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DIECIOCHO MESES DE GESTION IRRELEVANTE

 Año IV, N°113,

6 al 12 de marzo de 2006

La “Patria Nueva”, o para decirlo correctamente el “team” Martín, ha cumplido dieciocho meses en una gestión gubernamental de tinte francamente neoliberal. Si durante ese período le cabe algún logro, éste ha consistido no en las fantasías que sobre crecimiento económico, vivienda, empleo y educación, se esforzó por hacernos creer el Señor Presidente durante su intervención en la Asamblea de Diputados, el pasado miércoles, sino en su más absoluta fidelidad a las políticas neoliberales que orientadas por los organismos internacionales de crédito, han sido asumidas, más por afiliación que por imposición, como si fueran propias.  Estos dieciocho meses han sido aprovechados por la “Patria Nueva,” para conducir deliberadamente al país a una mayor dependencia financiera, económica y política, que nos coloca en un verdadero estado de indefensión nacional. Sólo mencionando al TLC que se ha concluido con los Estados Unidos –verdadero candado de la soberanía y la independencia– bastaría para demostrar cuanta claudicación y sometimiento son capaces de exhibir los actuales gobernantes.

La “Patria Nueva” representa una colosal estafa política a nuestro pueblo. Ni una sola de sus promesas de campaña han sido, ni serán cumplidas. Nunca hubo voluntad de hacerlo. Todo era un asunto de marketing y estrategias de mercadeo para alcanzar el poder. Sus compromisos –los auténticos– son con el gran capital nacional y extranjero a los que se deben y con los cuales muchos de los integrantes del “team”, tienen y aspiran a tener jugosos negocios. No tiene por tanto ningún sentido, que nos detengamos a discutir los fantasiosos índices de “prosperidad” que nuestra Nación viene alcanzando –a juicio del Presidente y sus acólitos– cuando resulta tan evidente, hasta para la APEDE, que tales cifras no son ciertas. Los niveles de pobreza, desempleo y desigualdades en Panamá, se incrementan a una velocidad que no les permite a los nuevos maquilladores de las estadísticas estatales, hacerlo con un mínimo de credibilidad.

El discurso presidencial del primero de marzo pasado está repleto de falacias. ¿Cómo es posible que se atrevan asegurarnos que ya “ordenaron la casa”, cuando no existe, ni existirá ningún funcionario de importancia del gobierno anterior, tras las rejas?. Para qué era entonces, el calendario público que calificaba al gobierno mireyista como una pesadilla y que fuera instalado meses antes de las elecciones presidenciales, en la sede principal del PRD?. ¿Para qué tanto alboroto cuando se estaba en oposición, con los actos de corrupción pasado, sino no existía ninguna voluntad por perseguirlos y sancionarlos, una vez siendo gobierno?.

Otro instante falaz tuvo que soportar la Nación cuando el principal representante del “team” declaró con una falsa ingenuidad, que busca a veces desde desconcertar hasta sorprender: estamos en la fase de “Fijarle un nuevo norte al país”. Esta afirmación es otro intento inútil por tomarles el pelo a todos los panameños y panameñas, sólo comparable con el engaño que han significado sus promesas electorales. Porque aquí todos sabemos que el rumbo es el mismo. Profundizar las políticas neoliberales es la meta, objetivo y fin del actual gobierno, y esto se pretende alcanzar aunque se tengan que vulnerar derechos, conquistas y esperanzas de todo un pueblo.

Con la pretensión de justificar el número considerable de viajes al extranjero, que dicho sea de paso “constituyen parte del trabajo diario”  — es como visitar Bocas del Toro o Coclé– el mandatario nos asegura que han terminado los “viajes faraónicos sin ningún resultado positivo para nuestro país”. Los viajes ahora, son “austeros” y generan inversiones (que nadie ve) y alguna escapadita a lujosos balnearios (Punta del Este, por ejemplo), sufragada con fondos que cuesta explicar, con la diafanidad necesaria, su origen privado. Por otra parte, según el Presidente se ha “ordenado un mundo de secretos y hemos creado los mecanismos legales y prácticos para que no renazcan, y para que el pueblo panameño conozca quiénes, cómo, cuándo, dónde y cómo se gastan su dinero”. Todo parece indicar que el señor Presidente viene ignorando que las “negociaciones” para un TLC con los Estados Unidos, se han realizado en el más absoluto de los secretos y que precisamente ha sido esta característica, la que sirvió para que su gobierno nos ocultara hasta donde pudo, las exigencias colonialistas estadounidenses con relación a nuestras normas fito y zoosanitarias. Además, si es cierto como afirman, que el pueblo tiene derecho a conocer en qué se gastan su dinero, sería cuando menos saludable, revelen el costo total de la aspiración ridícula por convertir a Panamá en la sede del nefasto y malogrado ALCA. Por allí podrían empezar.

No obstante, el país avanza. Sólo que ese avance se refleja en los bolsillos y cuentas bancarias de los gobernantes y de los privilegiados. El nuevo norte que el país emprende con la “Patria Nueva” nos permitirá contar para el año 2008, para orgullo de las presentes y futuras generaciones, con cinco de los “diez edificios más altos de América Latina”. Para ese entonces, los excluidos, marginados y empobrecidos de nuestra Patria, podrán con solo mirar al cielo, conjurar sus hambres y penurias. ¿ No es así, señor Presidente?

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