ULTIMAS PUBLICACIONES
Home / Editoriales Anteriores / TODOS CONTRA EL TLC

TODOS CONTRA EL TLC

Panamá, Año III, No. 60

14 al 20 de junio de 2004

– Convocada para el miércoles 16 una gran movilización contra el TLC –

El próximo miércoles 16 de junio, luego de concentrarnos en la Escuela República de Venezuela a partir de las 3.00 PM, iniciaremos a las 4.00 PM una gran movilización hacia la Presidencia de la República. Convocada por los gremios docentes, participarán en la misma la ANAVI, distintos gremios de trabajadores y profesionales, así como organizaciones campesinas, ecologistas y estudiantiles, así como un sector de los productores agropecuarios. Se trata de la primera gran movilización contra la imposición del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, impulsada por un heterogéneo conjunto de organizaciones sociales que han hecho conciencia de las nefastas consecuencias que pagaremos todos si dicho tratado se llegara a firmar.

Tan graves son las consecuencias que el gobierno norteamericano y sus servidores mireyistas han tenido que cubrir, bajo el manto del más estricto secreto, todo lo concerniente a la infame entrega de la nación. Por lo demás, se trata de un tratado firmado a perpetuidad, que cuenta con el aval de Alejandro Ferrer, futuro Ministro de Comercio de Martín Torrijos.

El desmantelamiento del Estado Nacional

Con este tratado se pretende desmantelar el sector agropecuario para entregarlo a la voracidad insaciable de las multinacionales comercializadoras de la subsidiada producción norteamericana. Decenas de miles de puestos de trabajo se perderán, creciendo con ello la marea de desempleados que ya ahoga al país. El incremento de la migración campesina a la capital será inevitable, como inevitable será el surgimiento de nuevos bolsones de miseria que exacerbarán la desesperación social y la violencia urbana.

También aspiran a desregular aún más el código de trabajo. Así podrán aprovechar el desaforado aumento de la demanda por un puesto de trabajo para entonces reducir los actuales salarios de miseria, y de paso reventar las débiles organizaciones sindicales y gremiales existentes. Se habrán dado de esa manera las condiciones más favorables para imponer una ley general de sueldos que unifique a la baja los salarios de los funcionarios públicos y elimine las leyes especiales que garantizan la estabilidad y los aumentos periódicos en instituciones tales como las educativas (maestros, y profesores de educación media y superior), la Caja de Seguro Social, contraloría, salud, etc.

Los profesionales tampoco escapan a la debacle. Más de treinta profesiones serán desnacionalizadas, posibilitándose la entrada sin trabas al país de las grandes multinacionales norteamericanas dedicas a los servicios profesionales de abogacía, ingeniería, arquitectura, enfermería, medicina, docencia, etc. Ya la Universidad de Panamá ha puesto el grito en el cielo, y sus autoridades tendrán que sumarse a la lucha nacional contra el TLC.

Un último ejemplo. Con el desparpajo propio del mítico mercader de Venecia, los norteamericanos les han planteado a los «negociadores panameños» la exigencia de un trato preferencial para sus empresas en las contrataciones de la futura ampliación del Canal de Panamá. Quede claro, pues, que la ampliación ya ha sido decidida y que el futuro referéndum no será más que una farsa. Quede claro, también, que los excedentes generados por el Canal (más de mil millones en los últimos tres años) se los apropiaran las empresas norteamericanas durante los próximos veinte o treinta años, como pago de las obras faraónicas que realizarán en su propio beneficio. Nuestra recién recuperada soberanía sobre el Canal será enajenada a las multinacionales norteamericanas y a las grandes corporaciones navieras.

Estado Nacional o Estado semicolonial

Sometido desde la dictadura a las imposiciones de las políticas económicas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el Estado panameño ya perdió desde hace décadas su soberanía financiera. Son esos organismos los que deciden en qué, cuándo y cuánto puede invertir el Estado. Posteriormente, la partidocracia neoliberal enajenó, en favor de las multinacionales, las grandes empresas públicas de electricidad, telefonía, puertos, cementos, etc. De esa manera se nos expropió la soberanía sobre los servicios públicos básicos y nuestra infraestructura estratégica. Y ahora con el TLC pretenden apropiarse de nuestra soberanía alimentaria, y transformar, por otra parte, a nuestros profesionales en proletarios de sus multinacionales. Luego, a corto plazo, vendrá la privatización integral del sistema público de salud y educación y el de los fondos de jubilaciones, así como la «tercerización» (privatización encubierta) del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN).

Con el TLC pretenden completar la tarea de desmantelamiento del Estado Nacional, para así convertirnos sin tapujos ni velos en una semicolonia norteamericana. No será un destino distinto al que en la actualidad le han impuesto al sufrido pueblo de Irak. Son las consecuencias lógicas de la globalización neoliberal impuesta a sangre, fuego y hambre por la potencia hegemónica.

Derrotar al TLC es posible y necesario

Los beneficiarios «panameños» del TLC son unos cuantos multimillonarios vinculados a las cadenas de supermercados, y otros pocos productores agrícolas e industriales protegidos y subvencionados con dinero público, además de un par de empresas constructoras que harán de socios locales en la ampliación del Canal. Los perjudicados seremos la inmensa mayoría. Se trata, por tanto, en lo interno, de la lucha de la nación contra sus verdugos; y en lo externo, de la nación contra los nuevos colonizadores. De ahí que la Alianza Nacional por la Vida (ANAVI) constituya, ajena a concepciones miopes y sectarias, el instrumento popular y ciudadano necesario y adecuado para derrotar a los enemigos internos y externos del Estado Nacional.

Si hacemos retroceder al TLC, gracias a la conciencia, organización y movilización del pueblo panameño, habremos iniciado el camino para la recuperación de las empresas y bienes privatizados, así como para impedir la privatización de la educación, la salud pública y los fondos de jubilaciones. Con ello le daríamos un golpe de muerte a los que pretenden enajenar nuevamente nuestra soberanía sobre el Canal de Panamá y habríamos dado un paso adelante, de enorme importancia estratégica, en la afirmación de lo público frente a lo privado. Ellos lo saben y nosotros también.

¡ Todos a la movilización del miércoles !
¡ Todos y todas contra el TLC !

About admin

Enviar una respuesta

Su dirección email no será publicada. Required fields are marked *

*

Scroll To Top