Israel", y no ofrecer concesiones, especialmente en su apoyo a la resistencia palestina y libanesa, quienes se convertirían en última instancia en una reserva vital de sacrificio contra una anticipada agresión estadounidense. Siria debería en concreto ser consciente de que el momento del juicio del presidente Saddam Hussein se entiende en sí como un mensaje imperialista, y que ese momento no puede ser separado del de la publicación del informe Mehlis.

Es imperiosamente vital percibir que el plan sionista e imperialista en el Mundo Árabe hoy día no sólo implica el cambio de regímenes. Incluye también los mapas geopolíticos, la rotura de los Estados árabes, y la erradicación de la identidad árabe del territorio, para facilitar la fragmentación y la hegemonía. Así, tal y como reafirmamos nuestro apoyo a la opción de la Resistencia, reafirmamos nuestro sólido apoyo a la identidad árabe de Siria e Iraq, de Palestina y de Líbano, y del resto del Mundo Árabe.

Comité Norteamericano contra el Sionismo y el Imperialismo (NAZACAI)
Junta Editorial de La Voz Árabe Libre (FAV)

Enlaces relacionados

www.freearabvoice.net

http://irsn.jeeran.com

Abdel Bari Atwan. Siria: cartas de debilidad y de fuerza

Idalmis Brooks: ¿Hacia dónde va Siria?

Ghassan Andoni: Siria, Israel y la hipocresía

Ignacio Gutiérrez de Terán: Siria y el toro blanco

Anders Strindberg: La disparatada política de EEUU hacia Siria: palo sin 'zanahoria'

Ignacio Gutiérrez de Terán: Siria, EEUU y la ocupación de Iraq: el tenso equilibrio


Asesinatos en Líbano; oleoductos en Haifa

Mike Whitney

Information Clearing House 26 de octubre de 2005
CSCAweb 4 de noviembre de 2005-11-03
Traducción de Natalia Litvina para CSCAweb

"Pocos de quienes se hayan dedicado a investigar el asesinato de Hariri tienen pocas dudas sobre los motivos reales que hay tras el informe Mehlis. La investigación sobre Hariri es sólo el pretexto para la próxima intervención militar contra Siria (...). Negar que ahora mismo EEUU está librando la guerra de Israel es mostrar una falta de visión que raya la ceguera".

Nadie sabe quien mató al antiguo Primer Ministro Rafik Al-Hariri. Sin embargo, sí sabemos que el principal testigo citado en el informe de NNUU, Zuhair Mohamed Said Saddiq "ha sido condenado por fraude y estafa entre otros delitos" (Der Spiegel) lo que proyecta muchas dudas sobre la credibilidad de su testimonio.

No hay problema, la administración Bush ya ha empleado anteriormente a declarados estafadores para argumentar su postura a favor de la guerra, sobre todo en el caso de Iraq, donde las denuncias específicas de Ahmed Chalabi aparecieron continuamente en la página frontal del New York Times, creando un ambiente favorable para la invasión. Aún así, la fiabilidad de Saddiq es todavía mas incierta que la de Chalabi. "Fuentes en la ONU afirman innegablemente que Saddiq ha mentido " y que ha recibido dinero por su testimonio. "Según declaraciones hechas por su hermano, Saddiq le llamó desde París el pasado verano y le dijo :'¡Soy millonario!'" (Der Spiegel).

No hay duda; mentir puede ser una fructífera opción cuando sirve a los principales objetivos de la política de exteriores de EEUU e Israel.

Nada de esto sugiere que la inteligencia siria no estuviera envuelta en el asesinato. Podría muy bien haberlo estado. Simplemente demuestra que el informe del fiscal Detlev Mehlis no es conclusivo y podría haber sido el resultado de la coerción estadounidense. Como poco, el informe encaja fácilmente con las metas establecidas de la administración Bush para el cambio de régimen en Damasco y redibujar el mapa de Oriente Medio.

