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LAS COMPLEJIDADES DEL NUEVO GOBIERNO

Panamá, Año XII, No. 246
15 de julio de 2014

Derrotadas electoralmente las pretensiones continuistas que abrigaban el proyecto de perfeccionar una dictadura civil por quien ha huido cobardemente a refugiarse en la cueva de sus congéneres, el “partido” Cambio Democrático empieza a desmoronarse cual terrón de azúcar en el café. Raudos en el huir despavoridos, ya no contestan sus celulares, y si los utilizan es para “tender puentes” hacia botes salvavidas que intenten socorrerlos del inevitable naufragio. Carentes de la “teta del Estado” morirán de penosa inanición, si bien el huido pretende utilizar los más de dos mil millones de dólares que nos pidió prestados, sin el menor ánimo de devolvérnoslos, en la infructuosa defensa de su persona y en intentar transformar en impagables los millones que nos adeuda. Por su parte, no moverá un dedo en defensa de sus siervos, que sabe irremediablemente condenados al suplicio.

Por el contrario, ante el hundimiento del más falso y ultraderechista candidato que ha tenido el PRD en toda su historia electoral, en razón de lo cual nunca pudo disimular que estaba entregado de pies y manos atadas al “círculo cero” del martinelato, el huido pretende ahora utilizar sus fichas de recambio en dicho partido para obstaculizar hasta donde sea posible que se abra el enorme armario que guarda las pruebas de la corrupción y el latrocinio al que se dedico durante cinco años, en compañía de sus cuarenta ladrones. De ahí la conformación de una Junta Directiva de la Asamblea de Diputados, cuyos rostros, con excepción del de su presidente, más bien parecen los de huéspedes de Alcatraz de vacaciones temporales en una República bananera. ¿Qué misión le habrá encomendado el huido a tales sicarios de la política? Evidentemente, entorpecer, hasta donde sea posible, el nombramiento de un Contralor y un Procurador capaz de desenterrar la hedionda podredumbre que nos has dejado el huido como herencia de su gansteril gobierno. Y, por supuesto, si se puede colocar en esos puestos a algún “amigo”, mucho mejor. Ese es su trabajo, y mientras tanto chantajear en favor de sus bolsillos todo lo que puedan. No hay dos: o derrotan a Benicio Martinelli o se suman al lado oscuro de la fuerza.

En cuanto a las candidaturas independientes y el FAD, pareciera que la honorable Ana Matilde Gómez es la única no afectada por una afonía inexplicada y por ello  inexplicable. ¿Tal vez incrédulos de sus magros resultados están ocupados en contar y recontar una y otra vez los votos obtenidos?

Las complejidades del nuevo gobierno

Llegados al poder con un 40% de los votos, aunque ahora apoyados por el 70% del voto oposicionista, el gobierno de Varela se enfrenta a tareas de enorme importancia como resultado de las exigencias y expectativas de un pueblo harto de tropelías y engaños, por una parte, y por otra dicho gobierno se ve obligado a cruzar ese río de aguas rápidas en una balsa cuyos amarres dan muestras evidentes de estar podridos. Esa contradicción, expresada por las exigencias y expectativas de la población y la crisis irresoluble del régimen político, marcará el rumbo del actual gobierno durante los próximos cinco años.

En efecto, y tal como vemos cada día, un sin número de exigencias saltan a las pantallas de televisión y a la primera plana de los periódicos todos los días: carencia de agua, calles intransitables, catastrófico servicio público de transporte, falta de docentes, escuelas deterioradas, inseguridad ciudadana, contaminación del río La Villa, por no hablar de los demás; edificios condenados, cambios irregulares de zonificación, fracaso estrepitoso en la recogida de la basura en todo el país, etc. etc. Y todo ello aderezado con exigencias ciudadanas inaplazables: lucha contra la corrupción (política y económica) y la impunidad y certeza del castigo.

Dicho de otra manera, no hay forma de parar, frenar o desviar las exigencias ciudadanas de ampliación de las libertades democráticas y profundización de los derechos sociales. Y mientras ello ocurre, el gobierno pareciera entender que el régimen político de dominación se agotó y ya no sirve para engatusar a los ciudadanos. O sacan el garrote para mantenernos “disciplinados”, o avanzan hacia una Constituyente que reforme en profundidad el régimen político y posibilite la gobernabilidad. Para esto último no tienen otra salida que ampliar las libertades ciudadanas, reformar las formas de elección de los diputados, garantizar una cierta independencia a los distintos órganos del Estado, y poner freno a una Administración de Justicia que se distingue por su alto grado de corrupción y sometimiento al poder del Ejecutivo. Y en el peor de los casos, dejar intactos los derechos sociales establecidos en la actual Constitución.

Especular sobre una posible Constituyente reaccionaria, que elimine los derechos sociales garantizados en la existente, restrinja las libertades públicas y fortalezca el poder del Ejecutivo sin modificaciones de fondo en la forma de elegir al Poder Legislativo, tiene que partir necesariamente de caracterizar al actual gobierno como un “gobierno fuerte”, surgido de una derrota inocultable de los movimientos sociales y ciudadanos, lo que estaría completamente alejado de la realidad. Por el contrario, el gobierno Varela nace como resultado de la derrota inapelable de un régimen autoritario y profundamente corrupto, a lo que hay que agregar el hartazgo de las denominadas “clases medias”.

Las tareas pendientes

Por supuesto que no estamos tocando las trompetas que anuncian el advenimiento del “reino de la libertad y la abundancia”. Eso sería pedirle peras al olmo. Lo que advertimos es que se abren grandes avenidas para acercarnos  – solo acercarnos- a lo que un analista político denomino “Una revolución ética y democrática”, siempre y cuando las fuerzas emancipatorias sepan aprovechar el período que se ha inaugurado el pasado 4 de mayo. Si se levanta un programa consecuentemente democratizador, se toma como eje la lucha contra la corrupción y la impunidad, se recogen las demandas sociales que está exigiendo el pueblo, y se comprende la necesidad de alianzas bajo dicho programa, solo faltaría el (la) candidato adecuado que sea capaz de transmitir la firme voluntad de cumplir con tales propuestas.

 Nadie niega que el gobierno Varela si ha tomado medidas progresivas. Pero ¿las podrás llevar adelante sin graves tropiezos y contradicciones? ¿Ampliara el número de los productos de la canasta básica y extenderá más allá de seis meses su vigencia? Este es un simple ejemplo de las exigencias que como tareas tienen por delante los movimientos y fuerzas emancipatorias. ¿Cumplirán con ello? Por nuestra parte haremos lo imposible por abrir más allá de lo imposible el resquicio de la puerta que se abrió el 4 de mayo.

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