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Actualidad / Análisis
IRAQ


En la imagen, entrada de la prisión bagdadí de Abu Ghraib, con un -a estas alturas macabro- cartel en inglés y árabe que da la "bienvenida" a este centro. [Foto: al-basrah.net]

* Sinfo Fernández Navarro es colaboradora de CSCAweb, para quien ha elaborado este texto. Véase también de esta autora en CSCAweb: El mantenimiento de la ocupación en Iraq depende cada vez más de la seguridad privada y Tras los sucesos de Faluya. Soldados, mercenarios y empresarios: La privatización de la guerra avanza en el Iraq ocupado

Las fuerzas de seguridad y de la inteligencia israelíes operan en las cárceles de la ocupación de Iraq

CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
31 de mayo de 2004
Sinfo Fernández Navarro,
20 de mayo de 2004

Cada vez hay pruebas más firmes de que el Pentágono contrató a un grupo de interrogadores -que dominan la lengua árabe- pertenecientes a las Fuerzas de Defensa y Servicios de Seguridad de Israel (Shin Bet) para interrogar de forma brutal a los prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib en Bagdad [1].

Una fuente política dentro de la Administración Bush reforzó dichas evidencias al declarar recientemente que los interrogadores en Abu Ghraib incluían a un número de israelíes que hablaban árabe que ayudaron a los interrogadores estadounidenses a desarrollar las técnicas "R2I" o "cómo doblegar la resistencia de los prisioneros en los interrogatorios". La mayoría de los métodos de tortura utilizados han sido desarrollados por los israelíes desde hace años en las sesiones de interrogatorios a los prisioneros palestinos de Cisjordania ocupada y del interior de Israel y árabes en general.

En los archivos israelíes se pueden encontrar fotos y vídeos sobre abusos realizados con prisioneros palestinos y de otros países árabes bastante peores que los aparecidos hasta ahora sobre Abu Ghraib. En marzo de 2000, un abogado de un prisionero libanés secuestrado en 1994 por los israelíes en Líbano declaró que su cliente había sido sometido a torturas que incluyeron la violación.

El tipo de compensación monetaria que Rumsfeld ofreció a los torturados en sus recientes declaraciones tiene sus raíces en los casos de tortura israelí con prisioneros palestinos y árabes. En el caso del hombre libanés referido en el párrafo anterior, su abogado pidió una compensación de 1,470 millones de dólares. El Comité Público Contra la Tortura en Israel ha documentado las modalidades de tortura desarrolladas con los prisioneros árabes y árabes palestinos. Muchas de ellas coinciden con las que contenía el Informe Taguba: golpear y mantener a los prisioneros durante períodos prolongados esposados a muebles [2]. En un artículo de 1998 de The Progressive, Rabbi Lynn Gottlieb informó sobre el trato dado un joven palestino de 23 años en un centro israelí de detención administrativa. El prisionero fue "abofeteado detrás de una silla durante 17 horas diarias a lo largo de 120 días; tenía su cabeza cubierta con un saco que a menudo era mojado con orina o heces. Los guardias ponían música muy alta junto a sus oídos y se mofaban con frecuencia de él con amenazas de violencia física y sexual". Si se pudiera documentar con fotos y vídeos las prácticas experimentadas, realmente la Administración Bush y el pueblo de EEUU no habrían visto "nada aún" con los testimonios conocidos por ahora de Abu Ghraib..

Aunque todavía no está ampliamente documentado si alguno de los contratistas nombrados en el informe del general Antonio Taguba estaba asociado a los servicios militares o de inteligencia, hay que resaltar que uno, John Israel, identificado en el informe por estar empleado tanto por CACI como por Titan, puede no ser ciudadano estadounidense. Titan afirma que es uno de sus sub-contratados y CACI asegura que uno de los hombres que aparecen en el informe "no es, y no ha sido nunca, un empleado de CACI", sin dar más detalles. Sin embargo, una fuente dentro de la inteligencia de EEUU reveló que en el mundo de la inteligencia y los subcontratos "especiales" se da tal confusión que es posible realizar desmentidos "con cierta verosimilitud".

