Buscando Camino Buscando Camino
Año VI, No. 144. – 1 al 12 de mayo de 2007.-
– 1° de mayo de 2007 –
El mejor homenaje que podemos hacerle a los trabajadores y trabajadoras en este su día, en especial a la juventud, es el realizar una reflexión colectiva sobre el qué hacer en este país que ha sido conducido por la clase política y económicamente dominante a una situación de postración y desesperanza. Un breve repaso a nuestra realidad social, económica y política, nos permitirá comprender el insondable abismo al que nos han conducido.
El desempleo se ha convertido en una lacra crónica y generalizada que, disfrazado bajo el nombre de «trabajo informal», golpea a la mayoría de la población, en especial a la juventud. Se trata de un «trabajo» carente de estabilidad y seguridad social, sin esperanza alguna de alcanzar una jubilación, y cuya precariedad conlleva ingresos que apenas alcanzan para sobrevivir. En tales condiciones, sus soluciones habitacionales son infernalmente infrahumanas, careciendo las mismas de servicios tan básicos como el agua. Sus posibilidades de acceder a la educación formal son prácticamente nulas y, cuando existen, el nivel de aprovechamiento viene torpedeado por el hambre o la desnutrición.
Por otra parte, los servicios públicos de luz y telefonía, hoy privatizados, son inaccesibles y coadyuvantes del empobrecimiento generalizado de la población y del país. Tómese en cuenta que, desde su privatización, sus costos se han multiplicado por cuatro, cinco o seis, y las enormes ganancias que obtienen las multinacionales propietarias abandonan íntegras las fronteras nacionales.
La salud pública, gestionada por el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, está inmersa en una grave crisis, cuyo mejor reflejo son los más de 100 muertos ocasionados por los medicamentos envenenados que fueron distribuidos por ambas instituciones, permaneciendo impunes hasta el día de hoy losresponsables políticos de tan gigantesco crimen de salud pública.
El sistema educativo se ha derrumbado. La infraestructura escolar ha sido abandonada a su suerte por la falta de las inversiones necesarias, y todavía subsisten, para vergüenza de quienes nos gobiernan, las escuelas rancho.
La seguridad ciudadana es inexistente. El país ha sido tomado por el narcotráfico internacional y por las organizaciones blanqueadoras de dinero, responsables en gran medida de la ola de asesinatos, secuestros y violencia que azota al país. Mientras ello ocurre, las autoridades pretenden limpiarse las manos criminalizando el hecho de ser joven y vivir en una barriada popular.
La corrupción y el nepotismo se han apoderado de la función pública. Los escándalos que salpican a este gobierno no son menores que los ocurridos en lospasados gobiernos, y ningún delincuente de cuello blanco paga cárcel por las millonarias lesiones patrimoniales ocasionadas al Estado. Dos gerentes del Banco Nacional disfrutan de sus mal habidas fortunas en plena impunidad.
Neoliberalismo y libertades democráticas
Este cuadro de empobrecimiento generalizado, salpicado de las muertes infantiles por desnutrición acaecidas recientemente en Darién y en meses pasados en Chiriquí, no puede ser concebido sin la existencia de graves restricciones a las libertades públicas, que impiden la organización y expresión del descontento ciudadano y su representación en programas políticos de cambios profundos de este estado de cosas.
Un Código Electoral profundamente antidemocrático le garantiza a la partidocrácia el monopolio de la actividad política, que por ello mismo ha quedado vaciada de todo contenido de representación política auténtica. En otras palabras, cada vez más la denominada «clase política» se representa a sí misma y a nadie más. Eso explica el enorme abstencionismo del pasado referéndum.
Hay que tener presente que el neoliberalismo y las libertades democráticas ciudadanas son realidades incompatibles. Es por ello que los discursos y promesas políticas enmascaran intenciones diametralmente contrarias a lo prometido, con la consiguiente pérdida de credibilidad y legitimidad del actual régimen político y los partidos que lo sostienen.
