¿Cómo detener
a Hamas?: primero, acabar con la ocupación
Sara Roy *
27 de junio de 2003. The Daily
Star, 20 de junio de 2003
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Es imposible acabar
con la violencia si la condición fundamental que la produce
-la ocupación y las opresivas políticas que la
definen- permanece inalterada, intacta y en vigor. Al menos
el 50 % de los palestinos están en la actualidad en paro
(en comparación con un índice del 11% en 2000)
y el sector privado palestino, motor del crecimiento económico,
ha sido ampliamente destruido. Las infraestructuras palestinas
también han sido seriamente dañadas o destruidas
por el ejército israelí con pérdidas que
llegan hasta los 800 millones de dólares. Quizá
lo más preocupante sea que entre el 60 y 70% de la población
vive actualmente en la pobreza (hasta un 21% en 2000), y casi
el 25 % de los niños menores de cinco años sufre
índices de malnutrición aguda o crónica
comparables a los de Congo."
La "Hoja de ruta" [1] con la que se ha comprometido
el presidente George W. Bush no acabará con el ciclo de
violencia entre palestinos e israelíes. De la misma manera
que antes el proceso de Oslo, la "Hoja de ruta" fracasará
por una razón elemental: por el hecho de que continúa
la actual y brutal ocupación israelí del pueblo
palestino.
Es imposible acabar con la violencia si la condición
fundamental que la produce -la ocupación y las opresivas
políticas que la definen- permanece inalterada, intacta
y en vigor. De hecho, en respuesta al borrador de diciembre de
2002 de la Hoja de ruta, el gobierno israelí declaró:
"El propósito de la Hoja de ruta debe ser acabar
con el conflicto más que acabar con la ocupación".
Durante el periodo de Oslo (1993-2000) no solo se mantuvo
la ocupación sino que se endureció. Como consecuencia,
los palestinos presenciaron el declive real de todos los sectores
de su economía ,acelerado por la confiscación israelí
de al menos 40.000 acres [2] más de tierras árabes,
la mayor parte tierra apta para la agricultura valorada en más
de 1.000 millones de dólares. Durante este tiempo, la
población de colonos casi se duplicó (de 110.000
personas a 200.000) y, al tiempo que se multiplicaban rápidamente
los asentamientos sobre tierra palestina confiscada, se construían
250 millas [3] de carreteras de circunvalación
para unir los asentamientos israelíes y las carreteras
[israelíes] y aislar las localidades palestinas. La fragmentación
y cantonalización de Cisjordania y Gaza transformó
Cisjordania en una serie de enclaves territoriales discontinuos
y desconectados cuyos movimientos entre sí controlaba
completamente el ejército israelí. Los asedios
económicos conocidos con el nombre de cierres dieron
como resultado unos índices de paro, de empobrecimiento
y de trabajo infantil sin precedentes. Desde la Intifada de al-Aqsa
las ya graves condiciones en los Territorios Ocupados (TTOO)
empeoraron rápidamente. En los casi tres años pasados
desde que se inició esta Intifada las restricciones de
la ocupación se han ido haciendo cada vez más severas.
Al menos el 50% de los palestinos se encuentra ahora en paro
(en comparación con un índice del 11% en 2000)
y el sector privado palestino, motor del crecimiento económico,
ha sido ampliamente destruido. Las infraestructuras palestinas
también han sido seriamente dañadas o destruidas
por el ejército israelí con pérdidas que
llegan hasta los 800 millones de dólares. Quizá
lo más preocupante sea que entre el 60 y 70% de la población
vive ahora en la pobreza (hasta un 21% en 2000), y casi el 25%
de los niños menores de cinco años sufre índices
de malnutrición aguda o crónica comparables a los
de Congo.
Consolidar la ocupación
Sin ninguna protesta por parte de EEUU, Israel ha ido construyendo
el muro [4], diseñado para consolidar su
ocupación de Cisjordania ,encerrando a los palestinos
en zonas cercadas que hagan imposible toda noción de un
Estado palestino contiguo. Este muro (que no se menciona en absoluto
en la "Hoja de ruta") tendrá casi el doble de
kilómetros de la longitud del Muro de Berlín, y
en algunas zonas alcanzará más de seis metros de
altura. En la parte noroeste de Cisjordania ya se han construido
unos 120 kilómetros de este muro sobre territorio palestino,
de modo que no solo impide el acceso de los palestinos a sus
tierras, sino también a otras ciudades y pueblos de Cisjordania.
