El golpe de estado:
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Javier Romero Gurich

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También se puede consultar el informe de la Comisión Parlamentaria Especial de la Asamblea Nacional, para investigar los sucesos de abril de 2002.

 

La promulgación de las 49 leyes de la Habilitante, la firma del convenio de cooperación con Cuba, el posicionamiento del Gobierno venezolana contra a la cruzada antiterrorista de Washington, las negociaciones con las FARC, la creación de los círculos bolivarianos y la ofensiva por el control estatal sobre PDVSA fueron, entre otras actuaciones del Gobierno Bolivariano, las que sirvieron de argumento a la oposición conservadora y reaccionaria, para cimentar, para justificar, la necesidad de un golpe de estado que abortara el proceso de conquistas sociales iniciado en 1999.

Mediante una muy bien orquestada campaña, en la que los medios de comunicación de la burguesía criolla actuaron como si en realidad fueran organizaciones políticas, ya que éstas, las tradicionales desde el Pacto de Punto Fijo, habían quedado reducidas a una representación testimonial en la Asamblea, fueron creando en la opinión pública la sensación de caos y desgobierno precisa para los fines que se proponían.

Abonado el terreno, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la organización empresarial FEDECAMARAS, convocaron una huelga el 9 de abril, que prorrogaron al día 10 y convirtieron en indefinida la noche de ese día, con objetivos claramente políticos: se trataba de defender la meritocracia en PDVSA; es decir,  obligar al Gobierno a que restituyera en sus puestos a la antigua dirección de esa empresa, favorable a la privatización de la misma,  y dejara sin efecto el nombramiento del nuevo equipo directivo. Sin embargo y a diferencia de la huelga que ya habían realizado el 10 de diciembre, ésta no contó con el apoyo de significativos sectores tanto sindicales como empresariales y se hubiera convertido en un rotundo fracaso si los medios de comunicación golpistas no hubieran intervenido, sirviendo de altavoces para magnificarla, engañando tanto a la opinión pública nacional como internacional.

La noche de 10 abril, en el mismo acto en que convertían en indefinida la huelga, Carmona y Ortega, presidentes de FEDECAMARAS y la CTV, respectivamente, convocaron para el día siguiente una manifestación por el sector este de la gran Caracas, que debía finalizar frente a la sede de PDVSA; sin embargo, una vez allí, incitaron a los manifestantes a que continuaran hasta el centro de Caracas, para llegar al palacio presidencial y obligar a dimitir al Presidente.

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Puente Llaguno

A lo largo del nuevo recorrido francotiradores golpistas, como ya está demostrado, dispararon sobre los manifestantes, produciéndose los primeros heridos. La Guardia Nacional intentó cerrar el paso a la manifestación, pero la Policía Metropolitana, dependiente del opositor Alcalde Mayor de Caracas, sirvió de cuña para facilitar que un discreto número de personas llegara a las inmediaciones de Puente Llaguno, donde se habían concentrado un nutrido número de ciudadanos dispuestos a defender el proceso revolucionario. La policía disparó contra ellos y éstos repelieron la agresión. Los medios golpistas hicieron un seguimiento partidario de la manifestación, manipularon las imágenes y atribuyeron a los defensores de Puente Llaguno las muertes que habían sido producidas por los francotiradores golpistas entre los manifestantes y por la policía entre los chavistas. La confusión fue bien servida para que el grupo de oficiales que ya estaba preparado para dar el golpe justificara su actuación.

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Militares golpistas

Tras diversos pronunciamientos de algunos generales y almirantes, un grupo de éstos se dirige a la población a través de los medios, desconociendo "al actual Gobierno, la autoridad del Presidente Chávez y del alto mando militar". Carros de combate cercan Miraflores y Chávez es trasladado a Fuerte Tiuna y, posteriormente, a la isla de La Orchila. El golpe se consuma y Carmona, el presidente de la patronal, se autoproclama presidente de la República., derogando en el mismo acto buena parte de las leyes y  actuaciones administrativas del ejecutivo de Chávez. Comienza la persecución y arresto de las autoridades y representantes bolivarianos, el cerco a la Embajada de Cuba y la represión de la población civil, que sale a la calle desde las barriadas populares a defender el proceso.

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En defensa del proceso

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Concentración en Fuerte Tiuna

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Las tropas se suman

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El regreso de Chávez

El día 13 de abril la población comienza a cercar edificios públicos y cuarteles: La sede de Venezolana de Televisión, el canal público, que había dejado de emitir por orden del Gobernador del Estado Miranda, es cercada y ocupada y la señal es restituida con la ayuda de técnicos de las emisoras comunitarias y alternativas.  La guarnición de Maracay, una de las más importantes del país, también es cercada por la población civil y los militares se alzan contra Carmona y, de igual forma, van alzándose otras guarniciones. Cuando se sabe que en Miraflores va a juramentar el nuevo gobierno, millares de ciudadanos rodean el palacio presidencial, abortan el acto y consiguen que la Guardia Presidencial se decante en favor del Presidente Chávez.

Carmona dimite y Chávez, rescatado de La Orchila, asume nuevamente la presidencia de la República, 48 horas después de ser depuesto.


Fuentes: Antiescuálidos, Aporrea, Rebelión.