Las dudas sobre si John Israel pudiera ser un apodo de inteligencia han animado la especulación de que este individuo pueda ser uno de los interrogadores israelíes contratados bajo contrato clasificado. Debido a que se necesita ser ciudadano estadounidense para obtener una acreditación de nivel de máximo secreto de seguridad, los ciudadanos israelíes no podrían, en principio, acceder a ella. Sin embargo, ciudadanos con doble nacionalidad estadounidense-israelí podrían haber satisfecho los requerimientos del Pentágono.

La preocupación del Pentágono por la repercusión del Informe Taguba y sus referencias a CACI, Titan y nacionales de terceros países (que dañaría de forma permanente las relaciones de EEUU con los países árabes y musulmanes) podría explicar por qué el informe haya sido clasificado como "secreto no difundible en el exterior".

La alusión a "nacionales de terceros países" en un informe que restringe su difusión entre los socios de EEUU en la coalición (Gran Bretaña, Polonia, Italia, etc.) es otro indicativo de la posible implicación de israelíes en los interrogatorios a prisioneros iraquíes. Si EEUU ha estado utilizando interrogadores israelíes, se podría fracturar la poco sólida "coalición" en Iraq.

Comparecencia de Rumsfeld ante el Senado y conexión israelí

Durante su testimonio ante el comité de servicios armados del Senado, Rumsfeld fue presionado por el senador John McCain acerca del papel de los contratistas privados en los interrogatorios y en los abusos. McCain hizo a Rumsfeld cuatro preguntas pertinentes: "¿Quién estaba encargado? ¿qué agencia o contratista privado estaba a cargo de los interrogatorios? ¿tenían autoridad sobre los guardianes militares? ¿qué instrucciones fueron las que dieron a esos guardianes?

Ante los problemas de Rumsfeld para responder, el teniente general Lance Smith, comandante adjunto del mando central estadounidense, dijo que había 37 interrogadores en la prisión de Abu Ghraib, de los cuales 27 no pertenecían al ejército de EEUU, sino a CACI. También había 22 lingüistas árabes que les ayudaban y que estaban empleados por Titan, que también emplea a lingüistas entrenados en las lenguas dari, farsi, pashto, urdu y tayik.

Tanto uno como otro, CACI y Titan, mantienen estrechos lazos con las comunidades tecnológicas y militares israelíes. El pasado 14 de enero, después de que el capitán general del Ejercito, el general Donald Ryder, descubriera los abusos en Abu Ghraib, el presidente y director ejecutivo de CACI, el antes citado Dr. J.P. (Jack) London, estaba recibiendo en el Ayuntamiento de Jerusalén el premio de la Fundación, con sede en esa ciudad, Aish Hatorah de Tecnología Albert Einstein, con asistencia al acto de Shaul Mofaz, ,inistro de Defensa perteneciente al partido derechista del Likud, y el ultraortodoxo alcalde de Jerusalén Uri Lupolianski, del Partido Unido del Judaísmo de la Torah. Extrañamente, CACI esperó hasta el 2 de febrero para anunciar el premio en una conferencia de prensa. CACI ha recibido también becas de fundaciones binacionales estadounidenses-israelíes.

