Los
intereses imperialistas contra Líbano y Siria
Hacer otro Iraq
de Líbano
B. Raman*
Asia
Times /
CSCAweb** (www.nodo50.org/csca), 14 de marzo de 2005
"La
pervertida demonización estadounidense del régimen
de Saddam Hussein y su partido baasista, la explotación
cínica de la psicoguerra y la siembra y profundización
de la sospecha entre sunníes y chiíes, entre árabes
sunníes y kurdos sunníes, ha allanado el camino
para la Libanización de Iraq y para que comience la ascensión
de los mullahs y jefes tribales; todo ello bajo diferentes formas
de persuasión que afectan gravemente al que hasta mazo
de 2003 era único modelo de estado moderno secular en
Oriente Medio"...
Tras haber convertido Iraq
en otro Líbano, los Estados Unidos, apoyados por Francia
y otros países de Europa occidental, ponen en marcha una
política que pretende hacer de Líbano un nuevo
Iraq.
El último ejemplo de
la retorcida guerra psicológica (psicoguerra) que se ha
lanzado contra Siria, explotando el asesinato de Rafiq Hariri,
antiguo primer ministro libanés, parece ser un "revival"
y una exacerbación de las tensiones interétnicas
e interreligiosas que hicieron sangrar a Líbano durante
más de 15 años; ha traido a escena de nuevo un
vacuo terrorismo suicida, desarrollado por elementos yihadistas,
y una cultura del martirologio a través del coche bomba.
La pervertida demonización
estadounidense del régimen de Saddam Hussein y su partido
baasista, la explotación cínica de la psicoguerra
y la siembra y profundización de la sospecha entre sunníes
y chiíes, entre árabes sunníes y kurdos
sunníes, ha allanado el camino para la Libanización
de Iraq y para que comience la ascensión de los mullahs
y jefes tribales; todo ello bajo diferentes formas de persuasión
que afectan gravemente al que hasta mazo de 2003 era único
modelo de estado moderno secular en Oriente Medio.
La coalición encabezada
por EEUU, y la comunidad internacional en general están
pagando ahora un alto precio por ello. Iraq se ha convertido
en escenario casi cotidianao para el terrorismo suicida y devastadoras
explosiones de coches bomba. Faluya, de la que se ha informado
ha sido reducida a escombros por el cuerpo de marines de los
EEUU y su fuerza aérea, quedará en la Historia
como la Dresden de la llamada "guerra contra el terrorismo"
de los EEUU.
El mundo prestaba atención
hace poco al 60 aniversario de aquellas dos noches de bombardeo
incesante sobre la ciudad alemana por parte de las fuerzas aéreas
de EEUU y Gran Bretaña, que hicieron de la ciudad un montón
de escombros y asesinaron a mas de 30.000 civiles.
El mundo por lo menos tiene
un recuerdo para el dolor del pueblo alemán, quien sufriera
un cruel castigo por los desmanes de sus dirigentes nazis. Los
EEUU y su aparato de psicoguerra han previsto que no hay ni va
a haber un recordatorio semejante para el sufrimiento de la población
de Faluya y de otros lugares de Iraq, que se han visto sujetos
a un castigo brutal por lo que los EEUU considera son desmanes
de la resistencia y de combatientes extranjeros.
Existe una nítida documentación
cotidiana sobre el número de bajas estadounidenses y de
víctimas del terrorismo. No existe documentación
del número de bajas iraquíes resultantes de las
operaciones contraterroristas y contraguerrilleras estadounidenses
en Iraq. Las bajas civiles iraquíes no son dignas de ser
documentadas y lamentadas. Los datos ofrecidos por varias fuentes
oscilan entre mínimos de 30.000 y 100.000 muertos. La
sangría parece no acabar y el terrorismo y la resistencia
no muestran signos de flaqueza.
Demonización
de Siria
Sin haber aprendido nada en
Iraq, los EEUU y su infraestructura de guerra psicológica
se han embarcado en la demonización de Siria a ojos de
los libaneses, para lograr así la retirada de las tropas
sirias de Líbano y poner fin a la influencia siria.
EEUU tiene razones para sentirse
concernido respecto a Siria. Si bien Siria no tiene lazos con
la al-Qaeda de Ben Laden, si ofreció santuario a grupos
terroristas en los ochenta y primeros noventa: diferentes grupos
palestinos como el FPLP de George Habash, el grupo liderado por
"Carlos", las facciones alemanas y japonesa del Ejército
Rojo, y diferentes grupos kurdos. Muchos de los ataques terroristas
en la europa occidental y en otros lugares efectuados en los
ochenta y primeros noventa fueron planeados y organizados en
territorio sirio con el conocimiento, si no la complicidad de
los servicios de inteligencia sirios. Los EEUU se sentían
totalmente justificados declarando a Siria un Estado promotor
del terrorismo internacional.
