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La agenda oculta

Año V, N°127

20 al 26 de agosto de 2006

En la reunión celebrada por los representantes del Frente de Acción Magisterial (FAM) y los ministros de Educación y Economía y Finanzas, estos últimos, desencajados e histéricos, profirieron diversos insultos, amenazas y acusaciones contralos dirigentes docentes, lo que dio al traste con el intento de lograr un entendimiento que pusiera fin a la huelga en el sector. Ese bochornoso espectáculo quedó registrado para la historia por las cámaras de televisión y los reporteros de la prensa diaria que cubrieron dicho evento.

El misterio de «la agenda oculta»

Lo llamativo y hasta misterioso fue la acusación del Ministro del MEF, reiterada en otras ocasiones hasta el cansancio por el propio Presidente de la República, responsabilizando al FAM de tener «una agenda oculta». Similar acusación ha sido vertida contra FRENADESO, la Asociación Nacional de Funcionarios de la Caja de Seguro Social (ANFACSS) y cuanto movimiento gremial o social haya levantado la cabeza en defensa o reivindicación de sus intereses. Si recordamos, los mismos personajes vertieron similares acusaciones durante la lucha por impedir la reforma antipopular de la CSS. Lo extraño y hasta sorprendente, rayano ya en el misterio, es que el gobierno, conociéndola, no le descubra a la ciudadanía, de una vez por todas, tan amenazadora «agenda oculta».

Lo que se «oculta» no pueden ser las reivindicaciones salariales y sociales, puesto que éstas se hacen públicas a través de todos los resquicios y restringidos espacios que permite el gobierno en los medios de comunicación que controla. Tampoco puede tratarse de la «oculta» intención de aprovechar el descontento social para inscribir un partido político, ya que la Constitución garantiza ese derecho ciudadano y, por lo tanto, si así fuese no hay razón alguna para ocultar tan natural y constitucional derecho. Amén de que esos mismos movimientos sociales han declarado hasta el cansancio que carecen de la intención de convertirse en partido político, decisión, por cierto, con la cual Camino Alternativo no comulga. Tampoco puede constituir agenda oculta el hecho, público y notorio, que tales movimientos sociales estén llamando a votar NO en el referéndum para la construcción del tercer juego de esclusas. No tienen por qué ocultarlo, pues es su derecho constitucional y, además, no podrían oponerse si no hicieran público su rechazo. ¿En qué consiste entonces la «agenda oculta» a la que alude el gobierno? Sólo ellos podrán descifrar tan absurdo e insondable misterio.

La «doble agenda» del gobierno

Por el contrario, es el gobierno el que tiene que explicarle muchas cosas a la ciudadanía para garantizar que no tiene una «doble agenda». Al prometer que en la negociación del TLC con los norteamericanos defenderían los intereses nacionales, y entre ellos los fitosanitarios, ¿no se descubrió, gracias al Ministro Cortizo, que habían firmado desde meses atrás una carta de intención y compromiso en el que aceptaban la imposición de derogar nuestras leyes protectoras de la salud animal y vegetal, y que lo habían ocultado perversamente al país y en especial a los sectores agropecuarios? Al imponernos la reforma denominada cínicamente de «equidad fiscal», ¿nos dijeron que meses después la reformarían con el único objetivo de ahorrarle a los grandes accionistas del Banco del Istmo el pago de casi cuatrocientos millones de dólares en contribuciones fiscales? ¿Nos han informado de quiénes y cuánto cobraron los artífices de semejante barbaridad? ¿Le han informado a la ciudadanía que cuando hablan de «transparencia» en verdad nos ocultan que los embajadores, cónsules y notarios pagan un generoso diezmo de sus salarios a los «artífices» de sus nombramientos? ¿Nos han dicho en qué bolsillo ingresan tan generosos y millonarios aportes? ¿Le han explicado al pueblo que el Megapuerto le fue sustraído a la Autoridad del Canal de Panamá con el único propósito de privatizarlo y poder repartirse así generosas participaciones accionarias? Y por no alargar más los ejemplos, ¿le han explicado a los docentes que el presupuesto de la Asamblea de Diputados, cuya función es la de posibilitar que 72 personas legislen, es más de un tercio que lo que suma el aumento que están solicitando 40.000 maestros y profesores?

Y todo ello ocurre gracias a la agenda de «más empleo, más seguridad y cero corrupción» que le vendieron al pueblo en las pasadas elecciones. Se trata de una indiscutible y perversa «doble agenda», que nos permite, con toda objetividad, asegurar que el gobierno sí ha mantenido desde las elecciones una agenda oculta, consistente en esquilmar, hasta donde se les permita, el esfuerzo y sudor del pueblo panameño. Cada ladrón juzga por su condición, y esa es la única explicación que hace entendible que el gobierno insista enfermizamente en que los movimientos sociales tienen una agenda oculta.

Yo no vendo mi Patria.

¡Panameño, vota NO!

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