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LA COMENENAL: UN ACIERTO Y UNA ESPERANZA

Panamá, Año VII, No. 169

20 de enero al 2 de marzo de 2008

 

La semana pasada se ha dado un hecho que puede marcar para bien el futuro de las luchas contra el neoliberalismo en Panamá. La COMENENAL convocó a una reunión con el propósito de unir esfuerzos con otros movimientos sociales, en la perspectiva de enfrentar la acometida privatizadora contra el  sistema público de salud, que el gobierno pretende disfrazar como consensuada en la concertación nacional.

El gobierno ha demostrado hasta la saciedad para donde se encamina. Pese a lo acordado con el gremio médico, nada atisba la derogatoria de la ley de CONSALUD y disposiciones conexas. Más bien se fortalece la pretensión gubernamental de disfrazar tal empeño.

De allí que terminada la huelga médica, la celada inmediata fuera que para establecer cómo se derogaban tales leyes, el espacio era…la mesa de la concertación. En vez de ser una comisión entre el protagonista de la huelga, la COMENENAL, y el gobierno, esté logró llevar al gremio médico a un espacio en el cual aspira a mantenerlo ocupado y en  minoría ante aquellos(as) que no movieron un dedo a favor de la reciente huelga o la adversaron frontalmente.

La pretensión privatizadora de la salud tuvo un grave tropiezo cuando la huelga médica la enfrentó. Por ello el gobierno se encamina a violentar el acuerdo de terminación de huelga desde la concertaciónpresentando en el mes de marzouna ley,  supuestamente de unificación del sistema de salud,como acuerdo de dicha concertación, logrando escamotear así el negociar directamente con la fuerza que la adverso en una huelga y con  la cual llegó a compromisos que no está cumpliendo.

Quienes desde la concertación reclaman a la COMENENAL su permanencia en la misma para “hacer la pelea”, desde su buena fe obvian la necesidad de un ingente trabajo de concienciación y organización de sus propias bases y de la población para enfrentar la determinación gubernamental, expresada sin ningún miramiento en aquel anteproyecto de ley que vio la luz pública en medio de la huelga médica.

Otros reclamos similares provienen seguramente de quienes expresan una agenda común con el gobierno. Lo que no tiene que aguantarse la COMENENAL es mantenerse en el terreno del enemigo, su propia experiencia reciente indica que su terreno es manifiestamente otro.

Otras experiencias también abonan en el sentido de abandonar la trampa de la concertación. En la lucha que enfrentaba los ajustes neoliberales contra la Caja del Seguro Social, un fortalecido movimiento obligó al gobierno a derogar la ley que había aprobado ya el órgano legislativo. Acto seguido, representantes de ese movimiento, hasta entonces exitoso, accedieron -en vez de ser ellos directamente quienes negociaran con el gobierno- a entrar a una “concertación” con otros actores que nada tenían que ver con el movimiento efectuado en las calles.

La experiencia no miente. Los dirigentes de la movilización popular se desgastaron en el seno de la misma, mientras la ciudadanía apagaba su estado de ánimo en la misma medida en que esa participación legitimaba la inacción. Al final, cuando el gobierno y sus adláteres impusieron las nefastas reformas a la seguridad social, no había movimiento para enfrentarlas.

La concertación no es el lugar para una COMENENAL empeñada en evitar la privatización de la salud. Un nuevo movimiento de lucha de los médicos queda plenamente justificado como respuesta ante la inminente violación de lo acordado, demandando ¡QUE EL GOBIERNO SE SIENTE A NEGOCIAR DIRECTAMENTE CON ELLA!

La importancia de la propuesta de COMENENAL de conformar un amplio y democrático FORO CIUDADANO, para desde allí relanzar una lucha contra la intención privatizadora  gubernamental, es una propuesta que apunta a construir un espacio de participación efectiva para una ciudadanía harta de tanto abuso por parte de la autoridades gubernamentales. Ciertamente, lo que más puede temer el gobierno es que el gremio médico se ocupe de tejer las complicidades necesarias que posibiliten poner en movimiento a la población.

¿Cómo incentivar la participación ciudadana?

