Portada del sitio > Vida silvestre > «Salir del paso»

Opinión / Javier Gutiérrez Hurtado

«Salir del paso»

Por acción u omisión, el Ayuntamiento aparece como responsable de la mortandad de peces en el Pisuerga el pasado junio, un asunto que tiene todas las características de un delito ecológico

Domingo 12 de noviembre de 2006

El pasado mes de junio visitaron nuestra ciudad las tormentas veraniegas. Dejaron agua, charcos, inundaciones y, una de ellas, miles de peces muertos en el Pisuerga a la altura del puente de Simancas. Este periódico, y otros medios de comunicación, informaron de un asunto que, lógicamente, causó la correspondiente alarma entre los ciudadanos. Las autoridades municipales intentaron evadir cualquier tipo de responsabilidad y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) señaló que iban a estudiar el caso con seriedad para determinar responsabilidades y obrar en consecuencia. Pasados casi cinco meses desde aquellos acontecimientos, seguimos sin conocer una versión oficial del asunto y no se ha adoptado ninguna medida sobre los causantes del problema. Parece que el único interés de unos y otros era salir del paso, esperar a que los ciudadanos olvidemos las fotos y la realidad.

El alcalde ofreció, días después, unas explicaciones genéricas sobre el buen funcionamiento de la red municipal de aguas residuales y de la depuradora. «Ante las protestas publicadas en los últimos días por los problemas acaecidos durante la tarde del viernes, día 16, como consecuencia de la tromba de agua, tengo que reiterar una vez más que la red de alcantarillado está dimensionada para las necesidades de Valladolid según la media pluviométrica». A la CHD no se le conoce ninguna explicación pública sobre la mortandad de los peces a pesar de que los días posteriores anunció una investigación exhaustiva.

¿Qué pasó en el mes de junio? ¿Cuál fue la causa de la muerte de los peces? ¿Tiene alguna relación con el proceso de depuración de la ciudad de Valladolid? Recordemos que las tormentas más importantes se produjeron en dos viernes consecutivos, el 9 y el 16 de junio. El primero de esos viernes la cantidad total de precipitación fue de
19,2 litros por metro cuadrado y la intensidad máxima de lluvia fue de 29,4. El 16 de junio llovió más, 31,4 litros de cantidad total, con un pico máximo de 99,6. Ninguno de esos días se pudo tratar todo el agua que llegaba a la depuradora. Cuando se llenaron los colectores y los tanques de tormenta, los sobrantes se desviaron al Pisuerga sin ningún tipo de tratamiento.

El primer debate que se plantea en estas situaciones es el de la capacidad de la red de saneamiento. Todo apunta a que el diseño del sistema vallisoletano cuenta con un equilibrio razonable entre su dimensión, sus costes económicos, y las previsiones de recogida de aguas residuales. Pero no basta con un diseño adecuado de colectores y depuradora. El mantenimiento de la red y otros elementos complementarios desempeñan un papel fundamental en el buen funcionamiento. Ahí es donde empiezan a fallar las cosas en nuestra ciudad. Se han hecho algunas actuaciones en los últimos tiempos pero claramente insuficientes para las necesidades de renovación. En un artículo reciente ya comentaba que en junio de 1997 el Ayuntamiento firmó un contrato con la empresa concesionaria para elaborar un Plan Director de Saneamiento que sirviera de motor «para la renovación y actualización de las redes e infraestructuras de funcionamiento». El plan se elaboró pero del mismo nunca más se supo.

El documento ya indicaba que, en episodios de lluvias importantes, la estación de bombeo de la EDAR no iba a dar abasto y habría que verter al río sin depurar. Por eso el plan detallaba las actuaciones complementarias necesarias para evitar esa situación e, incluso, hacía una estimación de las inversiones anuales imprescindibles para el correcto funcionamiento del sistema. Desde entonces el Plan duerme el sueño de los justos. Ni siquiera se ha procedido a su aprobación formal. Las inversiones previstas se han perdido por el camino.

Pero no acaban ahí los problemas. El mantenimiento de la red es deficiente a pesar de que el alcalde indique lo contrario en sus manifestaciones públicas. Los datos que ofrece el Ayuntamiento permiten identificar la falta de cuidados y de limpieza de la red de alcantarillado como la causa principal de la mortandad de peces en el Pisuerga. Ya hemos indicado que los problemas se presentaron dos viernes consecutivos y que el segundo llovió mucho más que el primero. Sin embargo, los peces muertos solo aparecieron tras la primera tormenta. En ambos casos la red se saturó. En el segundo hubo que enviar más cantidad de agua sin depurar al río pero, en esa ocasión, no hubo peces muertos.

La única explicación posible es la que ofrecen los datos municipales: la primera tormenta es la que limpió efectivamente todos los depósitos acumulados en la red. Sus vertidos fueron mucho más tóxicos que los de la segunda. Los parámetros del primer viernes, relativos a la calidad del agua en la entrada de la depuradora, fueron los siguientes: demanda biológica de oxígeno, 550 mg/l; demanda química de oxígeno, 1.380 mg/l; y sólidos en suspensión, 1.936 mg/l. Los del viernes siguiente fueron mucho mejores: demanda biológica de oxígeno, 165 mg/l; demanda química de oxígeno, 370 mg/l; sólidos en suspensión, 640 mg/l.

Obviamente, la primera tormenta realizó la limpieza que no se había realizado previamente, pero el agua que no pudo tratarse y que se vertió directamente al río provocó la muerte de los peces. La segunda tormenta llevó más cantidad de agua sin depurar al río pero de mejor calidad que la vez anterior, y por esa razón no produjo la muerte de peces. Nunca puede descartarse cualquier otro vertido ilegal aprovechando la primera tormenta pero la hipótesis más razonable es la falta de mantenimiento. En cualquier caso, por acción u omisión, el Ayuntamiento aparece como responsable de un asunto que tiene todas las características de un delito ecológico. La parte invisible de la ciudad también requiere actuaciones continuas.

Javier Gutiérrez Hurtado
Miembro de Ecologistas en Acción de Valladolid


Fotografía: Gabriel villamil, El Norte de Castilla, 12-11-2006.