| Ecologistas en Acción recurrirá la Declaración de Impacto Ambiental del Tercer Acceso a Cádiz |
21/4/2003
La Declaración de Impacto Ambiental emitida por el Ministerio de Medio Ambiente, 12 años después de presentado el proyecto, es una tomadura de pelo y un fraude de ley
La Declaración de impacto ambiental emitida por el Ministerio de Medio Ambiente, que considera ambientalmente viable la construcción de un puente como tercer acceso a Cádiz, no se acoge a lo prescrito por la Ley de evaluación de impacto ambiental nacional ni por la Ley de protección ambiental de Andalucía en los siguientes aspectos:
- No evalúa los efectos de la actuación sobre la movilidad, el sistema de transportes y la estructura territorial de la Bahía de Cádiz. Estos son, sin embargo, los aspectos fundamentales que deben ser evaluados en el estudio de impacto ambiental, ya que son los que justificarían o no la ejecución del proyecto.
- No evalúa las diferentes opciones para resolver el problema de tráfico de acceso a Cádiz, que es el objetivo que supuestamente persigue el proyecto. Así, el estudio se limita a evaluar tres opciones técnicas de acceso para automóviles (puente fijo de gran gálibo, puente con tramo basculante y túnel sumergido), obviando considerar otras opciones como un acceso reservado para transporte colectivo.
- Aplaza el estudio y evaluación de numerosos impactos de gran relevancia al inicio de las obras, en lugar, como es prescriptivo, de realizar dicha evaluación en la Declaración de Impacto Ambiental. Este es el caso de la ocupación del Parque Natural, impactos sobre el polígono industrial del Río San Pedro, necesidades de acopio de materiales de la zona, impacto acústico e impactos sobre la fauna.
- No incluye medidas preventivas, correctoras y compensatorias ni programa de vigilancia ambiental, como es obligatorio por las leyes citadas anteriormente. Ambos programas deben estar incluidos en el estudio de impacto ambiental del proyecto y son requisito para poder emitir la declaración de impacto ambiental
- No considera la afección a la Bahía de Cádiz como Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario, protegida por tanto por la legislación ambiental comunitaria, y como sitio Ramsar, protegido por el Convenio Internacional de los Humedales.
Por todo ello, Ecologistas en Acción considera que esta Declaración de impacto ambiental es totalmente fraudulenta, ya que, tras 12 años desde la presentación del proyecto de tercer acceso a Cádiz, no ha conseguido demostrar su viabilidad ambiental. ¿Cómo es posible emitir una declaración de impacto ambiental positiva sin considerar siquiera sus principales efectos, antes de haber evaluado gran parte de los posibles impactos y sin contemplar medidas preventivas, correctoras y compensatorias ni un programa de vigilancia ambiental?
Por otra parte, el Reglamento de EIA de la Comunidad Autónoma de Andalucía (Decreto 292/1995) así como la actual legislación europea sobre Evaluación de Impacto Ambiental exigen que los planes y programas de infraestructuras físicas sean sometidos a un procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica, que determine desde el inicio de la planificación las actuaciones ambientalmente más correctas para lograr un fin. El proyecto de tercer acceso a Cádiz debe incluirse como una posible opción en un proceso de planificación de transporte en la Bahía y ser evaluada junto al resto de posibles opciones, optando por las ambientalmente más adecuadas. Esto es algo que no se ha hecho en el caso del transporte en la Bahía de Cádiz, mientras se engaña a la sociedad gaditana al plantear el puente como la única opción para resolver los problemas de tráfico a la entrada de Cádiz. Este proyecto se está realizando pensando en las 30.000 personas que acceden cada día al centro de Cádiz en coche desde otros municipios, pero no en sus residentes, que tienen que soportar dicha afluencia de coches en sus barrios. Mantener y mejorar la calidad de vida de los residentes del casco histórico de Cádiz pasa por conseguir que la gente que trabaja en él acceda a su lugar de trabajo en transporte colectivo.