Si Mehlis hubiera sido realmente riguroso a la hora de averiguar quiénes son los verdaderos asesinos, en lugar de lanzar una vendetta política para los EEUU, se habría dedicado de manera más enérgica a destapar los detalles relacionados con la furgoneta blanca Mitshubishi que portaba los explosivos. La historia y orígenes de esta furgoneta, robada el 14 de octubre de 2004 en Japón, resultan críticos para la investigación, tal y como el periodista Robert Parry indica en su reciente artículo "El peligrosamente incompleto informe Hariri". Pero en realidad, pocos de quienes se hayan dedicado a investigar el asesinato de Hariri tienen pocas dudas sobre los motivos reales que hay tras el informe Mehlis. La investigación sobre Hariri es sólo el pretexto para la próxima intervención militar contra Siria.

De hecho, la prensa occidental ya está cargando las tintas, repitiendo la retórica dañina que sale de la Casa Blanca y sus acólitos en el departamento de Estado. El embajador John Bolton, el "sombrerero loco" de la administración Bush en NNUU, ha amenazado repetidas veces a Siria con una acción decidida aunque los datos todavía no están claros.

"Ahora es el verdadero momento de confesarse para el gobierno de Siria", advertía Bolton. "No mas obstrucciones, no mas respuestas a medias. Queremos una cooperación sólida y la queremos inmediatamente".

Como muchos sospechaban, el explosivo Bolton fue enviado a la ONU para allanar el camino a la guerra con Siria e Irán. Sus ataques sin fundamento contra Damasco no han hecho nada para desmentir esta conclusión.

Los fans del malintencionado "periódico de los registros" (The New York Times) estarán encantados de ver que la silla de Judith Miller en el rotativo ha sido ocupada por su protegido e igualmente competente Warren Hoge. Hoge ya ha producido cuatro artículos de primera plana sobre el caso Hariri, acudiendo a la misma demagogia, alegaciones insustanciales e hirientes insinuaciones que su mentora Miller. En esencia, el NY Times ya ha condenado al pobre presidente sirio Bashar Al-Assad presentando las pruebas no comprobadas de una forma que excluya cualquier otro sospechoso y repitiendo la palabra "sanciones" siete veces en un solo artículo. El retiro temprano de Judy Miller no ha mitigado la tendencia del NY Times a repetir historias ficticias en primera plana. Predeciblemente, ninguna mención al débil testimonio de Saddiq ha aparecido en ninguno de los principales periódicos estadounidenses.

¿Les es familiar?

Así, ¿Cuál es el plan de acción?. ¿Pueden los señores de la guerra de Washington estar considerando otra invasión sólo para derrocar a quien Paul Craig Roberts calificó como un "oftalmólogo de suaves maneras"?

Las verdaderas razones para el cambio de régimen en Siria no tienen tanto que ver con el asesinato de Hariri y sí con el petróleo e Israel. El 20 de abril de 2004, un artículo en el Observer de Gran Bretaña, "Israel busca un oleducto para el petróleo iraquí", clarificaba este punto.

El Observer revela que Washington y Tel Aviv están ultimando los detalles para un oleoducto que atravesará Siria y "creará una fuente inagotable y fácilmente accesible de crudo iraquí barato para los EEUU, garantizado por aliados fiables al margen de Arabia Saudí". El oleoducto "transformará el poder económico en la región, trayendo beneficios al nuevo Iraq dominado por EEUU, aislando a Siria y resolviendo la crisis energética de Israel, todo de una sola vez".

Esta es la idea-fuerza que conduce la confrontación con Siria. Ahora mismo, Bashar Al-Assad se niega a normalizar relaciones con Israel mientras Israel no devuelva el territorio que tomó en los Altos del Golán durante la guerra del 67. Los halcones israelíes no tienen intención de devolver la tierra y en vez de eso están planeando quitar de en medio a Assad.

Es de todos sabido que la inteligencia israelí (Mossad) ya está operando en Mosul, donde el referido oleoducto tendrá comienzo, y ha desarrollado buenas relaciones con los kurdos en la zona. El único obstáculo que resta es el actual régimen sirio, quien ya está en los puntos de mira de Israel y EEUU.