A pesar de estos errores del
pasado, había razones para creer que el gobierno sirio
se había liberado de elementos terroristas no palestinos
y que se estaba asegurando de que su territorio no estuviera
siendo utilizado por elementos anti-EEUU para sus operaciones
en Iraq. Es cierto que algunos sirios han participado en acciones
suicidas en Iraq, y que existe un sentimiento antiestadounidense
generalizado en la población siria, y que muchos terroristas
extranjeros intentan entrar en Iraq a través del territorio
sirio. Sin embargo, no existe evidencia definitiva alguna que
indique que las autoridades sirias hayan colaborado en ello.
Podríamos entender la
presión estadounidense sobre Damasco para que ponga fin
a esta situación y que comparta información de
inteligencia con la coalición encabezada por EEUU. Pero
explotar la ira en ciertos sectores de la población libanesa
en relación al asesinato de Hariri para que se vuelva
contra Siria y lograr la retirada de sus tropas no es de sentido
común en este momento crítico, cuando la furia
contra los EEUU que se generó a consecuencia de los eventos
posteriores al 11-S en el mundo islámico no parece remitir.
Si bien se puede entender que
se pretenda la retirada de los 15.000 efectivos sirios por medios
diplomáticos, la forma en que los EEUU están actuando,
aprovechando la muerte de Hariri es contraproducente. No existe
evidencia alguna que relacione a la inteligencia siria con el
asesinato. La lógica se rebela ante cualquier implicación
siria. Damasco no es tan estúpida como para emprender
una operación de este tipo en un momento en el que EEUU
ha ido añadiendo presión en su contra, con el motivo
de los supuestos terroristas que se utilizan territorio sirio.
Es de destacar que a pesar
de que diversos agentes de policía occidentales se coordinan
en la investigación sobre el asesinato, aún no
ha habido progresos. Todos los recursos técnicos y humanos
de occidente no han podido determinar si el asesinato fue cometido
por un suicida o por la acción de un mecanismo de control
remoto
'Revolución
Gucci'
Parece que los EEUU, Francia
y otros no quieren que la investigación progrese porque
alejaría toda pista incriminatoria respecto a Damasco,
con lo que podrían perder razones para su guerra psicológica
contra Siria, que cuenta con la complicidad de los medios de
comunicación. De acuerdo con fuentes fiables, el rechazo
hacia Siria se reduce a un pequeño sector de la población,
sobre todo el referido a las clases altas occidentalizadas (y
de aquí el sarcástico calificativo de "Revolución
Gucci"). Aunque la manipulación electrónica
de las fotos ha conseguido proyectar la idea de son enormes masas
de población local la que protesta frente a Siria.
Destacamos un informe de Kim
Ghattas, de la Corporación Británica de Difusión:
"Algunas personas califican jocosamente al fenómeno
como `la Revolución Gucci´. No porque minusvaloren
las manifestaciones, sino porque muchos de los que ondean banderas
en las calles no tienen mucho aspecto de manifestantes. Hay chicas
jóvenes en minifalda y con botas altas, llevando costosos
bolsos de cuero, así como hombres vestidos con trajes
de empresarios o zapatos de última moda. Y en una inolvidable
escena una anciana, con el peinado muy arreglado, se manifestaba
junto a su sirvienta de Shri Lanka, diciéndole cómo
ondear la bandera y cóm corear las consignas en árabe."
Las protestas anti-sirias de
Beirut sólo son espontáneas en parte. Cualquier
analista en cuestiones de inteligencia verá que en gran
porcentaje están preparadas. Nos guste o no, en la comunidad
musulmana de Líbano existe una simpatía considerable
hacia Irán y Siria. La forma en que los EEUU y otros paises
occidentales intentan rentabilizar el asesinato de Hariri se
plantea en términos de enfrentar de nuevo a los elementos
islámicos y a los pro-occidentales, conduciendo intencionadamente
a un recrudecimiento del terrorismo suicida y la cultura del
coche-bomba de la que el pueblo libanés lleva intentando
liberarse hace años.
Ben Laden, Abu Musad al-Zarqawi
y sus esbirros terroristas tendrían razones para estar
agradecidos a la psicoguerra de los EEUU contra Siria acerca
del asesinato de Hariri. Serviría para que se les acercaran
muchos musulmanes, si es que esto no está ocurriendo ya.
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