Mientras en las otras dos grandes áreas metropolitanas andaluzas, Sevilla y Málaga, se están llevando a cabo proyectos estratégicos de transporte colectivo basados en el metro, en la Bahía de Cádiz todavía nos venden proyectos de fomento del tráfico motorizado sin ver ningún paso hacia un sistema de transporte colectivo eficaz y de calidad que revierta la actual situación de crecimiento desbocado de la motorización. Es inconcebible que siendo la Bahía de Cádiz, por sus características geográficas, un sistema de ciudades modélico para crear un sistema de transporte colectivo eficaz, no haya habido aún un planteamiento serio por parte de las administraciones competentes.
Ecologistas en Acción insta además a la Junta de Andalucía a que tome partido en este asunto y asuma sus competencias en materia ambiental, de ordenación del territorio y de transporte, aportando criterios de racionalidad a la actual política de movilidad en la Bahía. La reciente creación del Consorcio Metropolitano de Transportes de la Bahía no tiene ningún sentido si se siguen planteando proyectos aislados, fuera de toda planificación y coordinación, como es el caso del tercer acceso a Cádiz.
Cádiz, 21 de abril de 2003
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| PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL TERCER ACCESO A CÁDIZ Y POR UN TRANSPORTE SOSTENIBLE PARA LA BAHÍA |
23/9/2001
MANIFIESTO
Las organizaciones ciudadanas abajo firmantes, reunidas en Cádiz el 22 de septiembre de 2001, preocupadas y disconformes con el modelo de transporte existente en la Bahía de Cádiz y con las políticas que están ejecutando en los últimos años las diversas administraciones competentes, desean manifestar que:
- La elaboración de una planificación de transportes para la Bahía de Cádiz (Plan Intermodal de Transporte) se encuentra injustificadamente paralizada desde hace 5 años. Sin embargo, se están tomando de forma aislada medidas de importantes consecuencias, como son el tercer acceso, el soterramiento del ferrocarril o la alta velocidad, sin tener en cuenta el sistema global de transporte de la bahía y sin evaluar sus consecuencias sobre la articulación territorial, la sociedad y el medio físico de la bahía.
- El proyecto de un tercer acceso a Cádiz, un nuevo puente sobre la bahía, es el resultado de la manera más simplista de enfocar la problemática de transporte de la Bahía y pretende reducir dicha problemática al acceso del vehículo privado a Cádiz, confiando a las grandes obras la solución de los problemas de transporte de la Bahía y planteando aquellas como incuestionables e imprescindibles. Se está reduciendo erróneamente la problemática de transporte a un problema de tráfico y éste, a un déficit de infraestructuras viarias.
- La apuesta de las administraciones (local, autonómica y estatal) de aumentar la penetración del coche al centro de Cádiz mediante dos grandes obras: el soterramiento de la vía del tren para construir una avenida y la construcción de un segundo puente sobre la bahía, como intento de solucionar los problemas de congestión del tráfico, es demostradamente errónea. El aumento de infraestructuras viarias para el coche sin una mejora previa del transporte colectivo provoca un aumento del uso del coche y un empeoramiento del transporte colectivo y de los modos no motorizados. Sin embargo, antes de aumentar la penetración a Cádiz, no sólo no se ha llevado a cabo una mejora del transporte público sino que se ha reducido su calidad aún más, debido al abandono que sufre, al aumento de la movilidad y al empeoramiento del tráfico. Así, estas dos nuevas infraestructuras para el coche, soterramiento y segundo puente, lejos de mejorar el tráfico tenderán a su empeoramiento: convertirán al coche en casi la única alternativa de entrada a Cádiz y en la “más cómoda” a los ojos del ciudadano, aumentando los desplazamientos en este modo en detrimento del autobús y el tren. ¿Cuántos años tardaremos en llegar a la misma situación que vivimos ahora? ¿Cuál será entonces la solución: un cuarto acceso a Cádiz?
