Buscando Camino Buscando Camino
Panamá, Año VII, No. 198
9 al 15 de noviembre de 2008
El fin de año encuentra a la partidocracia en plena faena. Las encuestas revelan el desgaste de la gestión de Martín Torrijos, así como la tendencia al alza de la candidatura del empresario Ricardo Martinelli. Este último se ha dedicado en toda su propaganda a capitalizar el profundo descontento existente, repitiendo lo que la calle dice, así como cultivando una imagen de independiente, consciente del rechazo y descrédito de la partidocracia. No es casual que su multimillonaria campaña en los medios, oculta una y otra vez el ser el candidato de un partido de su propiedad, así como de otro tan tradicional como receptor de la censura popular.
Aún más. Una atenta lectura de las encuestas revela el traspaso de votos depositados a favor de la candidatura conservadora de Juan Carlos Navarro, del PRD hacia Martinelli, lo que explica en parte también su reciente alza en desmedro de la candidatura de la Ingeniera Balbina Herrera.
Pero algo más gordo parece estarse cocinando en las alturas. Son manifiestas en los corrillos del poder, las ambiciones del actual presidente de acortar las restricciones constitucionales que le impiden correr nuevamente para ocupar el Palacio de la Garzas en el 2014. Para ello apelaría a una reforma de la Carta Magna vía la aprobación de tal modificación por la Asamblea saliente y la entrante.
Un triunfo del PRD, por la razón del lógico desgaste que implican dos períodos sucesivos gestionando el Estado, haría difícil tal aspiración reeleccionista hacia ese 2014. También sería una situación comprometida por efecto del poder que tendría una presidenta electa, de querer entorpecer tales aspiraciones. Se habla abiertamente que el presidente se inclinaría por una derrota de la candidata del PRD que lo dejara en una posición de fuerza a lo interno de su colectivo, en beneficio de sus particulares objetivos.
Las tensiones que se están desarrollando en la maquinaria electoral más importante de la que dispone el sistema de la partidocracia hasta ahora, comienza a hacer aflorar roces que revelan la magnitud de la crisis que puede sacudir al PRD. Nos referimos al incidente público ocurrido el tres de noviembre entre el presidente y el alcalde Navarro.
Este aprovecha la ocasión para criticar la gestión gubernamental en materia de seguridad, al finalizar el discursoe ir a saludar al presidente, recibe de este una reprimenda que es respondida, terminando el presidente por darle la espalda y el alcalde por retirarse del asiento al lado del mandatario, todo ocurrido de manera pública y ante la mirada estupefacta de los presentes. Es la tensión entre dos posibles contendientes en las siguientes elecciones a las del 2009.
Una decisión presidencial de condenarlo al ostracismo, como parece estarse gestando, podría incluso conllevar un ruptura del PRD, si prosperara una no tan imposible oferta de Martinelli para que el alcalde Navarro fuera su vicepresidente. Ello implicaría una casi segura derrota de la candidatura de la Ingeniera Balbina Herrera, y la coartada perfecta para que el actual presidente responsabilizara de ello al posible tránsfuga, mientras ve avanzar sus planes íntimos.
Por su parte, la propaganda de la candidata del PRD, vacía de toda sintonía con las aspiraciones y sufrimientos de este pueblo, revela su cordón umbilical con el gobierno de quien apuesta por su fracaso. No hay un gramo de planteamiento propio que la aleje de la gestión gubernamental, con lo cual se condena a recibir el castigo electoral correspondiente.
Dos hechos merecen un comentario alentador. Uno, la candidatura presidencial del Dr. Juan Jované. Expresa la voluntad de confrontar la partidocracia e introducir los temas acuciantes de la ciudadanía en el debate electoral. Vetada por el Tribunal Electoral, apuesta por ser instrumento que confronte las restricciones electorales, desde la perspectiva de que la Constitución no establece como condición pertenencia a partido político alguno para ser candidato al solio presidencial.
El discurso y el perfil que corresponde con la tarea de lograr una mayor audiencia, es el expresar a los independientes y el sentir ciudadano harto de la partidocracia. Siendo conscientes que es un esfuerzo cuando el devenir electoral ya ha avanzado, debe entenderse como una contribución a la tarea de construir un movimiento político y electoral, que permita elevar de una vez por todas las luchas reivindicativas al terreno electoral, subsanando esa carencia tan grave.
De la misma manera hay que considerar la tesonera labora del Dr. Miguel Antonio Bernal en pos de la alcaldía del distrito capital, esfuerzo que también apuntaría al surgimiento de un movimiento ciudadano contestatario a las restricciones impuestas por el código electoral. Y no son los únicos, pues tanto en las ciudades de Panamá y Colón se están gestando candidaturas independientes.
Bienvenidas ellas, necesariamente convocadas a confluir en un movimiento que demande la democratización del régimen de exclusión instaurado por la partidocracia imperante.