Según estimaciones del Banco Mundial, una vez terminado,
el muro podrá dejar aislados entre 25.000 y 300.000 palestinos,
la mayoría de ellos residentes en Jerusalén Oriental,
donde habita entre el 12% y el 14% de la población palestina
de Cisjordania. Además, el muro permite a Israel anexionarse
un 10% de Cisjordania.
La resultante de todo ello es un contexto de opresión,
desesperación y asfixia en el que prospera el extremismo.
En semejantes condiciones ningún dirigente palestino,
incluyendo a Abu Mazen, puede acabar con la violencia
(algo que tampoco los israelíes pueden lograr) [5].
La única manera de acabar con el terrorismo en el lado
palestino es a través de la presión popular sobre
Hamas y otros grupos militares, y hay precedentes de ello que
han tenido éxito. Esta presión se producirá
cuando el pueblo palestino sienta que participa en un proceso
que le va a suponer un cambio significativo a largo plazo. El
cambio debe ir unido y formar parte de un proceso que sea considerado
justo y verdadero.
Acabar con la ocupación
El prime paso debe ser el final total de la ocupación
israelí. Sólo cuando acabe la ocupación
se puede hablar acerca de lo que esto implica y de lo que se
debe hacer después. El ejército israelí
debe retirarse a las fronteras del 4 de junio de 1967 y, una
vez que el ejército se retire, los palestinos deben declarar
y ejecutar un alto el fuego unilateral. Cuando los israelíes
se retiren se debe introducir una fuerza de protección
internacional. Esto debe ir acompañado en seguida de la
congelación de los asentamientos y de la retirada de algunos
colonos. Esto es esencial para acabar con la violencia y calmar
las tensiones en ambos lados y para restaurar el orden y la normalidad.
Esto solo se puede conseguir separando ambos lados e imponiendo
una barrera internacional. Puesto que se ha causado mucho daño
a las relaciones entre ambos pueblos, las negociaciones deben
seguir -no preceder- a cambios concretos sobre el terreno. Entonces
pueden empezar los detalles de la reforma política, de
la recuperación económica, de la construcción
del Estado, etc.
Cualquier intento por parte de EEUU e Israel de imponer un
acuerdo político a los palestinos mientras se mantenga
la ocupación y el órgano de control israelí
será un fracaso. Eso es lo que condenó a Oslo al
fracaso y lo que condenará al fracaso a la "Hoja
de ruta". La violencia garantiza la continuación
del conflicto y hace peligrar fundamentalmente los intereses
de EEUU en resolverlo. El fin de la ocupación es una condición
necesaria para acabar con el derramamiento de sangre. Sin ello,
nada es posible.
Notas de CSCAweb:
1. Véase
en CSCAweb: Documento:
"Hoja de ruta para una solución permanente al conflicto
palestino-israelí basada en dos Estados"
2. Un acre corresponde aproximadamente a 500 metros cuadrados.
3. Una milla son 1.609 metros.
4. Véase en CSCAweb: Israel formaliza su política
de 'apartheid' y cantonalización de la población
y los Territorios palestinos con el inicio de la construcción
de un muro en torno a Cisjordania | Ilan Pappé: El
muro en el corazón de Palestina | Once mil palestinos
y miles de hectáreas de cultivo quedarán entre
la 'Línea Verde' y el muro que el gobierno Sharon está
levantando para aislar Cisjordania de Israel | Loles Oliván:
En el aniversario de la ocupación de Gaza y Cisjordania:
el 'Muro del Apartheid' expresa la naturaleza racista del Estado
de Israel
5. Véase en CSCAweb: Aplicando la 'Hoja de ruta': Israel
atenta contra al-Rantisi a fin de provocar el enfrentamiento
interpalestino
| Cumbre
en Sharm el-Sheij: otra vuelta de tuerca en el reordenamiento
regional
| Rashid
Khalidi: ¿'Hoja de ruta' o ruta hacia la muerte?
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