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El próximo lunes 17 de agosto una delegación norteamericana de alto nivel visitará al presidente Cortizo. Los temas que se tratarán, según ha divulgado el señor Mauricio Claver-Carone, Asesor Especial del presidente Donald Trump, serán los referidos al “desarrollo económico, asuntos de seguridad nacional y seguridad financiera”. Especial atención e interés expresó Mauricio Claver en “trabajar conjuntamente para ayudar a Panamá a salir de la lista gris del GAFI”. Loables propósitos que merecen reconocimiento sobre todo en las actuales circunstancias en que la pandemia del Covid-19 está causando estragos en las vidas y economía de los panameños.
Seguidamente, en su declaración, el Asesor Especial del presidente Trump reveló que también se tienen intenciones de conversar sobre el tema sanitario, “alertando sobre la posible contratación de médicos cubanos para suplir el supuesto déficit de mano de obra de galenos para atender la pandemia del Covit-19 en el país.” Con referencia a ello, hace tan sólo cinco días, el miércoles 12 de agosto, el presidente Cortizo le anunció al país que “estamos tratando de llegar a un acuerdo con los médicos cubanos para fortalecer a los trabajadores de la salud”.
Entendiendo que una visita de Estado como la que realizará la delegación norteamericana de alto nivel sería conocida y acordada previamente por las más altas autoridades del gobierno panameño, incluido el presidente de la república, las declaraciones del señor Mauricio Claver reúnen un doble carácter. Resultan ser una grave intromisión en los asuntos internos de Panamá, configurando un desaire inaceptable al presidente Cortizo, y provienen tales “alertas” del representante de un gobierno cuyo manejo de la pandemia ha resultado y sigue resultando en un estruendoso fracaso (170.000 fallecidos y 5.200.000 contagiados). Así pues, y sin desconocer la importancia de nuestras relaciones con los Estados Unidos de América, las declaraciones del señor Mauricio Claver deben ser desoídas, como corresponde a un país soberano que defiende su dignidad.
¿Quién es el señor Mauricio Claver? Resulta ser que es el candidato de los Estados Unidos para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), candidatura que rompe una tradición diplomática de 60 años de historia, en la que solo latinoamericanos han sido postulados y electos presidentes del banco. Con un promedio de volumen de cartera de 40.000 millones de dólares, el BID ha sido presidido por personalidades latinoamericanas tales como Felipe Herrera de Chile (1960-1970), Antonio Ortiz Mena de México (1970-1988), Enrique Iglesias de Uruguay (1988-2005) y Luis Alberto Moreno de Colombia (2005-2020). Esta tradición contempla un acuerdo no escrito con Estados Unidos en el que ellos ocupan la Vicepresidencia.
Esta insólita pretensión norteamericana ha sido enfrentada por expresidentes latinoamericanos como lo son Julio María Sanguinetti (Uruguay), Fernando Enrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Juan Manuel Santos y Ernesto Samper (Colombia) y Ernesto Zedillo (México), así como por una diversidad de personalidades y presidentes en activo, además de la propia Unión Europea, que apoyan que la próxima elección del presidente del BID, que debería ser en septiembre de este año, se aplace hasta marzo de 2021 a fin de lograr un consenso entre los gobiernos socios del banco sobre un candidato latinoamericano que oriente las políticas crediticias del BID en concordancia con las de la reconstrucción de la economía y el tejido social después de la pandemia.
Lo sorprendente en este caso es que a solo 48 horas de la postulación por lo Estados Unidos del señor Mauricio Claver-Carone como candidato a la presidencia del BID, Panamá fue el primer país del Continente en anunciar su apoyo a esa candidatura, que hoy afea públicamente las decisiones del mismo presidente que apresuradamente lo postuló. Preocupa todavía más que la pérdida de dignidad soberana sea la política exterior implementada por el gobierno de Cortizo, y ello se aprecia en el decidido apoyo que dio Panamá a la relección del actual Secretario General de la Organización de Estados Americanos, señor Luis Almagro, cuyas actuaciones, harto conocidas, son de permanente injerencia en las políticas de los estados miembros y de silencio sepulcral ante la violación de los derechos humanos, sociales y políticos de algunos países miembros.
Poder Ciudadano condena cualquier retroceso del gobierno de Laurentino Cortizo ante la urgente necesidad sanitaria de salvar vidas humanas gracias a la cooperación internacional venga de donde venga. Panamá debe hacer respetar su soberanía en la toma de decisiones favorables al enfrentamiento de una pandemia responsable de un enorme sufrimiento humano en toda la población, especialmente en el sector de los marginados y empobrecidos.
Poder Ciudadano
Panamá, 15 de agosto de 2020
