Panamá, Año X, N° 243
23 de octubre de 2012
Desde Roma, Italia, donde se encuentra, el Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, ha enviado un mensaje al pueblo panameño ante la barbarie que está cometiendo el gobierno de Martinelli en la Provincia de Colón, y en el nos dice literalmente lo siguiente: “No hay medio más eficaz para resolver los problemas que el diálogo”. Estamos absolutamente de acuerdo en ello, excepto en que el Arzobispo olvida que ha sido el gobierno quien, sin mediar consulta alguna, ha impuesto la ley que posibilita la venta de las tierras de la Zona Libre de Colón, aprobándola, sancionándola y promulgándola en un brevísimo tiempo. Proceso que se realizó mediante burlas y ofensas proferidas por esa vergüenza nacional que es el Presidente de la Asamblea Legislativa, y el precipitado abandono del país del Presidente de la República, incurriendo así en un desprecio inaceptable del pueblo panameño.
De igual manera, luego del estruendo fracaso del gobierno en su intento de negociar con las fuerzas vivas de la Ciudad de Colón sin haber derogado previamente la ley impuesta, ahora ofrece modificar la misma para que ingrese al Fideicomiso el 100% de los ingresos de la venta de las tierras. Parece no entender el gobierno tramposo que lo que la población rechaza de plano es la venta de dichas tierras y en absoluto está solicitando el aumento de porcentaje que recibiría el Fideicomiso.
Ellos piden negociar “sin precondiciones”, pero no derogan la precondición que significa la vigencia de una ley impuesta. Nos llaman a sentarnos a negociar, cuando en verdad lo que buscan es alargar el diálogo tramposo para llevarlo hasta las fiestas patrias, diluyendo así la fuerza de la protesta. No hay diálogo posible sin la derogatoria de una ley que ha cobrado muertes, sangre y dolor, tal cual hicieron en Changuinola y San Félix las mismas autoridades asesinas.
El pueblo panameño, y en especial el pueblo colonense, este último tan insultado y vilipendiado por los representantes de la dictadura civil, ni es tonto ni dejará que le compren su conciencia. En razón de ello, el Movimiento Democrático Popular propone a la ciudadanía, y a los heroicos luchadores colonenses, la siguiente propuesta:
- Derogatoria de los artículos que posibilitan la venta de las tierras de la ZLC.
- Prohibición de la venta de las 230 hectáreas que han anexado a la ZLC, para evitar así el gigantesco negociado que pretenden realizar con ellas los sinvergüenzas de siempre, y que todos sabemos quiénes son.
- Libertad inmediata para todos los detenidos e indemnización para los heridos y familiares de los civiles asesinados.
- Creación de un Fideicomiso para pagar la deuda social e histórica que los gobiernos panameños tienen con los colonenses, al que debe de ingresar la totalidad los dineros que año tras año genera la ZLC y que el gobierno ingresa en el Presupuesto Nacional.
- El aumento de los cánones de arrendamiento a razón del 10% anual durante cinco años, tal cual señala la ley impuesta, dineros que deben de ingresar íntegramente al Fideicomiso.
- Un aporte anual de Estado por el mismo monto que sumen los ingresos generados por la ZLC, más los nuevos ingresos provenientes del aumento del canon de arrendamiento.
- La regencia del Fideicomiso debe recaer en un (1) representante de la Cámara de Comercio de Colón, un (1) representante de los usuarios de la ZLC y tres (3) representantes del Frente Amplio de Colón, quienes decidirán la prioridad y monto de los proyectos de total renovación habitacional de las casas condenadas de Colón, la rehabilitación urbana de sus calles y el servicio de agua potable para la toda la ciudad.
Llegó la hora de comunicarle a esta dictadura civil que tenemos que ser respetados, y que los gobiernos están para servirle a pueblo y no al revés. Que la sangre derramada no quedará impune, y que el pueblo colonense se hartó de tanto engaño, abuso, atropellos y olvidos.
Salgamos todos en manifestación y acciones de protesta para dar nuestro apoyo solidario al pueblo colonense, que lucha desesperadamente por proteger lo que nos pertenece a todos los panameños.