También Titan tiene estrechas conexiones con los intereses israelíes. Tras su labor como director de la CIA, James Woolsey trabajó como director de Titan. Woolsey es uno de los arquitectos de la política estadounidense en Iraq y el respaldo principal de Ahmad Chalabi, presidente del partido del Congreso Nacional Iraquí y una de las apuestas de Bush para Presidente de Iraq ahora caído en desgracia ante EEUU. Es también consejero de la neoconservadora Fundación para la Defensa de las Democracias, del Instituto Judío de Asuntos para la Seguridad Nacional, del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano [2], del Centro de Política de Seguridad, de la Casa de la Libertad, y del Comité para la Liberación de Iraq, Woolsey está unido a Stephen Cambone, el subsecretario de Defensa para Inteligencia, una persona clave en la cadena de mando que no sólo debía conocer las tácticas de tortura usadas por los interrogadores israelíes y estadounidenses en Iraq, sino que también podría haberlas aprobado. Cambone está asociado con el proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense y es contemplado como un miembro del lobby neoconservador de Rumsfeld dentro del Pentágono.

Notas:

1. Madsen, W.: "The Israeli torture template", CorpWatch, 13 de mayo de 2004.
2. Informe editado en su versión original en inglés con nota de presentación de CSCAweb en: Llamamiento a los soldados estadounidenses para desobedecer las órdenes militares de la ocupación
3. Sobre el Proyecto del Nuevo Siglo Estadounidense, véase en CSCAweb: Celebrado en Bruselas una nueva sesión de la iniciativa Tribunal Internacional sobre Iraq - Declaración Final del Tribunal de Bruselas sobre Iraq y El 'Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense', la 'Doctrina Bush' y la guerra contra Iraq

Enlaces relacionados / Related links:

Tras los sucesos de Faluya. Soldados, mercenarios y empresarios: La privatización de la guerra avanza en el Iraq ocupado

Eman Jamas: Las mujeres iraquíes en las cárceles de la ocupación, objetos e instrumentos de violaciones

Investigation of the 800th Military Police Brigade

La Administración Bush lo sabía. Informe del Ejército de EEUU sobre abusos cometidos contra prisioneros iraquíes. Las presas de Abu Ghraib sometidas a violaciones y vejaciones


La privatización de la tortura

Asesinos y 'expertos civiles' al servicio de la ocupación de Iraq

Sinfo Fernández Navarro*

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 31 de mayo de 2004
Nota Informativa CSCAweb, 20 de mayo de 2004

"La devastación que para el pueblo iraquí han supuesto la guerra y la ocupación de su país parece no poder tocar fondo. En ese escenario donde se sigue experimentando y sufriendo el avance del fenómeno de la privatización de la industria militar, uno de los últimos hitos bajo observación y análisis es la relación cada vez más nítida entre contratistas de seguridad privada y las torturas en la cárcel de Abu Ghraib"

A la hora de contratar, la mayoría de las industrias militares privadas no ponen muchos reparos en situar a cualquiera en Iraq. El pasado 28 de enero una camioneta camuflada como ambulancia explotó en Bagdad junto al hotel Shahin. Entre los muertos que provocó el atentado apareció el nombre de Francois Strydom, y el de Deon Gouws entre los heridos [1]. Tanto uno como otro habían pertenecido a un grupo de mercenarios que había estado actuando durante la época del apartheid sudafricano. Recientemente habían sido contratados por SAS International, una compañía privada de seguridad que tiene su sede en EEUU y que es una de las empresas subcontratadas por la británica Erinys, cuya labor en principio era vigilar los pozos de petróleo iraquíes.

