COMUNICADO DE LA PLATAFORMA POR LAS LIBERTADES DE VALLADOLID
7 septiembre 2017
Ordenanza mordaza: El Ayuntamiento de Valladolid se obstina en perseguir la libertad de expresión
La Plataforma por las libertades de Valladolid, formada por Anticapitalistas Valladolid, Ateneo Republicano, Bloque Obrero, CGT, CNT, Comunistas de Castilla, Ecologistas en Acción, Izquierda Castellana-IZCA, Parados en Movimiento, Partido SAIN, Podemos Valladolid y Yesca, desea expresar su posición respecto a la “Ordenanza municipal para la protección del medio urbano” que ha sido aprobada inicialmente por el Pleno municipal hoy 7 de septiembre de 2017 y que viene a dar continuidad a la ordenanza para la protección de la convivencia y la prevención de conductas antisociales del Partido Popular de León de la Riva.
Esta Plataforma no ha participado en ningún momento en la redacción del mencionado borrador al haber expresado activamente su total oposición a que la ciudad necesitara de cualquier ordenanza municipal de este tipo, por más que ahora se la vista como “para la protección del medio urbano” y al solicitar al Ayuntamiento -ahora dirigido por el PSOE y Toma la Palabra, con el apoyo de Sí se puede Valladolid- que simplemente derogara la aprobada por el anterior gobierno municipal del Partido Popular y no la sustituyera por otra.
Aun así, tras estudiar atentamente la “nueva ordenanza” que hoy aprueba inicialmente el Ayuntamiento nos ratificamos en nuestra posición al entender que no sólo es innecesaria desde el punto de vista de la regulación de las conductas de las personas en el medio urbano -al ser reiterativa respecto a otras ordenanzas municipales- sino, y esto es lo importante, porque dota al Ayuntamiento de la capacidad de perseguir y castigar conductas amparadas en el ejercicio de la libertad política y reivindicativa.
No discutiremos la capacidad “legal” que pueda tener el Ayuntamiento para poder aprobar y usar este tipo de ordenanzas pues desde el Estado central se les ha otorgado esta posibilidad. Lo que rechazamos de plano es la persecución de la acción política con la consiguiente pérdida de derechos fundamentales.
No nos extraña, por tanto, que la “nueva ordenanza para la protección del medio urbano” sitúe en primer lugar toda la justificación legal que tiene para su puesta en marcha y, aun sin mencionarla, coloque a la Ley de seguridad ciudadana (“Ley mordaza”) como uno de sus amparos legales. Esa ley denostada hasta la saciedad por sus devastadores efectos sobre la libertad de expresión y que iba a ser “derogada” por una mayoría en el Parlamento estatal favorable a ello, es el principal soporte legal para la ejecución de las disposiciones municipales y, no nos olvidemos, aprobada por grupos políticos que se supone están en esa mayoría parlamentaria.
La reaccionaria y antidemocrática ordenanza municipal del PP se mantiene con ligeros retoques de maquillaje con esta nueva promovida por el PSOE y Valladolid toma la Palabra y hoy aprobada inicialmente también con el apoyo de Sí se puede Valladolid.
Los efectos sobre el andamiaje represor del estado central se refina con estas ordenanzas. A la persecución penal se añade ahora la administrativa municipal con sus propias tablas de sanciones económicas. Si te salvas de una, difícilmente te salvarás de la otra.
La “administración más cercana al ciudadano” se le acerca tanto que le mantiene bajo lupa, vigilando a través de la policía propia cualquier conducta que, bajo la excusa obscena de mantener reluciente el medio urbano, sea motivo para imponer sanciones dinerarias y, de paso, segar las libertades públicas o quizá, sea exactamente al revés.
Esta “expansión” del papel represivo del estado central a través del estado periférico no dota de más autonomía a los municipios en lo que es importante: la protección de los derechos fundamentales sino que recentraliza los poderes públicos a cambio de una mayor capacidad autónoma de financiación municipal a través de las sanciones económicas y, paradójicamente, en lo secundario, establece una multitud de reglamentos tan dispares y hasta contradictorios como municipios existan y así, lo que está permitido en una localidad, puede estar completamente prohibida en otra con la consiguiente perplejidad de las personas.
Esta Plataforma se ratifica punto por punto en su posición inicial y rechaza de plano la “nueva ordenanza mordaza” recién aprobada inicialmente por el Pleno municipal al suponer un gravísimo atentado a libertades y derechos fundamentales de la ciudadanía.
Una ordenanza que se coloca del lado de los enemigos de toda acción política reivindicativa en defensa de los derechos de las personas, de denuncia en las calles de la situación penosa que numerosos colectivos y personas padecen y hace suya aquella fatal consigna de “Paredes mudas como en la dictadura”.
Plataforma por la Libertades de Valladolid
¡NO A LA ORDENANZA MORDAZA!