En un principio, el oleoducto era un sueño del Ministro israelí de Obras Públicas, Joseph Paritzky, quien dijo que tal iniciativa "rebajaría drásticamente la factura energética de Israel ­probablemente en más de un 25 %- ya que el país es actualmente dependiente de caras importaciones desde Rusia".

El Observer publicaba las declaraciones de un oficial de la CIA, quien afirmaba que: "salvaguardar el suministro energético de Israel y de EEUU era un antiguo sueño de un poderoso sector de la gente que ahora gestiona esta administración y la guerra de Iraq". El oleoducto de Haifa era algo que existía de antes, fue resucitado como un sueño, y ahora es un proyecto viable, aunque implica mucho trabajo por hacer".

James Atkins, antiguo embajador de EEUU en la región y un crítico del plan del oleoducto, aseguraba: "Ahora existe un nuevo orden mundial. Esto es lo que parecería si barriéramos a Siria. Y esto es así sólo para mostrar que para los EEUU y sus aliados todo está relacionado con el petróleo."

¿"Barrer a Siria del mapa"?vaya un lenguaje viniendo de un diplomático.

Atkins no bromea. Washington y Tel Avivi están profundamente dedicados a derribar el gobierno de Al-Assad. Mucha de la gente que está relacionada con la -aún en marcha- investigación Fitzgerald (Wurmser, Libby,Perle, Feith, Hannah, Wolfowitz) firmaron un documento subrayando el programa neoconservador en Oriente Medio para el primer ministro Benjamin Netanyahu en 1996. El informe: "Una ruptura clara; una Nueva Estrategia para asegurar el Dominio", estaba orientado por las mismas políticas que ahora mismo son ejecutadas por la administración Bush. La estrategia llama a "responder" a las amenazas regionales contra Israel, a ayudar a derrocar a Saddam Hussein, y a golpear "objetivos militares sirios en Líbano". Negar que ahora mismo EEUU está librando la guerra de Israel es mostrar una falta de visión que raya la ceguera.

El nombre del documento Wurmser-Feith-Perle ya lo dice todo. "Una ruptura limpia" resume el mensaje de que Israel debería dejar de devolver tierra a cambio de paz con los palestinos (en referencia a Oslo). "Asegurar el Dominio" , sin embargo resulta igualmente llamativo en tanto articula los auténticos objetivos de sus autores: reestablecer el antiguo reino de Israel; un reino que indudablemente implicará el apartheid propio de Cisjordania y justicia al estilo Guantánamo para mil millones de musulmanes de la región. El cambio de régimen en Siria es un paso crucial para alcanzar esta meta.

Siria no representa amenaza alguna a la seguridad nacional de EEUU. No tiene perro que ladre en esta pelea. La amenaza real es la de que aquellos que se mueven con total libertad en los círculos de la política exterior, usando al ejército de EEUU para servir a sus propios objetivos de controlar el petróleo de Oriente Medio y asegurar un imaginario imperio israelí. Ninguno de ellos es de interés nacional, y ambos han comprometido gravamente el futuro de EEUU.

Nota del autor: James Atkins fue embajador de EEUU en Arabia Saudí antes de que fuera despedido tras una serie de conflictos con el entonces secretario de Estado Henry Kissinger, padre de la visión de bombear crudo iraquí a occidente. En 1975, Kissinger firmó lo que conformó la base para el proyecto de Haifa: un Memorando de Entendimiento en el que EEUU garantizaría el suministro y las reservas israelíes de petróleo en tiempos de crisis. El plan fue apoyado por el actual Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, e iba a ser realizado por la compañía Bechtel tal memorando ha sido cuidadosamente revisado cada cinco años, con una serie de cláusulas añadidas por las que EEUU mantiene una reserva estratégica de petróleo para Israel, incluso si esto implica carencias propios, con un coste de 3.000 millones de dólares en 2002 para los contribuyentes norteamericanos" (The Observer).