La conexión sudafricana

Antecedentes de ambos individuos se encuentran en informes de Amnistía Internacional . Strydom, que fue miembro del ejército sudafricano durante la época del apartheid, había cometido numerosos asesinatos a lo largo de la frontera con Namibia. Gouws, antiguo oficial de la policía sudafricana, había desempeñado un papel estelar en los sucesos de KwaNdebele (uno de los diez bantustanes anteriores a la formación del gobierno que en 1994 acabó con el régimen de apartheid) donde en julio de 1986, nueve jóvenes fueron brutalmente asesinados y quemados después para esconder las pruebas. Y hay más sobre Guows. Se sabe que tratando de acogerse a los beneficios de una amnistía en Sudáfrica testificó que había participado en el incendio de entre 40 a 60 casas y edificios. Recordó también haber detonado el coche-bomba que en 1986 mató a Piet Ntuli, un ministro del gabinete de KwaNdebele. Asimismo, en marzo de 1992, junto con otros compinches, incendió una furgoneta en la que había cuatro personas desarmadas y cuyos ocupantes murieron, intentando hacer creer que habían disparado sobre policías en un control y que éstos devolvieron el fuego matándolos. También acabaron con un testigo que se encontraba cerca, el conductor de Winnie Mandela. Ante el temor de que contara la verdad, el grupo le disparó, prendió fuego a sus ropas y volatilizó sus restos con explosivos. En 1996, Gouws fue separado del cuerpo de policía pero a comienzos del 2004, SAS International le contrató.

Contratistas privados y torturas en Abu Ghraib

La devastación que para el pueblo iraquí han supuesto la guerra y la ocupación de su país parece no poder tocar fondo. En ese escenario donde se sigue experimentando y sufriendo el avance del fenómeno de la privatización de la industria militar [2], uno de los últimos hitos bajo observación y análisis es la relación cada vez más nítida entre contratistas de seguridad privada y las torturas en la cárcel de Abu Ghraib [3]. Torturas que según los informes de Cruz Roja Internacional y numerosos testimonios se están produciendo también en muchos de los centros de detención y campos de prisioneros con que se ha ido sembrando todo el territorio de Iraq.

En efecto, hasta los últimos espantosos sucesos, nadie se preocupó de regular y controlar las actividades de los más de 20.000 agentes civiles de seguridad de las sesenta empresas privadas que hay ya en Iraq. Empleados mercenarios que actúan con total impunidad, algunos de los cuales han sido contratados a través de una mera llamada telefónica, como informó Torin Nelson, un antiguo oficial militar de inteligencia que sirvió en Bosnia y Guantánamo antes de unirse a la empresa CACI y que proporcionó pruebas para el denominado Informe Taguba sobre las torturas en Abu Ghraib [4].

Las empresas militares privadas que están en el centro del escándalo dado a conocer internacionalmente por el informe clasificado de 53 páginas del general Antonio Taguba son fundamentalmente dos: CACI International, Inc., con sede en Arlington, Virginia, y Titan, de San Diego, California [5].

En ese informe se citan un total de cuatro nombres: Steven Stephanowicz, John Israel, Torin Nelson y Adel Nakhla. Todos ellos trabajaban con la Brigada Militar de Inteligencia 205.

Las empresas niegan y defienden a sus mercenarios

El informe del general Taguba afirma que Stephanowicz, un interrogador de CACI, había hecho declaraciones falsas al equipo que investigaba los abusos acerca de la localización de sus interrogatorios y las actividades durante los mismos. Se averiguó que también había animado a la policía militar a aterrorizar a los prisioneros y que no ignoraba que sus instrucciones abrían la veda a torturas físicas y psíquicas. Stefanowicz es la ortografía utilizada por Joe Ryan, otro empleado de CACI asignado con el anterior a Abu Ghraib. Ryan es una personalidad en la KSTP, una emisora de radio conservadora en Minneapolis que mantenía un registro diario de sus actividades en Iraq en la página web de la radio antes de que fuera desmontada. A través de ella, Ryan indicó que Stefanowicz (o Stephanowicz) continuó haciendo su trabajo de interrogador en Iraq incluso aunque el general Taguba recomendó que perdiera su acreditación de seguridad y que terminaran los abusos en Abu Ghraib. Según el ejército estadounidense, se dedica ahora a tareas administrativas.

