Buscando Camino Buscando Camino
Panamá, Año VII, No. 185
8 al 14 de Junio de 2008
Aplastada la dictadura militar por la invasión norteamericana –que ahora resulta que nadie quiso-, y traicionadas las aspiraciones democráticas de convocar una Asamblea Constituyente Soberana que desmontará todo el andamiaje jurídico-político de la dictadura, para así abrirle paso a una auténtica democracia en la que el pueblo fuera el verdadero y único propietario de su destino, se nos impuso por arte de engaño el actual régimen político partidocrático de democracia recortada y excluyente. Con ello, las clases dominantes y sus aparatos partidistas se garantizaban en exclusiva el reparto del pastel del Estado y la ejecución de una política económica enriquecedora de pocos y empobrecedora de muchos.
La imposición de las políticas neoliberales
Esa política económica ha tenido y tiene por ejes centrales la apertura del espacio económico nacional, cuyo broche de oro será la aprobación por parte de los Estados Unidos del nefasto Tratado de Libre Comercio (TLC); la flexibilización del mercado laboral, que se inició bajo el gobierno de Pérez Balladares; la reducción de la inversión social del Estado, que se manifiesta en la quiebra de los actuales sistemas públicos de salud y educación; la privatización de los fondos del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social; la reforma tributaria que, posibilitando un mayor saqueo al bolsillo de los pobres y la clase media asalariada, garantizara el pago de la deuda externa, y, finalmente, la hasta ahora imparable ola de privatizaciones que, iniciada con el gobierno de Endara y continuada con el gobierno de Pérez Balladares, se ha exacerbado con el gobierno de Martín Torrijos. Ese conjunto de políticas públicas constituyen lo que se conoce como neoliberalismo.
Sus consecuencias son de todos conocidas. El 50% de la fuerza laboral se desempeña en lo que eufemísticamente se denomina “trabajo informal”, carente de horario y seguridad social, y por lo tanto sin esperanza alguna de alcanzar la jubilación. Ampliación de los años de cotización que posibiliten jubilarse para aquellos que tienen la suerte de tener un trabajo “formal”, y empobrecimiento de la población en general. En el otro extremo, un reducido grupo de la población se enriquece de manera escandalosa, gracias al sistema económico neoliberal que trasvasa la riqueza generadas por los más pobres hacia los más ricos.
Un ejemplo escandaloso: las concesiones
Debemos aclarar que la denominadas “concesiones” de espacios públicos que nos pertenecen a todos los panameños, son en verdad privatizaciones encubiertas, concedidas por los distintos gobiernos de la “democracia” a sus amigos y socios encubiertos. Por sólo referirnos a unos cuantos proyectos, negocios en marcha y edificaciones ocupadas de las mejores tierras de la metrópoli (9 en total), el Estado ha concesionado 650.000 metros cuadradospor las que cobra sumas ridículas que van de dos centavos a uno o dos dólares mensuales en las residencias particulares o edificios de apartamentos de Punta Paitilla que usurparon terrenos públicos. Ese mismo metro cuadrado vale en Paitilla no menos de dos mil quinientos dólares, y el alquiler de metro cuadrado de vivienda en la misma zona se cobra a razón de doce dólares. ¡Que buen negocio privado con las tierras que son públicas!
Pero aún hay más. En la Calzada de Amador se han entregado en concesión 525.000 metros cuadrados de fondo de mar, a razón de dos centavos el metro. Por el contrario, los beneficiarios de tales concesiones le cobran a un yate de 70 pies cuatro mil dólares mensuales por anclar en una de tales marinas. ¿Queda claro por qué se les conoce como “empresarios exitosos”?
Concesionado será también el mega puerto del Pacífico, cuya inversión oscilará entre los 400 y los 600 millones de dólares. Igualmente concesionada ha sido la autopista Panamá-Colón, en la que el Estado se ha comprometido a pagar por cada automóvil lo que han denominado un “peaje sombra” hasta que Odebrecht recupere la totalidad de su inversión. Concesionadas también son las dos islas artificiales que por relleno construirá la empresa mexicana ICA para urbanizarlas a razón de dos millones de dólares los mil metros de terreno edificables para viviendas unifamiliares.
Pese a todo lo anterior, la voracidad de nuestros neoliberales no se sacia fácilmente. Al día de hoy, el gobierno ha concesionado 350.000 hectáreas adicionales para la explotación de minerales metálicos y no metálicos, lo que representa el 3% del territorio nacional, lo que es equivalente a la mitad de la provincia de Herrera. Pero en trámite se encuentran peticiones de concesión para dos millones setecientas mil hectáreas, que es lo mismo que concesionar las provincias de Chiriquí, Veraguas, Colón y Coclé juntas.
Puede parecer inverosímil, pero aún falta más. La Gaceta Oficial del 10 de marzo nos informa que se han concesionado 280.000 hectáreas en Darién a la empresa Harquen Limeted para exploración de petróleo en esa provincia. ¿Sabe usted a quién pertenece dicha empresa? Pues nada más ni nada menos que a la familia del presidente Bush. ¿Imagina usted quiénes deben ser sus socios encubiertos? No sea mal pensado, por favor.
Finalmente, el pasado 27 de mayo la Asamblea de Diputados aprobó, de manera vergonzante, un artículo de ley que modifica el Plan de Uso de Suelos aprobado para las áreas revertidas. Ahora, gracias a que el nuevo artículo de ley declara de “interés social” todos los cambios de uso de suelo autorizados ilegalmente por el Ministerio de Vivienda, los promotores y constructores inmobiliarios podrán especular libremente con las tierras que fueron destinadas para “el uso más colectivo posible”…del gran capital. ¿Adivina quiénes son los socios encubiertos?
Hay que poner un alto al atropello generalizado de los ciudadanos y a la destrucción de nuestro patrimonio nacional. Hay que luchar por construir una alternativa política que libere al pueblo de las cadenas del actual régimen partidocrático de democracia restringida y excluyente. La inmensa mayoría de los ciudadanos tienen sus derechos secuestrados por una minoría corrupta y antinacional. Pensémoslo un poco antes de entregar nuestro voto para que puedan con ello materializar una estafa más. Hagámoslo antes de quedarnos sin país.
