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Panamá, Año IV, No. 87
30 de mayo al 5 de junio de 2005
Con dos enormes manifestaciones en la ciudad capital (miércoles 25 y viernes 27), significativas movilizaciones en todas las cabeceras de provincias y la Huelga Nacional iniciada el jueves 26, la inmensa mayoría del pueblo panameño ha dejado sentado su rotundo rechazo al proyecto reformatorio de la Ley Orgánica de la CSS, presentado inconsultamente por el gobierno a la Asamblea de Diputados. Así lo confirma, además, la encuesta Dichter& Neira, que señala que el 72% de los consultados quiere que el paquete de reformas sea retirado de la Asamblea de Diputados. Por otra parte, a medida que avanza la imposición legislativa, más sectores se suman a la Huelga Nacional y las 48 organizaciones comprometidas con el Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (FRENADESO) reafirman su exigencia de que el Proyecto sea retirado.
El gobierno maniobra
Sometido a una enorme presión popular, el gobierno realizó dos reuniones significativas. La primera de ellas fue con los representantes del Consejo Nacional de la Empresa privada (CONEP), los que posteriormente revelaron en un comunicado público que su propuesta de privatización de los fondos del programa de Invalidez, Vejez y Muerte no fue aceptada porque el gobierno la considera «políticamente inviable», lo que constituye el primer reconocimiento público de que la resistencia popular es mucho mayor de lo esperado. La segunda reunión se realizó con los representantes del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO) y FENASEP, cuyos dirigentes pertenecen en su gran mayoría al PRD o al Partido Popular. Esta «organización obrera», ajena completamente a las luchas encabezadas por FRENADESO contra el paquete de reformas, y cuya única manifestación no reunió a más de dos mil personas, salió del Palacio Presidencia anunciando que había llegado a un «acuerdo» con el Presidente de la República.
Horas después, en la tarde del domingo, el Presidente de la República se dirigió al país anunciando nuevas modificaciones al paquete de reformas, entre las que destacan el aumento de tres años y no cinco como estaba inicialmente contemplado para la jubilación de las mujeres, y la opción de solicitar, en ciertas condiciones, una jubilación anticipada que rebaja drásticamente el monto de lo que debería percibir el asegurado (no menos de un 25%). Ambas propuestas han sido consideradas por el movimiento popular como una nueva burla, y por ello han llamado a continuar la huelga y masificar aún más las movilizaciones.
Fortalezas y debilidades de FRENADESO
Nadie puede negar el gran salto adelante dado por el movimiento popular legítimamente encabezado por FRENADESO. Han sido abandonadas las acciones minoritarias de choque y confrontación, en beneficio de las acciones masivas de movilización popular. Gracias a ello, las provocaciones de las unidades infiltradas y pagadas por los cuerpos de seguridad, y por algunos representantes de corregimiento del PRD, no pudieron lograr la criminalización de las movilizaciones ni justificar una salvaje represión. Frente a la opinión pública, las masivas y cívicas movilizaciones no fueron otra cosa que el ejercicio de un derecho democrático consagrado en la Constitución. Por el contrario, las acciones minoritarias de choque y confrontación realizadas por algunos grupos en la Universidad de Panamá, fueron utilizadas por los enemigos del movimiento popular como la justificación perfecta para el cierre de la Casa de Méndez Pereira, sustrayendo de esa manera al grueso del movimiento de estudiantil de prestar su apoyo a las movilizaciones y organizar la resistencia activa.
De igual forma, la exigencia democrática de realizar un referéndum para dirimir el conflicto ha permitido desenmascarar ante el pueblo llano la democracia restringida en la que vivimos, posibilitando el que ahora pueda hacerse propaganda creíble sobre la necesidad de una Asamblea Constituyente que amplíe las libertades democráticas y configure un nuevo modelo de sociedad alternativa al neoliberalismo.
Todo lo anterior nos permite afirmar que el movimiento popular, en especial su actual dirección, ha dado grandes pasos en el camino correcto.
Y ahora, ¿qué hacer?
Es incuestionable que la renovada, descarada y abierta traición de la mayoría de los dirigentes de CONATO y Fenasep los ha empujado a su desprestigio definitivo, pudiéndose esperar a partir de ahora el inicio de un continuo aunque prolongado proceso de descomposición. Lo mismo ha ocurrido con el gremio de enfermeras, que ha sufrido una fractura visible entre sus bases y la Junta Directiva que negocio secretamente su abandono de la lucha. Por el contrario, FRENADESO surge legitimado de estas luchas como la mejor herramienta de la que dispone el pueblo panameño para la defensa de sus derechos, una y otra vez conculcados por la partidocracia neoliberal.
Para seguir avanzando por el camino de la ampliación y fortalecimiento de la resistencia se deben abandonar las bravatas y los desplantes, sustituyéndolas por los ejemplos dados por Genaro López, los profesores Juan Jované y William Hugues. Pedagógicos, llamando siempre a la cordura, con humildad pero con firmeza, han sabido hablar el lenguaje que el pueblo quiere oír, sin que ello significara en ningún momento el abandono o la rebaja del programa de lucha. Por el contrario, han contribuido eficientemente a la masificación de las movilizaciones.
Por su parte, el gobierno le ha cerrado todas las puertas al pueblo, y hace de oídos sordos ante las demandas populares, esperando que con ello poco a poco se diluya la protesta y FRENADESO vea reducida su capacidad de convocatoria y quede aislada. Ese gravísimo peligro debe ser evitado a toda costa. Para ello debe convocarse con urgencia un Encuentro Nacional de Dirigentes, abierto a todas las organizaciones y corrientes que quieran luchar por la verdadera autonomía de la CSS, el rechazo del aumento de la edad de jubilación y de la densidad de las cuotas . Dicho encuentro debe ser democrático y respetuoso de la autonomía de los distintos movimientos y corrientes, y por ello mismo ajeno a todo hegemonísmo. En el se deben discutir los objetivos, las acciones y los métodos de lucha de esta etapa, dando paso así a la creación de un Frente Unico Popular que, sin distinciones políticas o ideológicas, pero con plena independencia de la partidocracia neoliberal, aglutine a la inmensa mayoría de los que están en lucha contra el neoliberalismo. Ese es el camino de la victoria.