En una vuelta de tuerca más sobre el mismo personaje, el Philadelphia Daily News identificó a un antiguo especialista en relaciones públicas expatriado por el gobierno del sur de Australia, en Adelaida llamado Steve Stefanowicz, que puede ser la misma persona identificada en el Informe Taguba. En 2000, Stefanowicz, que creció en las áreas de Filadelfia y Allentrown se trasladó para Australia. El 16 de septiembre de 2001 fue citado por el Sunday Mail de Adelaida por haber participado en 911 atracos. El declaró que esa acusación "[...] había sido una de las cosas más increíbles y devastadoras con las que había tenido que enfrentarse en su vida". Sus modales, que en un principio eran solemnes y tranquilos, fueron alterándose de forma progresiva hasta llegar a hacerse coléricos. Stefanowicz regresó a EEUU y entró voluntario en la Marina como reservista, abandonándola en septiembre de 2003 para unirse a CACI.

En cuanto a Israel, negó que hubiera sido testigo de cualquier conducta indebida. El informe dice que Israel podía incluso no haber estado allí, "[...] porque no tenía acreditación de seguridad". No está claro si Israel trabaja para CACI o Titan, pero los funcionarios de CACI han negado que le hayan empleado.

A Najla se le preguntó sobre el trato dado a varios detenidos. Najla es un nombre corriente entre la comunidad cristiana copta de Egipto y no se sabe bien si es un estadounidense de origen egipcio o un nacional de Egipto El alegó que había dos sargentos del ejército que obligaban a los prisioneros, que estaban desnudos, a hacer "ejercicios extraños" y que "los amontonaban unos sobre otros", después de ponerles esposas y grilletes en manos y pies.

También aparece en el informe un civil acusado de violar a una joven prisionera iraquí, pero no se revela su nombre.

Los investigadores militares concluían alegando que "[...] En general, el personal civil contratado tanto estadounidense a través de Titan Corporation, CACI, etc., como nacionales de terceros países y contratistas locales no eran supervisados adecuadamente en la prisión de Abu Ghraib".

Pero CACI niega las acusaciones y mantiene que sus trabajadores han hecho "un trabajo delicado". Durante una reciente conferencia con analistas de la investigación, Jack London, el jefe ejecutivo de la firma, aseguró que todavía no había sido contactado por el gobierno ni se habían presentado cargos contra la compañía y afirmó que "[...] CACI no tolera ni aprueba formas de conducta inadecuadas o ilegales por parte de ninguno de sus empleados como las cometidas en Iraq y, si se hubieran producido, yo tomaría personalmente con esos empleados las acciones apropiadas de forma inmediata". Se negó a divulgar detalles sobre sus trabajadores en Iraq, pero poco a poco la información ha ido trascendiendo, como demuestran los datos apuntados anteriormente.

Por otra parte, William Lawson, tío del sargento Ivan Chip Frederick, uno de los soldados también nombrados en el informe del general Taguba y que tendrá que hacer frente a un tribunal militar, declaró que su sobrino le había comunicado que cuando intentó protestar por las órdenes que le hacían cumplir, sus oficiales superiores le dijeron que siguiera las instrucciones de los trabajadores civiles contratados que interrogaban a los prisioneros iraquíes: "Haz lo que los contratistas civiles te digan que hagas y no interfieras con ellos en los interrogatorios". Lawson ha declarado que no está dispuesto a permitir que su sobrino sea utilizado como cabeza de turco y que los empleados de esas compañías deberían ser investigados y perseguidos, lo cual es jurídicamente viable ya que, en el año 2000, el Congreso de EEUU aprobó una ley que permitía procedimientos criminales contra los contratistas del Departamento de Defensa que trabajaban en el extranjero, después de que los contratistas civiles de Dyncorp, una empresa con sede en El Segundo, lograran escapar de las acusaciones de estar manejando una red de prostitución con menores en Bosnia.

Trayectoria de 'CACI'

CACI International Inc. se llamaba en sus orígenes California Analysis Center Incorporated. Fue creada en los años sesenta por Hebert Karr y Harry Markowitz. Este último ganó el premio Nóbel en economía en 1990 por sus investigaciones sobre la diversificación de las especies. Los primeros contratos federales de la compañía fueron para proporcionar sistemas de ordenador al Pentágono con los que poder elaborar programas de simulación de batallas.

