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XX Aniversario de Ecologistas en Acción de Valladolid

`Valladolid no hace nada para reducir el uso del automóvil’

Varios problemas que sufre Valladolid empañan la celebración de este XX Aniversario: una movilidad «absurda» basada en el uso del transporte privado que se traduce en contaminación, un urbanismo «depredador y especulador» y un modelo energético que se sustenta en el consumo «desaforado» de energía

Martes 10 de mayo de 2005

La organización que Emilio Ganado preside, Ecologistas en Acción de Valladolid, está de enhorabuena. Este mes celebra su vigésimo aniversario -aunque no siempre bajo el mismo nombre- con charlas sobre los efectos nocivos de la telefonía móvil, los alimentos transgénicos o la contaminación atmosférica en la ciudad. Sin embargo, varios problemas que sufre Valladolid empañan su cumpleaños: una movilidad «absurda» basada en el uso del transporte privado que se traduce en contaminación, un urbanismo «depredador y especulador» y un modelo energético que se sustenta en el consumo «desaforado» de energía.

¿Por qué es necesario el movimiento ecologista en la sociedad actual?

Porque hace falta que haya una visión y una información crítica de cómo son las cosas. Que el movimiento ecologista haya ido trasladando a la opinión pública su visión sobre las cosas ha servido para que mucha gente vea esa otra parte de la realidad, comprenda esos problemas y se apliquen las soluciones.

¿Cuesta mucho convencer a la gente de que deben cuidar y conservar el medio ambiente?

Cuesta bastante, es difícil. Se han conseguido cambiar cosas porque la opinión pública tiene una visión más cercana a nuestros planteamientos, pero estamos en un punto en el que para seguir avanzando es necesaria la participación de todos. Buena parte de la responsabilidad en la resolución de los problemas ambientales está en todos y cada uno de nosotros. Las administraciones, por impulso de la opinión pública, pueden cambiar cosas, pero al final depende de los ciudadanos, sobre todo en algo tan claro como es el consumo. En la medida de que seamos conscientes de las consecuencias de nuestros hábitos de consumo sobre lo que nos rodea, cercano o lejano, podremos generar menos depredación sobre los recursos naturales y menos contaminación.

Mencionaba el papel de las administraciones. ¿Tienen buena relación con el Ayuntamiento y la Junta?

Hay cauces de relación porque hay una serie de organismos donde al menos se nos permite debatir con la Administración sobre cuestiones ambientales que son de nuestro interés y trasladarles nuestra visión. Pero de ahí a que realmente eso sirva para algo hay un trecho muy largo. En esta ciudad, con el Ayuntamiento nuestras recetas e ideas tardan en llegar o directamente no llegan.

¿En qué cuestiones no han llegado?

Ahora estamos con el tema de la contaminación atmosférica y los altos niveles que se registran en Valladolid. El Ayuntamiento debería alertar a la gente y tomar algún tipo de precaución, pero no está actuando como debería actuar. En esta ciudad hay una dejadez absoluta en atacar el principal responsable de esos altos niveles de contaminación atmosférica, que es el uso desaforado del automóvil. El Ayuntamiento no está haciendo nada para reducir el uso del automóvil y el nivel de desplazamientos. Es patente que día a día la circulación por la ciudad en coche es más difícil y eso se traduce en mayores niveles de contaminación y de ruidos.

¿Os escuchan pero no os hacen demasiado caso?

No. Más bien diría que nos oyen pero no nos escuchan, que es distinto.

¿Es este problema del tráfico y la contaminación que conlleva el peor de los que sufre Valladolid?

Sí. El principal problema que tiene ahora mismo esta ciudad es el de la contaminación atmosférica y también el del urbanismo, que van unidos. Tras la reciente revisión del Plan General de Ordenación Urbana vamos hacia un modelo de ciudad donde se puede edificar en prácticamente todo el término municipal. Eso se traduce en una mayor necesidad de desplazamientos: cuanto más se extienda y más difusa sea la ciudad, más necesidad hay del automóvil para poderse desplazar. Eso se está notando en la ciudad y en los pueblos del alfoz, y se traduce en niveles de tráfico cada vez más insoportables. Está todo relacionado.

¿Hay un modelo urbanístico alternativo al que tenemos?

Sí, lo hay. Un modelo de ciudad no dispersa, lo que llamamos ciudad compacta, que es el modelo de ciudad más sostenible. Se basa en que la vivienda y los servicios estén en un espacio reducido, lo que disminuye significativamente las necesidades de desplazamiento. Si además se ofrecen a la población modos de transporte públicos, colectivos o no contaminantes, el problema se reduce en buena parte. No estamos hablando de impedir que la ciudad siga creciendo. Estamos hablando de un crecimiento racional, que se haga de forma equilibrada y en espacios siempre cercanos a la ciudad.

En los 20 años que usted y sus compañeros -aquellos con los que empezó o que se les han ido uniendo- llevan en activo en Valladolid, ¿De qué se sienten más orgullosos?

De haber sido capaces de generar unas ideas, de que esas ideas se hayan podido trasladar a buena parte de la población y que hayan calado poco a poco. Entendemos que nuestro mensaje sí que ha calado a nivel nacional y local. Nuestras ideas tienen un crédito, y de eso sí estamos muy orgullosos, a pesar de que nuestro alcalde se empeñe de vez en cuando en intentar desacreditarnos con amenazas incluidas. Al final el tiempo nos va dando la razón en asuntos como la contaminación atmosférica o el cambio climático.

¿Están dispuestos a continuar otros 20 años o el tiempo que haga falta?

Claro que sí. Lo que nos hace falta es que haya nuevas incorporaciones porque de la gente que empezó al principio quedamos pocos y aunque se nos ha unido gente en este tiempo, hacen falta más.


Entrevista a Emilio Ganado Abad, Presidente de Ecologistas en Acción de Valladolid, realizada por Ana I. Martín y publicada por El Día de Valladolid, el 9 de mayo de 2005.