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Canal del Duero

Se inicia en Tudela la tercera fase de las obras en el Canal del Duero

Son unos trabajos que requieren la tala de la mayor parte de los árboles que acompañan al canal (en ocasiones tramos muy frondosos), lo que ha motivado la preocupación de los vecinos de las localidades cercanas

Lunes 19 de enero de 2004

Las máquinas han tomado las márgenes del Canal del Duero a su paso por Tudela para afrontar la tercera fase de una obra que lavará la cara -por primera vez de forma íntegra en sus más de ciento veinte años de historia- de una infraestructura hidráulica que lleva agua desde Quintanilla de Onésimo hasta casi Santovenia y que ofrece suministro a Valladolid, Laguna, Sardón, la industria Renault y riego a cerca de mil trescientos agricultores de la provincia. El presupuesto del proyecto es de 7,5 millones de euros.

Las obras en el tramo entre Tudela y el término municipal de Traspinedo (donde el canal se cruza con el río) comenzaron antes de Navidad y se prolongarán durante 18 meses, con lo que la previsión es que esta fase -que comprende ocho kilómetros- concluya en la primavera del 2005. Son unos trabajos espectaculares que requieren la tala de la mayor parte de los árboles que acompañan al canal (en ocasiones tramos muy frondosos), lo que ha motivado la preocupación de los vecinos de las localidades cercanas, que incluso han requerido información en los respectivos ayuntamientos respecto a la obra que se estaba llevando a cabo. Esta cuestión también fue tocada durante la junta que mantuvo el pasado fin de semana la asociación de regantes.

Algunos recuerdan que la Consejería de Agricultura tuvo que paralizar las obras de la primera fase, en 1999, ante el grave impacto ambiental causado con la tala «indiscriminada» de los primeros árboles. En aquel momento, varios regantes mostraron su desazón y desconfianza a que se iniciara la repoblación, «como prometieron en la zona de Laguna».

Recuperación

Desde la comunidad de usuarios concesionarios directos del Canal de Duero explicaron que las obras que se están ejecutando requieren esta actuación de tala de árboles, «pero se recuperará toda la masa arbórea existente en la actualidad,con la reforestación y la plantación de nuevas especies en el entorno del canal». Las obras en este tramo, que han requerido una inversión de 1,78 millones de euros -merced a un acuerdo con la Junta-, servirán para reforzar la conducción de agua, muy perjudicada por la erosión en las paredes internas, «lo que hacía peligrar la integridad física del canal», explica Rafael Hermida, técnico de la comunidad de usuarios. Las obras evitarán la fuga de agua en un torrente que nace con una toma inicial de 6 metros cúbicos por segundo. Los trabajos servirán también para renovar las tomas de riego, recuperar los puentes que se encuentran degradados, el tratamiento de ’zonas muertas’ -que evitarán que se formen vertederos improvisados-, intervenir en las sendas secundarias y ampliar los caminos de servicio que corren paralelos al canal.

En la actualidad estos caminos tienen metro o metro y medio de ancho en las zonas más amplias. El proyecto recoge caminos de hasta cinco metros de anchura al mismo nivel de los ahora existentes, «que permitirán el paso de vehículos para cualquier tipo de arreglo que sea necesario», pero que estará prohibido al tráfico con motor. «Sí que dejaremos pasear a las personas o circular en bicicleta, como muchos hacen ahora», indican los portavoces de los propietarios del canal.

La obra de recuperación contempla el traslado de arbolado al margen del camino (no asfaltado) y la plantación de nuevos ejemplares en los taludes. Entre otras especies, la zona se repoblará con chopos, pinos, fresnos, álamos, cedros o almendros.

Luis Soto, hasta la semana pasada secretario de la comunidad de regantes del canal, explicó que nada más cortar los árboles se comenzará a repoblar, «pues es algo que los propios regantes exigimos. El canal tiene que tener sombra, ya que en caso contrario la luz del sol favorece el rápido crecimiento de una planta que dificulta la circulación del agua, lo que perjudica al riego. Quizá en el canal no se note tanto, pero sí en las acequias que salen de él», explica. «Un árbol tiene la vida limitada y muchos de ellos, sobre todo los chopos lombardos, estaban en mal estado; con lo que la repoblación es la mejor solución», explica. Rafael Hermida reseñó que, con el beneplácito de la consejería de Medio Ambiente, se cambiarán especies caducas por plantas más jóvenes. Charo Cocho, de la comunidad de usuarios y concesionarios directos del canal, indica que éste es un ramal privado y que el proyecto se ha iniciado para «dar respuesta a un problema, mejorar su seguridad e impedir que Valladolid se quede sin agua. Pero para nosotros tan importante como el aspecto técnico es que el aspecto del Canal quede lo mejor posible», indicó.


Texto: El Norte de Castilla

Foto: Juan López Rodríguez «Johny»