De ahí también la vulneración sistemática de la libertad sindical y gremial, dirigida a manipular y cooptar a sectores dirigentes de algunas de dichas organizaciones, con la finalidad de que apoyen los planes neoliberales del gobierno de turno.
Finalmente, el intento de aprobar reformas judiciales y policiales orientadas a poner en pie un Estado cívico – policíaco, cuya finalidad sería la de ejercer un mayor control sobre el conjunto de la sociedad, es una muestra flagrante de que para imponer las políticas neoliberales se requiere recortar cada vez más las libertades ciudadanas. Y es que las políticas neoliberales no sólo afectan a los obreros y campesinos, y a los pobres en general, sino que afectan al conjunto de los asalariados, a los pequeños empresarios y a los que producen para el mercado interno. En otras palabras, dichas políticas afectan a la inmensa mayoría de la población.
No es de extrañar entonces que surjan como hongos todo tipo organizaciones ciudadanas preocupadas por el ordenamiento y calidad del desarrollo urbano, el deterioro ecológico, la lucha por el agua, la educación y la seguridad ciudadana, la salud y el transporte público, etc. Todas ellas han ido comprobando que el derecho de petición es ignorado y que su participación en las denominadas «comisiones de Estado» trae como único resultado su manipulación y utilización con fines contrarios a sus propios intereses. Esa es la amarga experiencia del «Pacto de Estado por la Justicia» y, más recientemente, de la fracasada concertación nacional, que no fue otra cosa que un eslogan barato engaña bobos, pero útil para justificar el apoyo al gobierno en el pasado referéndum.
Ampliar, extender y profundizar las libertades democráticas
Como puede observarse, la partidocrácia neoliberal ha dejado de representar políticamente a la mayoría de la nación, y contra sus políticas empiezan a levantar su voz y a movilizarse diversos sectores de la sociedad. Todos ellos coinciden en la necesidad urgente de abrir los causes de representación política y de ampliar, extender y profundizar con ello las libertades democráticas de la ciudadanía. Este es un requisito imprescindible para hacer avanzar otras reivindicaciones sociales y laborales, ecológicas, de género, ambientales, etc.
Dicho de otra forma, hay que detener y revertir las políticas neoliberales que desnacionalizan el Estado, destruyen el tejido social, generalizan la pobreza, deterioran el ambiente y la ciudad, y generan inseguridad ciudadana. Y para ello es imprescindible construir un «movimiento de movimientos» que se articule en torno a la lucha por los objetivos específicos de cada movimiento y en torno al objetivo general de refundar el Estado panameño mediante una constituyente, que sólo obtendrá representatividad y por tanto legitimidad en la misma medida en que sea convocada en el ejercicio de la más absoluta libertad de participación, lo que hace imprescindible, cuando menos, la derogatoria del actual Código Electoral.
Conscientes de que desplazar del poder al régimen político de la partidocrácia neoliberal es una tarea que compromete a la mayoría nacional, que son diversas las corrientes sociales que expresan intereses contrarios al neoliberalismo y que carecen de representación política,que sólo una gran alianza de todos ellos en pos de la más amplia democratización del país puede impulsar un cambio del actual estado de cosas, Camino Alternativo se compromete a seguir impulsando el fortalecimiento de la unidad con el Movimiento de Unidad Barrial y la Unidad Estudiantil Revolucionaria, para ponerla al servicio de esa mayoría nacional y del imprescindible cambio de régimen político.
Pronto los convocaremos para discutir democráticamente, sin unanimidades, una propuesta política que permita impulsar la construcción de ese «movimiento de movimientos», y para adoptar las medidas organizativas que nos permitan fortalecernos al servicio de la mayoría nacional.
Muchas gracias
Palabras pronunciadas por Camino Alternativo en el acto conjunto organizado con el Movimiento de Unidad Barrial y la Unidad Estudiantil Revolucionaria el día 1° de mayo.
