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DR. MIGUEL ANTONIO BERNAL: UNA CANDIDATURA PARA CONSTRUIR UN MOVIMIENTO

Panamá, Año VIII, No. 206

18 al 24 de enero de 2009

 

En Panamá, las elecciones son un terreno excluyente de corrientes ciudadanas y populares. Su reglamentación está hecha para que sean únicamente los sectores económicamente poderosos quienes puedan participar, a través de un sistema de partidos políticos de casi imposible constitución para el común de los ciudadanos. Esa partidocrácia sustituyo al desgastado sistema político que tenía como centralidad la cúpula de las Fuerzas de Defensa hasta la invasión norteamericana de aquel aciago 20 de diciembre de 1989.

Esos partidos políticos defienden las privatizaciones hechas y las que están en la mira, como las de la salud, la educación y el IDAAN, postergadas en su culminación por la resistencia hasta ahora encontrada. Para que la ciudadanía tenga que escoger  gobernantes salidos exclusivamente de esa partidocrácia neoliberal, se exige en las normas electorales, para constituir un partido, una cantidad de inscritos muy superior al requerido para tal fin en países como México, de calle con un número muy superior de electores que el nuestro. No bastando tal obstáculo, la forma de recoger tales firmas, de ciudadanos no inscritos en ningún partido, ya no es ya casa por casa sino en oficinas y puestos de Tribunal Electoral, con lo cual se termina de impedir que corrientes ciudadanas y de escasos recursos puedan superar tales obstáculos para así ejercer su derecho a la participación en los torneos electorales.

El actual sistema, pactado de común acuerdo entre todos los partidos políticos sin excepción, llega a tal desparpajo que restringe sus derechos a quienes sean independientes, como ha demostrado el esfuerzo que ha encabezado en tal sentido el Dr. Juan Jóvane, a quien el Tribunal Electoral, violentando la propia Constitución Nacional, le ha negado, en fallo dividido, su inscripción como candidato independiente a la primera magistratura.

El proceso electoral está además configurado como un gran negocio, del cual solamente participan con posibilidades quienes dispongan de cuantiosos capitales para malgastar sumas millonarias en darse a conocer, excluyendo por lo tanto a quienes no dispongan de esos recursos económicos. Es un contrasentido completo que siendo todas las frecuencias de radio y televisión propiedad del Estado, no sea obligación de las empresas concesionarias otorgar a las diversas candidaturas, de manera igualitaria y gratuita, tiempo aire para dar a conocer sus planteamientos y aspiraciones.

Es decir, la partidocracia ha separado de lo público el evento electoral, creando los mecanismos para que sea terreno exclusivo de quienes pertenecen o responden a las clases dominantes del país. Aspiran a estar solos en ese campo, para mejor engañar a los electores. Es decir, han monopolizado ese terreno para utilizarlo como otro peldaño en el sometimiento en el que mantienen a este pueblo.

De allí que desde sectores ciudadanos se proponga la necesidad de crear un partido político alternativo, que permita participar en tales procesos para, aprovechando la atención que los electores le dispensan al evento electoral, impulsar la lucha contra la partidocrácia en ese terreno. Para que ese esfuerzo no sea fallido por efecto de las restricciones vigentes, hay que abandonar el criterio de que los gremios y asociaciones no deben participar en política electoral.

Por el contrario, parte de la labor de concienciación en toda lucha reivindicativa debería ser generar el espacio para salir de esa coyuntura con el convencimiento de que no basta la exigencia de demandas, si a la vez no las llevamos al terreno electoral, presentando candidatos propios que enfrenten a quienes nos las niegan en el momento de las luchas.

Habida cuenta de la ausencia hoy de ese instrumento político, corrientes ciudadanas como la que encabeza el Dr. Miguel Antonio Bernal, ante los obstáculos para las candidaturas por la libre postulación, se han visto en la necesidad de ser postulados por la vía de un partido de los actualmente existentes, manteniendo su discurso y accionar independiente.

Incursiones como estas merecen ser percibidas como esfuerzos en el camino de aglutinar las fuerzas ciudadanas suficientes para avanzar en la construcción de un partido político distinto, que ayude a elevar las luchas reivindicativas al terreno de cuestionar el poder existente. Esa tarea no puede dejar de ser emprendida en este 2009, para dar inicio a un caminar, con tiempo, que haga posible surgir un instrumento tan necesario para que la ciudadanía pueda dar también la pelea en la arena política. El retraso en lograr ese instrumento de participación es lo que permite que opciones tan reaccionarias como la representada por Martinelli, se propongan ocupar el espacio de los independientes.

Ahora, el hecho de que Martinelli se vea obligado a presentarse como independiente revela que está abierta una crisis de credibilidad del conjunto del sistema basado en la partidocrácia, es decir, se han vuelto instrumentos poco eficientes para concitar consenso entre la ciudadanía para mantenerla engañada. Esa misma crisis es la que se manifiesta en el PRD, en una campaña sin ideas que enganchen ni candidata que entusiasme. También se expresa en la imposibilidad del panameñismo de remontar la impronta del gobierno corrupto de Mireya Moscoso, como lo revela la tendencia  sostenida a la baja en las encuestas.

Ello indica la existencia de enormes posibilidades que, a partir de esfuerzos como la campaña a la Alcaldía del Dr. Miguel Antonio Bernal, se abren para que sectores importantes de la población puedan ser convocados a la organización de un movimiento sociopolítico de ciudadanos.

Necesariamente socio político por dos razones. La primera, porque mantendría como norte el dinamizar y acompañar las luchas y movimientos sociales; la segunda porque se constituiría para que esas luchas se planteen sacar a la partidocracia neoliberal del poder, participando también electoralmente. No estamos hablando de algo tradicional, como los partidos actuales, sino de un movimiento ciudadano que luche y que con su existencia, pueda ser también el canal de participación electoral que hoy miles echan de menos.

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