Comunicado urgente ante el golpe de estado en Venezuela
Casapueblos, Colectivo 26 de julio, Colectivo Garibaldi, Espacio Alternativo, Los Verdes-Comunidad de Madrid, Plataforma Mujeres 2000. 12 de abril de 2002

 

El derrocamiento del presidente electo de Venezuela, Hugo Chávez, como consecuencia del golpe de estado encabezado por las fuerzas armadas, en clara connivencia con la oligarquía local y el respaldo expreso de la Administración Bush, constituye la culminación del proceso continuado de acoso y derribo al que ha estado sometido el gobierno democrático venezolano.

A diferencia de la inmensa mayoría países latinoamericanos, la oposición al presidente venezolano no ha procedido de las capas populares, sino que ha sido alentada en todo momento por la oligarquía dominante en el país, que no ha dudado en utilizar todos los medios a su alcance para sabotear las distintas medidas propugnadas desde el gobierno nacional: desde la convocatoria reiterada de paros productivos, a la organización de "caceroladas" -convenientemente publicitadas en los medios de comunicación nacionales e internacionales- cuyos participantes de barrio alto, nada tienen que ver con quienes practican esta forma de protesta popular como en Argentina y en otros países de Latinoamérica. No resulta extraño, por tanto, que la persona elegida para encabezar el autodenominado "gobierno cívico-militar" sea Pedro Carmona, líder de la patronal de Venezuela (Fedecámaras).

Las medidas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez, en términos de soberanía nacional y de independencia económica, fueron atacadas por las clases privilegiadas vinculadas fuertemente a las corporaciones internacionales, y muy específicamente, las petrolíferas. Pero la derecha venezolana, sin embargo, no ha estado sola en este proceso. A ella se han sumado los sindicatos corporativos, la iglesia, y los grandes medios de comunicación. Y, detrás de todos ellos, la administración Bush, cuya embajadora en Venezuela ha reclamado insistentemente en los últimos meses una intervención contra el presidente Chávez.

Una vez más, el gobierno estadounidense ha decidido intervenir imperialmente en su patio trasero, como tantas veces ha hecho en el pasado con funestas consecuencias para los pueblos latinoamericanos. Y no podemos obviar la complicidad de los gobiernos cipayos latinoamericanos y europeos, que han arreciado las críticas contra un gobierno mayoritariamente elegido una y otra vez por el pueblo venezolano.

Por todo ello, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano, y hacemos un llamamiento a la movilización de repudio al golpe militar y la intervención imperialista de Estados Unidos en América Latina.