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Impunidad al volante

Lunes 19 de septiembre de 2016, por sods

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Un año sin ti. Un año siempre presente. Un año en el que el homicida de mi tío no se ha puesto en contacto con la familia. Quién sabe, habrá estado muy ocupado. O quizá no le dé importancia. Si matar a una persona se considera, en estas circunstancias, una falta no le parecerá relevante comunicarse con sus seres queridos. Hablé recientemente con nuestro abogado para que me explicara por qué finalmente no hubo juicio. Pensaba que algún día vería a este tipo respondiendo ante la justicia pero ya me explicó que no, que la aseguradora del vehículo hizo frente a la indemnización pertinente y no había más que hacer ya que no hay “reproche penal” posible. Tenía que asumir la responsabilidad civil y al tener el recibo del seguro al corriente de pago esta la suple la aseguradora. En román paladino: si piensas quitar a alguien de enmedio hazlo con un coche. Eso sí, no consumas sustancias antes porque entonces la cosa cambia.

El caso de Óscar, marido de Anna Gonzalez es áun más sangrante ya que además hubo omisión del deber de socorro. O no. Si matas en el acto te puedes dar a la fuga porque ya no hay nada que socorrer. Así se interpreta el Código Penal. Si aún no has firmado la petición de Anna no te demores más.

Dice la estadística de la DGT que ha descendido el número de ciclistas muertos, o matados, en carreteras interurbanas: de 48 en 2014 a 42 en 2015. No está mi tío entre esos 42 ya que fue en urbano. Aún con ese descenso la cifra sigue siendo una barbaridad.

Y queda el recuerdo. Cada día que salgo con la bici, una vez oigo el clak de las calas contra los pedales piensas en muchas cosas pero nunca en ¿y si hoy no vuelvo? Y a la cabeza viene mi tío.

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En el triste reparto de sus pertenencias yo sólo quería una cosa: sus vinilos. Y así fue. Acompañado por mi padre, su hermano, nos acercamos una mañana a su casa. Joder, cuánto dolor. La banda sonora de mi vida empezó en el tocadiscos de mi tío, con Barón Rojo, Leño, Asfalto, Rosendo, The Doors… Siempre me llamó la atención la contraportada de “Viejo lobo” de Lone Star en el lateral de su armario: 2 tipos en medio de la nada y un tendido eléctrico cuyos postes eran mástiles de guitarra que emergían del suelo. Rebuscando entre la colección de cassettes piratas, con cintas Sony y TDK donde se encontraban Barricada junto a Asfalto y Antonio Vega, hallé una joya y en original: “Wish you were here” de Pink Floyd. Ya el título lo dice todo. Y, sí, claro que desearía que estuvieses aquí.

“Cómo me gustaría que estuvieras aquí.
Solo somos dos almas perdidas
nadando en una pecera
año tras año
corriendo sobre la misma vieja tierra.
¿Y qué hemos encontrado?
Los mismos viejos temores.
Ojalá estuvieras aquí”.