- No se abordan, sin embargo, las medidas sencillas y de bajo coste, relativas a la reorganización del transporte y el fomento del transporte colectivo y no motorizado, despreciándose y considerándose irrelevantes. Esto indica que los problemas de transporte de la bahía no han calado aún en la mente de nuestros gobernantes, y sus intereses, cuando hablan de transporte, no son la resolución de aquellos. Parecen responder en cambio a la necesidad de mostrar a la ciudadanía que hacen grandes cosas, que construyen grandes infraestructuras y consiguen fondos milmillonarios del Estado o de Europa.
- Aunque en los desplazamientos motorizados, debido a la inexistencia de alternativas, el coche tenga una dominancia absoluta, los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte colectivo suponen en suma el 60 % del total de desplazamientos de la Bahía. Sin embargo, las inversiones en infraestructura de transporte se dedican casi exclusivamente a la construcción de red viaria para el coche, que sólo supone el 40 % de los desplazamientos. Esto muestra que el uso del coche, lejos de deberse exclusivamente a la voluntad de los ciudadanos, es algo a lo que, no sólo nos incita la industria automovilística, sino a lo que nos abocan los propios poderes públicos.
- En un espacio natural como la bahía de Cádiz, formado por una gran extensión de humedales costeros, las infraestructuras viarias generan un gran impacto ambiental al interrumpir el régimen hídrico que las sustenta. Por ello, dichas infraestructuras deben ser minimizadas y no deben ser la base del modelo de transporte de la Bahía, si queremos conservar nuestro recurso más valioso.
- Solucionar los problemas de tráfico requiere poner límites a la causa que lo genera, es decir, el coche. Por ello, consideramos globalmente equivocada toda la política de transportes realizada en la Bahía en los últimos años, pues sólo persigue adaptarse al creciente aumento de la motorización y favorecer el uso del coche.
- Una política de transporte hacia la sostenibilidad para la Bahía debe centrarse en actuar sobre la demanda, tomando medidas que reduzcan la necesidad cada vez mayor de movernos, especialmente entre municipios, facilitando que los ciudadanos podamos acceder a la mayor parte posible de recursos y servicios cerca del lugar donde vivimos. Esto requiere conservar la descentralización que tradicionalmente ha existido en la Bahía, con núcleos urbanos completos e íntegros, evitando la especialización de usos. Es imprescindible cubrir las carencias de equipamientos y servicios de muchos núcleos urbanos. La Bahía de Cádiz que, por sus particularidades geográficas, se ha librado de sufrir los procesos de metropolización y conurbación que han sufrido otras áreas urbanas altamente pobladas, parece ser víctima en los últimos años de un intento por convertirla artificialmente en una metrópolis. En este sentido, la construcción de un gran centro comercial en Cádiz en los últimos meses con un marcado carácter metropolitano es un gravísimo error que contribuye a desestructurar territorial y económicamente la bahía, generando miles de desplazamientos diarios en coche más a la capital y dentro de ella, y poniendo en peligro al pequeño comercio, cercano al ciudadano, de toda la bahía.
- Las singularidades geográficas de la Bahía de Cádiz, dominada por el espacio marítimo y el espacio intermareal, hacen que el vehículo privado sea un medio ineficaz y poco razonable para sustentar el sistema de transporte interurbano de personas. Al ser difícil la existencia de grandes vías, el viario se colapsa con facilidad y son numerosos los cuellos de botella. Además, lo concentrado de los núcleos urbanos hace que los centros urbanos no tengan capacidad de aparcamiento suficiente para albergar todos los coches que se desplazan diariamente a ellos, ni lo tendrán nunca por muchos aparcamientos subterráneos que se construyan porque no para de crecer la movilidad. Ante esto, es irracional ahondar en un modelo de transporte para la Bahía basado en el coche, tal y como pretenden las actuales administraciones. Un sistema de transporte colectivo es el único que puede dar respuesta a las necesidades actuales y futuras de movilidad entre los municipios y garantizar una calidad de vida mínima en los centros de las ciudades. Este sistema de transporte colectivo debe contemplar no sólo al tren y al autobús, sino también al transporte marítimo, pues es la conexión natural, y más corta en muchos casos, entre municipios de la Bahía. Y debe ser intermodal, es decir, contemplando la integración y coordinación entre los diferentes modos. La supuesta baja rentabilidad del transporte colectivo no es más que un mito: si el transporte colectivo se subvencionara al menos tanto como el automóvil privado probablemente los habitantes de la Bahía nos podríamos mover en transporte colectivo de forma gratuita.