Los aprendizajes no deben ser en vano. Existe el precedente de la huelga magisterial de 1997 que obligó a retroceder a  Pérez Balladares en su empeño privatizador de la educación. En aquella ocasión, la fortaleza del movimiento magisterial residió en que primero reunieron a lo largo del país a padres y madres de familia, para hacerles participes de los objetivos de la lucha. Esos mismos acudientes fueron los que se tomaron escuelas y colegios como respuesta a los despidos que había iniciado Pérez Balladares contra la huelga magisterial, ante lo que el gobierno de aquel entonces se vio obligado a retroceder y derogar aquellos artículos del anteproyecto de ley que contenían la hoja de ruta de la privatización.

Hoy es de urgencia preparar a las bases gremiales y a la población en general, ilustrando sobre la gravedad de lo que pretende el gobierno. El mes en que pretenden presentar el proyecto de supuesta unificación del sistema de salud, marzo, está a la vuelta de la esquina.

El camino sería que la COMENENAL proceda a tener como eje de actividad el organizar desde el mes de febrero reuniones con el personal y  usuarios(as) en cada centro de salud, policlínica, hospital e instalación sanitaria. Tocaría también que los gremios, en especial las organizaciones magisteriales, hicieran lo mismo, aprovechando la semana de organización a inicios de marzo. Que se anunciaran desde ya para esa semana, desde actividades de divulgación de parte de la COMENENAL en escuelas y colegios, hasta la convocatoria en cada provincia de grandes asambleas de educadores y padres/madres de familia, en las cuales la COMENENAL y las direcciones magisteriales aúnen esfuerzos en la construcción del estado de ánimo necesario para enfrentar exitosamente la acometida que se viene.

Ello permitiría garantizar que tanto el personal de las instalaciones sanitarias, como los educadores y demás organizaciones participantes del Foro Ciudadano contra la privatización de la salud, y sobre todo la inmensa mayoría de la población que no tiene organización, estén informados, motivados y organizados; en suma, se trata de preparar desde ahora las condiciones para la mayor participación ciudadana en la lucha contra la privatización de la salud.

Todas esas reuniones y asambleas deberían votar y anunciar que paralizarán sus labores y se movilizaran en el momento que el gobierno y su “concertación” presenten la ley en la corrupta asamblea de diputados, ¡ese lenguaje si lo entiende el gobierno, mucho más en año preelectoral! Por el contrario, seguir en la concertación no contribuye a preparar desde ya a la propia base médica ni a los demás sectores de la población, sino que incentiva confusiones, falsas ilusiones y  distrae de tareas urgentes que preparen el campo popular para esa nueva confrontación en ciernes.

¿Qué papel le toca a la COMENENAL  en la construcción del Frente ciudadano que se proponen?

En la reunión convocada por la COMENENAL, se hicieron presentes sectores organizados que hoy están dispersos en su actuación. Su confluencia en gran medida es la tarea que hoy le cabe a la COMENENAL, para que desde sus espacios de intervención, se haga una labor en mancomunión con el gremio médico que permita que se active una mayoría social para detener la pretensión privatizadora en salud.

No es el camino de la trampa de la “concertación” el que pueda detener la agenda gubernamental, por lo que el Foro al que invita COMENENAL es imprescindible para que exista un espacio dinamizador.  No se trata de partir de que el gremio médico sabe de salud y otros de lo demás, sino de aunar actividad alrededor de la COMENENAL para que desde centros sanitarios, educacionales y sindicales, el gremio médico sirva de facilitador de la alerta ciudadana y de la necesaria preparación de un estado de ánimo que permita poner en pie de lucha a esa mayoría social, urgida de información y necesitada de dinamización.

Para esa labor de unificación, la COMENENAL tiene la legitimidad y la capacidad de convocatoria. Son los llamados a evitar la disputa y roces malsanos que ya en coyunturas anteriores han dado al traste con esa tarea pendiente de dotar al pueblo panameño de un espacio en el cual participar para defenderse. De allí que el sentido común indica que debe ser el gremio que este al frente como dinamizador de este esfuerzo. Manos a la obra.

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