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Informe sobre contaminación por ozono en 2022: resultados para Castilla y León

La contaminación del aire por ozono repunta en Castilla y León por efecto del cambio climático

Las redes del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León no están optimizadas para la medición del ozono, lo que restringe su representatividad

Miércoles 26 de octubre de 2022

  • Finalizadas las restricciones de la movilidad por la crisis de la COVID-19, las intensas y prolongadas olas de calor estivales de 2022 han elevado las puntas de ozono, recuperando los niveles habituales en los años anteriores a la pandemia.
  • El informe anual sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población y del territorio de Castilla y León han estado expuestos este año a unos niveles insalubres de este contaminante.
  • La Junta de Castilla y León sigue sin adoptar medidas eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que eviten los episodios puntuales y reduzcan los elevados niveles de fondo del contaminante más ligado al cambio climático.

Comunicado Ecologistas en Acción Castilla y Leo, 25-10-2022.

El informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2022 en 490 estaciones oficiales de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 31 situadas en Castilla y León.

En lo que respecta a Castilla y León, entre sus principales conclusiones, destacan:

– El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata por tanto de un contaminante secundario que en verano afecta a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana e industrial.

– El ozono troposférico sigue siendo el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con las altas temperaturas. Durante 2022, sus niveles han repuntado respecto a los dos años de la pandemia (2020 y 2021) como consecuencia de las tres intensas y prolongadas olas de calor del verano, el más cálido desde al menos 1961, recuperando las concentraciones habituales en los años anteriores a la crisis sanitaria.

– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2022 a la totalidad de la población y del territorio castellano y leonés.

– Si se considera el valor objetivo trienal establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, no habría población que haya respirado aire contaminado por encima del estándar legal en el periodo 2020-2022, con arreglo a los criterios del informe.

– La frecuencia de las superaciones del estándar legal ha sido algo superior a la de los años previos a la pandemia, con un aumento del 3 % en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Castilla y León, mientras han disminuido un 19 % las superaciones de la recomendación de la OMS, respecto al mismo periodo.

– El empeoramiento de la situación ha sido en especial relevante en León, el Bierzo, la Cuenca del Ebro, la zona Duero Sur y el Valle del Tiétar y Alberche. Además, en 2022 se han producido ocho superaciones del umbral de información en Medina de Pomar (Burgos), El Maíllo (Salamanca), Peñausende (Zamora) y San Martín de Valdeiglesias (Madrid), coincidiendo con la ola de calor de julio, y en El Maíllo con un gran incendio forestal.

– El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el incremento de las temperaturas, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la AEMET en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros “inconvenientes” ambientales entre los que en 2022 hay que destacar en España los virulentos incendios forestales.

– La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Durante el verano de 2022, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Castilla y León 580 muertes atribuibles a las elevadas temperaturas y a la mayor exposición asociada al ozono. Las personas más afectadas son niñas y niños, mayores, embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.

– El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

– La información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. Las redes del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León no están optimizadas para la medición del ozono, lo que restringe su representatividad. Y durante los episodios de muy elevada contaminación de mediados de julio, la Junta de Castilla y León se limitó a difundir avisos rutinarios.

– Los planes autonómicos de calidad del aire para reducir la contaminación por ozono son obligatorios, según la legislación y el Tribunal Supremo. El Plan de Mejora de la Calidad del Aire por Ozono Troposférico en Castilla y León, aprobado en diciembre en cumplimiento de la sentencia de 2018 del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, es un documento genérico común para toda la región, sin valor normativo ni medidas concretas, programadas y presupuestadas, por lo que Ecologistas en Acción lo ha impugnado judicialmente.

– Pocas ciudades cuentan con protocolos de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono. El de Valladolid es el único que contempla y ha aplicado este verano medidas de limitación del tráfico en episodios de elevada contaminación.

– Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y el apoyo a las energías renovables en sustitución de las fósiles. También es necesario reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y una moratoria para las grandes explotaciones ganaderas intensivas.

– A dos meses para que venza el plazo para que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, pocas han cumplido esta obligación legal, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello. Ecologistas en Acción pide a los alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos sobre cálculos electorales poco justificados.

– La crisis de la COVID-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria y los edificios son las mejores herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales, también en el caso del ozono. La dramática situación creada por la pandemia ha corroborado que la reducción de las emisiones de precursores sí es efectiva para combatir la contaminación por ozono.

Informe completo y resumen: https://www.ecologistasenaccion.org/210886


Ver en línea : Comunicado confederal: La contaminación del aire por ozono repunta en España por efecto del cambio climático