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La juez ordena el cese de las obras de la fábrica de Quesos Entrepinares en Tordesillas

Iniciadas sin autorización ambiental ni evaluación de impacto ambiental, se realizaban en suelo rústico afectando al espacio natural protegido de las riberas del río Duero

Viernes 16 de julio de 2010

Comunicado, 16-07-2010

Por Auto 139/10 de 28 de junio de 2010, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Valladolid ha acordado, a requerimiento de Ecologistas en Acción, suspender cautelarmente las licencias de obras y ambiental otorgadas el 10 de febrero de 2010 por el Ayuntamiento de Tordesillas a Queserías Entrepinares, S. A para la instalación de la actividad de industria de secado, maduración, envasado de queso y elaboración de queso fundido, en el municipio citado.

El Juzgado entiende que procede esta medida cautelar porque las licencias suspendidas se han otorgado omitiendo la evaluación de impacto ambiental y la autorización ambiental exigibles a la fábrica y porque se incumplen las condiciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Tordesillas al exceder el proyecto autorizado la altura máxima permitida en el mismo. Esta orden de suspensión sigue a otras dos decretadas por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Valladolid a instancias de un particular.

La orden judicial se refiere a la nueva fábrica de queso que Queserías Entrepinares construye en suelo rústico de la pedanía de Villamarciel, en el municipio vallisoletano de Tordesillas, con la finalidad de trasladar la producción de su actual fábrica del polígono Argales, en Valladolid.

Para ello, la empresa consiguió en marzo de 2009 del Ayuntamiento de Tordesillas y la Comisión Territorial de Urbanismo de la Junta de Castilla y León la descatalogación de una finca de regadío de 27 hectáreas junto a la confluencia de los ríos Pisuerga y Duero, que el PGOU de Tordesillas protegía como suelo rústico con protección agrícola y cultural, por su valor productivo y por albergar un yacimiento arqueológico, cuyo ámbito oficial se ha reducido de 12,5 a sólo 1,9 hectáreas para permitir el proyecto, con la aquiescencia de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta.

Posteriormente, en septiembre de 2009 obtuvo el informe favorable de la Comisión Territorial de Prevención Ambiental de la Junta, a pesar de localizarse junto a una ribera fluvial de alto valor ecológico incluida en la red Natura 2000 de la Unión Europea, donde la nueva fábrica de quesos realizará el vertido de sus aguas residuales, por lo que debería haberse evaluado su impacto ambiental. Medio Ambiente también obvió que la planta, con una capacidad de procesado de 365.000 toneladas anuales de leche, necesitaba una autorización ambiental y no una simple licencia ambiental como la que se requiere a una peluquería o a un bar musical.

Finalmente, el Ayuntamiento de Tordesillas otorgó la autorización de uso excepcional en suelo rústico
(octubre de 2009) y las licencias de obras y ambiental suspendidas, a pesar de incumplir el proyecto su propio PGOU por exceder la altura y la ocupación máxima de parcela permitidas. La actuación de todos estos organismos ha sido notoriamente irregular, saltándose los procedimientos ambientales aplicables y perjudicando la conservación del espacio natural y el yacimiento arqueológico protegidos para facilitar un rápido inicio de las obras a una empresa mercantil como Queserías Entrepinares.

Se da la circunstancia de que, como Ecologistas en Acción alegó ante la Comisión Territorial de Urbanismo, el municipio de Tordesillas dispone de 250 hectáreas de suelo industrial perfectamente compatible con la actividad que esta empresa pretende desarrollar, no siendo admisible que las industrias se implanten en suelo rústico, menos aún si éste goza de protección por su valor ecológico, cultural, agrícola y paisajístico. Por ello Queserías Entrepinares debe ubicar su proyecto en suelo industrial y no en el suelo rústico elegido.

Ecologistas en Acción de Valladolid

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