Hasta alcanzar la actual coyuntura, CACI, que emplea aproximadamente a 6.300 personas, ha seguido calladamente una agresiva estrategia de negocios enfocada a expandirse a base de absorber compañías más débiles y a aumentar sus negocios con el gobierno federal proporcionando personal de apoyo en las bases de las fuerzas armadas Nelly, en Texas, y MacLellan, en California. Sus beneficios se doblaron entre 2001 y 2003. Mientras otro tipo negocios luchan para sobrevivir, aquéllos que se han enganchado a la "Guerra contra el terrorismo" siguen elevando vertiginosamente la cuenta de sus beneficios.

Hoy, CACI, como la mayoría de los integrantes de la industria militar, se jacta de tener una lista de antiguos soldados y espías y, asimismo, de contar con miembros de varios consejos de administración, como Michael Bayer (antiguo vicepresidente de la Junta de Administración del Pentágono, y asesor en la Fuerza Aérea, en el Colegio Naval de Guerra y en el Laboratorio Nacional Sandia), Bárbara McNamara (exdirectora adjunta de la Agencia Nacional de Seguridad), Arthur L. Money (antiguo ayudante del Secretario de Defensa) y Larry Welch (un exgeneral de la Fuerza Aérea que sirvió en la junta de jefes de estado mayor durante la primera Administración Bush).

CACI publica habitualmente diversos anuncios en su página de Internet solicitando interrogadores para enviarlos a Afganistán, Iraq y Kosovo. El empleo necesita una "acreditación muy secreta y la ciudadanía estadounidense", según la página de CACI, y los candidatos deben "[...] tener por lo menos dos años de experiencia como policía militar o haber trabajado en alguna agencia de inteligencia donde los individuos utilizaran técnicas de entrevistar".

David Isenberg, un analista que busca compañías militares privadas para el Consejo de Información de Seguridad EEUU-Reino Unido, declaró que estos puestos aparecen en el sector privado debido a los planes a largo plazo del Pentágono que van recortando el número de las fuerzas armadas (en 1991 alcanzaban la cifra de dos millones; hoy son 600.000 efectivos menos), a la vez que aumentan los gastos dedicados a nuevos sistemas tecnológicos militares.

No obstante, el impacto tremendo que el conocimiento de las torturas en la cárcel de Abu Ghraib (a la que han pasado a denominar ahora "Campo de Redención") ha causado en la opinión pública mundial ha hecho que incluso desde algunos sectores militares se empiece a cuestionar el uso de contratistas privados para la guerra.

Notas:

1. Hamilton III, H.: Milwaukee Courier, 23 de abril de 2004.
2. Véase en CSCAweb:
Tras los sucesos de Faluya. Soldados, mercenarios y empresarios: La privatización de la guerra avanza en el Iraq ocupado y enlaces relacionados.
3. Véase en CSCAweb:
Eman Jamas: Las mujeres iraquíes en las cárceles de la ocupación, objetos e instrumentos de violaciones y enlaces relacionados.
4. Chatterjee, P. y Thompson, A.C.: "Private contractors and torture at Abu Ghraib, Iraq; Special to CorpWatch, 7 de mayo de 2004. Véase el Informe Taguba (texto original completo editado por la BBC) en CSCAweb:
Investigation of the 800th Military Police Brigade así como el texto de presentación de CSCAweb del citado informe en: La Administración Bush lo sabía. Informe del Ejército de EEUU sobre abusos cometidos contra prisioneros iraquíes. Las presas de Abu Ghraib sometidas a violaciones y vejaciones
5. Leigh. D.:
"Who commands the private soldiers?", The Guardian, 17 de mayo de 2004 y Madsen, W: "The Israeli torture template" CorpWatch, 13 de mayo de 2004.