Una escalada de acciones
sin precedente de la resistencia iraquí desbarata los
resultados de la 'Conferencia de Donantes' de Madrid
La resistencia responde al
intento de EEUU de internacionalizar y legitimar la ocupación
de Iraq
27 de octubre
de 2003.
Nota informativa CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
La denominada 'Conferencia
de Donantes para Iraq' de Madrid se ha cerrado con una escalada
sin precedentes de acciones de la resistencia iraquí:
el mismo día de su clausura, el viernes, tres soldados
estadounidenses morían en acciones guerrilleras y más
de una veintena resultaban heridos; el sábado un helicóptero
era derribado en Tikrit a las pocas horas de la visita a esta
ciudad del vicesecretario de Defensa Wolfowitz, quien salía
ileso de un ataque al día siguiente contra el hotel 'ar-Rashid'
de Bagdad; y el lunes 27 un atentado contra la sede de la Cruz
Roja en Bagdad deja un saldo aún incierto, pero alto de
muertos. Es la respuesta de la resistencia al intento de la Administración
Bush de internacionalizar la ocupación de Iraq, recurriendo
a la denominada 'comunidad internacional' para que apuntale con
tropas y dinero su precario control del país.
La denominada 'Conferencia de Donantes para Iraq' de Madrid
se ha cerrado con una escalada sin precedentes de acciones de
la resistencia iraquí: el mismo día de su clausura,
el viernes, tres soldados estadounidenses morían en acciones
guerrilleras y más de una veintena resultaban heridos,
y tres más el domingo y el lunes, elevando a 115 el número
de militares de EEUU muertos en 'acciones hostiles' desde el
1 de mayo; el sábado un helicóptero era derribado
en Tikrit a las pocas horas de la visita a esta ciudad del vicesecretario
de Defensa Wolfowitz, quien salía ileso de un ataque al
día siguiente contra el hotel ar-Rashid de Bagdad;
y el lunes 27 un atentado contra la sede de la Cruz Roja en Bagdad
deja un saldo aún incierto, pero alto de muertos [1].
Es la respuesta de la resistencia al intento de la Administración
Bush de internacionalizar la ocupación de Iraq, recurriendo
a la denominada 'comunidad internacional' para que apuntale con
tropas y dinero su precario control del país.
A pesar del nuevo plan que la Administración Bush ha
tenido que poner en marcha para internacionalizar la crisis iraquí
tras la invasión y ocupación del país -primero
mediante la aprobación de la nueva resolución del
CS de NNUU 1511 y después con la convocatoria de la Conferencia
de Donantes de Madrid- la inseguridad que ha generado a la ocupación
y a la presencia extranjera la resistencia armada iraquí
se ha trasladado al escenario internacional, escenificado en
Madrid durante el 23 y 24 de octubre, y ha puesto en evidencia
las limitaciones del nuevo plan estadounidense.
Primero fue reconocer públicamente que la ocupación
de Iraq esta siendo contestada con una resistencia que se consolida
no solo en sus acciones armadas, sino también y de manera
inequívoca (aunque ello no se declare públicamente)
en la renuencia generalizada de la población iraquí
a colaborar con las autoridades de ocupación, en un ejemplo
palmario de pasividad popular que opera activamente contra los
esfuerzos de imponer un orden civil supervisado por las tropas
militares estadounidenses y respaldado por el colaboracionismo
del Consejo Gubernativo iraquí designado por EEUU. La
resistencia iraquí -en sus vertientes armada y popular-
ha desbaratado los planes de posguerra que los asesores del Pentágono
y del Departamento de Estado estadounidenses habían establecido
para el Iraq ocupado. Las consecuencias inmediatas: un goteo
progresivo de las bajas de soldados estadounidenses -sobre las
que el pueblo estadounidense pide cuentas al presidente Bush
en un año de precampaña electoral en EEUU- y la
constatación de que el proyecto de reconvertir Iraq en
"el negocio del siglo" para las grandes multinacionales
y las corporaciones estadounidenses vinculadas con los resortes
del poder neoliberal, no puede llevarse a cabo sin que haya un
soporte financiero que garantice las inversiones de capital estadounidense
que la Administración Bush no puede proveer solo a cuenta
de los presupuestos de su Congreso y de sus contribuyentes [2].
Antes de Madrid, la resolución
1511 del CS
Mientras el secretario general de NNUU Kofi Anan, el presidente
del gobierno español Aznar y el propio Colin Powell se
despachan en declaraciones públicas en Madrid felicitándose
porque "la comunidad internacional" vuelve a estar
unida en torno a Iraq, la realidad es bien otra. Después
de haber quebrado y violado la legalidad internacional con una
guerra y una ocupación ilegales, EEUU ha vuelto al marco
de NNUU porque es la única vía que le puede permitir
mantener su objetivo estratégico en Iraq. Pero al hacerlo,
ha dado también una respuesta limitada a las exigencias
de terceros Estados con capacidad de intervención económica
y con fuertes intereses en Iraq -Francia, Alemania, Rusia y,
en menor medida, Japón- de que se les permita acceder
a mayores cuotas del botín que la administración
de la ocupación pretende gestionar por sí solo.
