Buscando Camino Buscando Camino
Panamá, Año VII, No. 188
29 de Junio al 5 de julio de 2008
Entre el 14 y el 18 de junio la empresa Unimer Research International realizó una encuesta, por encargo del periódico La Prensa, que luego se ha publicado el pasado domingo 20 de junio en el suplemento El pulso de la nación. Los resultados de la misma no han podido ser más reveladores: Torrijos y su gobierno se han desbarrancado ante la opinión publica.
El 61% de los encuestados afirma tener una pésima y negativa opinión de la gestión de Torrijos. En otras palabras, el presidente Torrijos gobierna en contra de la opinión de una gran mayoría de los ciudadanos, y por ello merece una censura sin paliativos. Pero el asunto es aún más grave cuando se le pregunta a los encuestados su valoración sobre la acción del conjunto del gobierno: el 86% la califica entre regular y muy mala. Lo que deja claro el rotundo rechazo de la ciudadanía en general de la gestión del gobierno Torrijos/PRD.
Coherente con las valoraciones anteriores, el 83% de los encuestados afirman que Torrijos gobierna en beneficio “de algunos pocos”, lo que se corresponde con el descontento que manifiesta un 74% que afirma que el gobierno administra los fondos públicos muy deficientemente.
Por otra parte, el 76% de los encuestados señala que los problemas que tiene el país no se resuelven por razón de la ignorancia o negligencia del gobierno. Queremos señalar que los encuestados no tenían opción de responder de otra manera, por lo que la pregunta realizada por empresa Unimerestaba, cuando menos, mal formulada. La respuesta correcta se desprende lógicamente de la valoración que hace un 83% de los encuestados cuando afirma que “Torrijos gobierna a favor de algunos pocos”. Esa es la verdadera razón del por qué no se resuelven los problemas del país, ya que en verdad se gobierna para unos pocos con desprecio absoluto de la inmensa mayoría de los panameños.
Significativa y determinante es el señalamiento del 97% de los encuestados que afirman que el gobierno Torrijos es corrupto. Una valoración objetiva de todas las anteriores respuestas le otorga al gobierno una calificación de 1.3 sobre 5, lo que expresa un rotundo fracaso.
Pero a contrapelo de lo que piensan algunos, el 72% de los encuestados admiten que le es indiferente la persona que gane las próximas elecciones. En otras palabras, crece la conciencia sobre la farsa electoral de la partidocracia neoliberal. ¿Por qué entonces seguimos votando por los candidatos de esos partidos?Por la sencilla razón de que no existen otras opciones, dado que el código electoral impuesto por la partidocracia neoliberal cierra todas las puertas a la libre expresión de la voluntad popular.
¿Por qué se desbarrancan cuatro años después y no antes?
Los que insisten en responsabilizar al pueblo panameño por los gobiernos que han surgido de las “elecciones democráticas”, e incluso se empeñan de calificarlo como “ramplón y deshonesto”, deberían reflexionar muy seriamente, si quieren ser objetivos, sobre las posibilidades efectivas que ofrece el código electoral para que los panameños puedan escoger en verdadera democracia y libertad a sus gobernantes. Las únicas opciones posibles son las del mal mayor y el mal menor, que resulta ser, ésta última, casi siempre, la peor de las opciones. Y para muestra el gobierno de Torrijos. Huyendo del guatemala panameñista del gobierno cleptocrático de Mireya, el pueblo no tuvo otra opción que el guatepeor del gobierno de Torrijos.
¿Y por qué ahora es cuando el pueblo expresa su verdadera valoración del gobierno Torrijos? Para contestar a ello tómese en cuenta que “lo último que sepierde son las esperanzas”, y en su desesperación este pueblo vive esperanzado, aunque “el que espera desespera”, y faltando un año de gobierno está cansado, desesperado de esperar. Por ello manifiesta ahora lo que viene percibiendo desde comienzos de este gobierno, aunque, por ilusionado, le ha costado abandonar sus falsas ilusiones.
La encuesta pone de manifiesto que de nada le han servido a Torrijos sus clientelistas proyectos de “red de oportunidades”, “productos compitas” y otras sinvergüenzuras. Este pueblo “ramplón y deshonesto” no ha pasado por alto la corrupción generalizada, las políticas orientadas al enriquecimiento de unos pocos y el empobrecimiento de las mayorías, la impunidad de familiares, socios y amigos, la criminalización y represión de la protesta popular, la quiebra del sistema educativo y el intento de mercantilizarlo próximamente, los intentos de profundizar la privatización del sistema de salud público, y la descarada intención de realizar un mega negociado con el propuesto sistema de Transmóvil, tal cual han hecho con la Cinta Costera, la autopista Panamá-Colón, etc.
Este pueblo puede ser efectivamente ignorante e inculto por responsabilidad que les corresponde a los gobiernos que lo dominan, obligado al “juega vivo” y al “sálvese el que pueda” por necesidad de sobrevivir e imitación de las conductas de la clase dominante, arrojar basura a la calle porque a las autoridades les importa un rábano la educación ambiental y de salud, cerrar vías para reclamar lo que de otra forma ninguna autoridad escucha o atiende, obtener certificados médicos sin atenderse por responsabilidad de los médicos que los expiden y los colegios profesionales que lo toleran, en fin, este pueblo puede ser muchas cosas, pero ni es pendejo ni responsable de sus desgracias y sufrimientos. Que quede claro, como claro le ha quedado a Torrijos que se desbarrancó.
