Castilla y León es la región española con centrales térmicas más contaminantes

Según el informe «Calidad del aire en el entorno de las centrales termoeléctricas españolas», elaborado por Ecologistas en Acción a partir de la información facilitada por el Ministerio de Medio Ambiente y distintas Comunidades Autónomas, las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) provocadas por las cuatro grandes centrales termoeléctricas de Castilla y León han aumentado entre 2000 y 2002 el 4,5%, el doble que el incremento de su producción eléctrica. Las 284.775 toneladas de estos contaminantes emitidos en 2002 representan la quinta parte de los producidos en España por centrales térmicas.

De esta forma, Castilla León es la comunidad autónoma que más óxidos de nitrógeno vierte a la atmósfera, y la tercera con mayores emisiones de dióxido de azufre. Las centrales eléctricas de carbón de Anllares (León), Compostilla (León), La Robla (León) y Velilla del Río Carrión (Palencia) produjeron el 32% de las emisiones de NOx atribuibles a Grandes Instalaciones de Combustión en toda España durante 2002.

Cuadro 1: Emisiones de las centrales térmicas de Castilla y León (2000-2002)

Las elevadas emisiones de estos contaminantes y otros como las partículas o los metales pesados están degradando la calidad del aire en buena parte de la montaña leonesa-palentina y El Bierzo, incluyendo localidades como Guardo, Ponferrada o León capital. De hecho, en 2001 y 2002 se han superado los valores límite para la protección de la vegetación y los ecosistemas y los valores tolerados para la protección de la salud humana en varias estaciones de control de la contaminación atmosférica del entorno de las 4 grandes centrales térmicas regionales.

El caso más llamativo es el del entorno de la localidad leonesa de La Robla, que durante 2002 y por segundo año consecutivo registró varias superaciones de los umbrales de alerta legalmente establecidos para el dióxido de azufre, sin que por parte de las autoridades autonómicas se procediera a paralizar el funcionamiento de la central térmica de La Robla, propiedad de Unión Fenosa, y ni siquiera se informara como es preceptivo a la población afectada. La situación ha podido ser todavía peor en el entorno de la central térmica de Compostilla, junto a Ponferrada (León), que cuenta con 8 estaciones de control de la contaminación atmosférica propiedad de ENDESA cuyos datos aún no han sido dados a conocer por la Junta de Castilla y León, a pesar de haber sido reiteradamente solicitados por esta Federación.

Por todo ello, Ecologistas en Acción ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León la elaboración de los Planes de Saneamiento Atmosférico previstos legalmente en estos casos, así como la publicación del único al parecer confeccionado hasta la fecha, el de la central térmica de La Robla, cuyo contenido y situación administrativa es completamente desconocida para los afectados.

Cuadro 2: Superaciones de los niveles de contaminación tolerados (2001-2002)

Los óxidos de azufre y de nitrógeno se relacionan con enfermedades respiratorias (disminuyen la resistencia a las infecciones, aceleran el envejecimiento del pulmón y facilitan el desarrollo de enfermedades crónicas) y dan lugar a las lluvias ácidas, que producen graves daños sobre los ecosistemas, trasladándose a grandes distancias de las instalaciones donde se emiten. Los NOx son precursores de ozono troposférico, a su vez un potente contaminante que alcanza niveles muy altos en verano.