- Recuperar la calidad de vida en nuestras ciudades implica recuperar el espacio robado al viandante por el coche. Andar es el modo de transporte natural y primario del ser humano y la libertad de hacerlo en condiciones de seguridad se equipara por tanto a un derecho humano fundamental. Sin embargo, andar por nuestras ciudades está enormemente dificultado por el tráfico motorizado, los coches aparcados y la invasión de las zonas peatonales, y resulta arriesgado por la coexistencia con los vehículos motorizados. Y todo esto es aún más grave en el caso de personas con movilidad reducida. A pesar de ello, los desplazamientos a pie en las ciudades de la Bahía todavía suponen más de la mitad del total de desplazamientos (56%) y por ello deben ser considerados como el principal modo de transporte en las políticas urbanas. El urbanismo de nuestras ciudades fue concebido a lo largo de siglos con esa consideración y no está preparado para el coche, que se ha convertido en la principal causa de la degradación de los cascos urbanos. Es por tanto imprescindible y urgente sacar al coche de los centros de nuestras ciudades y recuperar el uso público que siempre han tenido nuestras calles.
- Dado el tamaño mediano o pequeño de las ciudades de la Bahía y sus condiciones geográficas y climáticas, la bicicleta supone un modo de transporte óptimo dentro de las ciudades y, combinado con el tren, entre las ciudades de la Bahía, y está al alcance de la mayor parte de la población. Pero para que esto sea real, es imprescindible garantizar una mínima seguridad a los usuarios de la bicicleta y esto pasa por la domesticación del tráfico y la creación de carriles bici en los principales viarios. Es inadmisible que no exista una apuesta clara de las administraciones para el fomento de la bicicleta en la Bahía y que, al contrario, los ciclistas urbanos seamos perseguidos por los agentes de la autoridad o se nos prohíba entrar y salir en bicicleta de nuestras propias ciudades.
- El problema del transporte es además un problema de derechos y de igualdad de oportunidades. Los ciudadanos de la Bahía comprobamos como cada vez tenemos menos posibilidades de elegir entre modos de transporte relegándonos al coche como única alternativa posible. Los usuarios del transporte colectivo, de la bicicleta y los viandantes nos sentimos discriminados y perseguidos. Muchos núcleos de población de la Bahía se encuentran absolutamente incomunicados por otro medio que no sea el vehículo particular, y esto supone una limitación al desarrollo de derechos fundamentales como es la educación, la sanidad o el trabajo. En el modelo de sociedad en que vivimos, la existencia de un sistema de transporte colectivo eficaz, público y de bajo coste para el usuario adquiere una dimensión de derecho esencial, como garantía de acceso de todos a los recursos básicos. Un transporte colectivo de calidad es el único que garantiza la movilidad todos, también de niños, discapacitados, personas mayores y ciudadanos con bajos recursos, y en igualdad de condiciones. Por todo ello, un transporte colectivo de calidad, eficaz, público y de bajo coste para el usuario no es un lujo de sociedades avanzadas sino un bien social primario imprescindible.
Y por todo ello acuerdan:
Crear una Plataforma Ciudadana contra el Tercer Acceso a Cádiz y por un Transporte Sostenible para la Bahía.
ORGANIZACIONES INTEGRADAS EN LA PLATAFORMA Y FIRMANTES DE ESTE MANIFIESTO
A Contramano – Asamblea Ciclista de Cádiz
ACUC - FACUA, Asociación de Consumidores y Usuarios de Cádiz
AGADEN, Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza
Autonomía Obrera
Ecologistas en Acción
Si te interesa participar como organización en la campaña que ahora iniciamos, no tienes más que comunicarlo por email y nos pondremos en contacto con vosotr@s
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