Buscando Camino Buscando Camino
Año IV, N°117,
24 al 30 de abril de 2006
La posición geográfica de nuestro Istmo y la existencia de recursos hídricos requeridos para la construcción de una obra como la octava maravilla del mundo permitió que el 15 de agosto de 1914, cruzara el Ancón el primer barco por el Canal de Panamá.
La construcción de esta obra por los E. U. ha significado por un lado, ofrecerle al mundo una vía que acortara distancias, pero, sobre todo, significó la lucha de varias generaciones de panameñas y panameños por recuperar nuestra franja canalera. Por expulsar las más de 14 bases militares que allí existieron. El tener un enclave colonial en el corazón de nuestro país, sometido a intervenciones militares, siendo la más reciente la de 1989; el haber sufrido humillaciones como país y haberle servido a E. U. para que tuviese más de 136 sitios de defensa durante la segunda guerra mundial, son parte de la cadena de vejaciones que lastimaron profundamente nuestra soberanía.
La pérdida de panameños y panameñas en el enfrentamiento más heroico que la dignidad nacional haya conocido, hecho que estuvo por encima de cualquier interés económico, como fueron los sucesos de enero de 1964, obliga a la conciencia patriótica de nuestro pueblo y sus organizaciones a exigir el mayor debate respecto al futuro del Canal de Panamá, a fin de que surja de la ciudadanía popular una propuesta que satisfaga las necesidades de la población.
Los más de 87 años de lucha para ser soberanos en todo nuestro territorio, para que los beneficios de la posición geográfica estén al servicio del pueblo panameño, traducidos en más y mejor educación, salud, trabajo, vivienda digna, entre otros, nos ha llevado a la decisión de presentar en este boletín y en los que siguen información alternativa sobre la ampliación del Canal de Panamá.
Como panameñas y panameños tenemos una responsabilidad para con las presentes y futuras generaciones del país, decidir sobre nuestro futuro, fundado en el mayor beneficio para toda la ciudadanía, no para complacer la voracidad de la marina mercante mundial, de transnacionales desprestigiadas y corruptas por su papel en Irak, como Halliburton/Kellogg, Brown and Root, que como zopilotes esperan la presa que se apresta a entregar la partidocracia neoliberal panameña en su conjunto.
El mayor uso colectivo de los recursos del Canal, alude a frenar los intereses antinacionales de la soberbia aristocracia de los neozonian que dirigen la Autoridad del Canal de Panamá.
Supuestamente, a partir del 24 de abril de 2006, conoceremos los estudios y propuestas sobre la ampliación del Canal, no obstante, por varios años la ACP con sus campañas publicitarias y sus decisiones sobre la asignación ilegal de fondos a la ampliación, no han esperado que la ciudadanía soberanamente decidiera. Esos hechos muestran que hasta el Referéndum el país estará sumergido en una campaña mediática que tratará de convencer a la población de las bondades de los proyectos que ya la partidocracia y sus neozonians han adoptado. Irrespetar nuestra capacidad de pensar con proyecciones sobre los miles de empleos que traerá la ampliación, no es más que otra burla, tal como fue la campaña de mentiras y falsas promesas del team Martín para llegar a la Presidencia de la República.
Por una modernización del canal al servicio del desarrollo nacional
