PATRIMONIO
Constituida la "Plataforma por la conservación de los Molinos de la Bahía"
Días pasados quedó constituida la PLATAFORMA POR LA CONSERVACIÓN DE LOS MOLINOS DE LA BAHIA. En la reunión donde nació la Plataforma estaban presentes representantes de “Ecologistas en Acción”, “Agaden”, “Centro para el Estudio y Conservación de los Molinos Tradicionales de Andalucía”, “Amigos del Parque Natural Bahía de Cádiz” y “Asociación para la Conservación de los Molinos (ACEM)”.

Esta Plataforma nace por imperiosa la necesidad de actuación sobre los restos que aún se conservan de las construcciones de los molinos mareales que salpicaban la Bahía de Cádiz, por el lamentable estado que presentan sus construcciones con claro peligro de perderse totalmente si no hay una actuación seria y urgente sobre ellos.

Contemplamos con estupor cómo los molinos de marea más representativos de todo el litoral atlántico y cantábrico de la Península Ibérica y por ende de nuestra Bahía de Cádiz se están destruyendo poco a poco, no sólo por el paso del tiempo sino por la desidia y la disparatada "lucha política” de las distintas Administraciones públicas que son las llamadas a preservar estos valores culturales del patrimonio preindustrial de nuestra bahía.

La Bahía de Cádiz entre los siglos XV al XIX contempló la instalación y desarrollo de gran cantidad de molinos de marea en sus caños. Estas instalaciones aprovechaban la fuerza de las mareas para hacer girar las piedras que realizaban la molienda de trigo. En el marco de lo que hoy conforma el Parque Natural Bahía de Cádiz fueron levantados mas de veinte molinos de mar repartidos en los cinco municipios que lo configura. Uno de los molinos de marea más representativo de este entorno es sin duda el molino de Río Arillo.

El apogeo de estos molinos no llegaría hasta los siglos XVII y XVIII, cuando las condiciones socioeconómicas lo posibilitaron, constituyendo una actividad industrial modélica en lo que hoy entendemos como desarrollo sostenible, no contaminante y que utilizaban un recurso energético gratuito e inagotable, de tecnología sencilla permitiendo el autoabastecimiento de pequeñas comunidades, integrados en el paisaje y de insignificante impacto ambiental.

Con la llegada de la revolución industrial, estas factorías comenzaron su declive a finales del siglo XIX, cesando las últimas su actividad en el litoral atlántico a comienzos del siglo XX. Hoy la mayoría se hallan en estado ruinoso; algunos aún mantienen en pie restos de su obra de fabrica e incluso alguno afortunado y de propiedad particular, se halla restaurado como negocio hostelero o rehabilitado como segunda vivienda de su propietario.

En el verano de 1998, cuando se cumplieron dos siglos de su construcción, del viejo molino de Río-Arillo sufrió la "puñalada" del tiempo y la desidia de los responsables de proteger nuestro patrimonio, desplomándose uno de sus muros y toda la planta superior del ala que está orientada al este. A finales del año 2000 por Resolución de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se inició el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural el molino y su entorno, pero este sigue sin resolverse y el molino así como otros de la bahía necesitan otro tratamiento más enérgico que el burocrático y es empezar a consolidar sus restos para que el paso del tiempo no deteriore más sus construcciones.

La Plataforma hoy nacida en los mismos esteros de nuestra Bahía no cejará en la lucha por la conservación y recuperación de estas construcciones de la industria popular, para que generaciones venideras puedan conocer y valorar estos "ingenios" hidráulicos. Por ello instamos a la Administraciones públicas, organismos, entes, empresas de la bahía y particulares empezar a trabajar seriamente en la consolidación de los restos de las construcciones existentes de los molinos de marea y que se inicie sin demora las obras de urgencia en el Río-Arillo.

Bahía de Cádiz, noviembre de 2001
RÍO ARILLO