Igualmente, el regreso a NNUU ha permitido a otros Estados de
la zona de probada dependencia de EEUU legitimar ante
su población su decisión de cooperar con la ocupación
militar enviando tropas a Iraq, como es el caso de Turquía,
que espera con ello poder intervenir en el Kurdistán iraquí
y modificar a su favor la ecuación de la cuestión
kurda-turca en el escenario de Iraq. A otros, como los países
árabes de la Península o Irán, el retorno
a NNUU de EEUU simplemente les brinda la cobertura para que puedan
demostrar ante el Imperio su firme alineamiento con la
política que Washington les exige avalando el proceso
neocolonial de Iraq y sacar partido de la debilitada situación
regional. Mención aparte exige la posición de Siria
que, siendo el único país árabe con representación
como miembro no permanente en el CS, apoyó con su voto
favorable y vergonzante la resolución 1511 [3],
aprobada por unanimidad el pasado 16 de octubre, poniéndose
en evidencia las presiones estadounidenses mantenidas desde hace
meses y de las que pretende escapar el gobierno de Bashar al-Asad
para evitar convertirse en el siguiente objetivo de la "Guerra
preventiva contra el terrorismo" de George Bush.
En este contexto de fracaso del diseño estadounidense
para gestionar unilateralmente la posguerra de Iraq hay que analizar
la aprobación de la mencionada resolución 1511
con la que, tras la imposición de presiones y negociaciones
bilaterales con los miembros permanentes del CS, EEUU ha conseguido
volver a subordinar a la comunidad internacional oficial a los
intereses de la política exterior de su Administración
y hacerlo ratificando la legitimación internacional
de su ocupación ilegal de Iraq.
Sin embargo, esta resolución que por lo demás
no hace sino enfatizar lo que ya fijara la resolución
1483 [4]- supone igualmente la afirmación de una
realidad incontestable para EEUU: que su hegemonía neocolonial
en Iraq está sujeta al necesario apoyo económico
y militar de terceros. A pesar de haber conseguido que la comunidad
internacional representada en el CS legitimase formalmente
su ocupación, EEUU necesita fundamentalmente, y para ello
se ha servido de su retorno al marco de NNUU, recabar el apoyo
de terceros gobiernos para que proporcionen recambio a sus agotadas
tropas de ocupación, así como del capital empresarial
de la economía globalizada y de las instituciones financieras
internacionales para obtener los recursos económicos que
permitan transformar la economía iraquí a un sistema
de capitalismo salvaje ligado a los intereses estadounidenses.
La Conferencia de Donantes
Ese es, igualmente, el contexto en el que debe explicarse
la convocatoria y el resultado de la Conferencia de Donantes
de Madrid. Su diseño ha sido establecido, en primer lugar,
como un medio para convertir la formal legitimación internacional
de la guerra y la ocupación de Iraq que establece la resolución
1511 del CS en un hecho práctico que sirva de manera trascendental
a sus fines estratégicos para mantener el control del
futuro Iraq. Y sin embargo, ni el señuelo de la explotación
del petróleo, ni de la denominada reconstrucción
-infraestructuras civiles y militares devastadas por 13 años
de sanciones y por la guerra- ni el anuncio de la venta total
al capital privado extranjero del desarrollado sector público
del Estado iraquí, han resultado reclamos suficientes
para atraer a los inversores que, a falta de una autoridad local
legalmente reconocida a nivel internacional y temerosa de arriesgar
su capital en un entorno donde la resistencia sigue atacando
la presencia extranjera hostil, siguen mostrándose cautos.
"El capital es cobarde", como señalaba hace
unas semanas el secretario del Tesoro estadounidense.
Consciente de esta realidad, a fin de que los resultados de
la Conferencia de Donantes no fueran declarados un fracaso y
ante las reticencias de los países desarrollados (entre
ellos, Francia, Alemania y Rusia) y del Banco Mundial a contribuir
con partidas significativas de fondos para la supuesta reconstrucción
en tanto no se establezca una clara definición sobre el
reparto de la administración económica de Iraq
(particularmente en el caso ruso francés y alemán,
del futuro de los contratos petrolíferos y civiles suscritos
en la década pasada) y no se legitime internacionalmente
un gobierno a quien poder pedirle cuentas de los préstamos
avanzados, la Administración Bush se vio obligada en las
últimas semanas a rebajar la cantidad a recaudar en la
Conferencia de Donantes establecida inicialmente por el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional en 56 mil millones
de dólares para cuatro años (hasta 2007) a 36 mil
millones, señalando que el estado actual de la economía
iraquí sólo sería capaz de absorber
seis mil millones para el próximo 2004 [5]. Igualmente,
la Administración Bush ha tenido que aceptar las exigencias
previas de terceros Estados ante el Banco Mundial y NNUU de
que la recaudación internacional de fondos para la reconstrucción
de Iraq se inserte en un fondo distinto y no sometido a la gestión
de la Autoridad Provisional de Ocupación (APC) que dirige
Bremer -el denominado Fondo de Desarrollo para Iraq, creado con
la resolución 1483- sino a la del propio Banco Mundial
y de NNUU.
Cuatro mil millones de dólares
'desaparecidos'
La desconfianza sobre la gestión estadounidense de
fondos procedentes de terceros Estados y del propio Banco Mundial,
se ha unido a la publicación el día de la inauguración
de la Conferencia de Donantes de un informe elaborado por la
organización británica Chistian Aid [6]
en el que se denuncia que han desaparecido, sin que exista justificación
de su gasto, 4.000 millones de dólares del Fondo de Desarrollo
(que aglutina los ingresos iraquíes por petróleo
anteriores y posteriores a la guerra, además de los activos
financieros y fondos del Estado de Iraq congelados en el exterior
desde 1990 y que ascienden a un total de 5.000 millones de dólares,
de los que solo menos de mil millones han podido ser justificados)
controlado por la APC.
Esta información ha venido a corroborar la pésima
gestión que las autoridades de ocupación llevan
a cabo de los fondos económicos que pertenecen al pueblo
iraquí. "[...] El hecho de que ninguna entidad independiente
sepa dónde están los fondos que han volado constituye
una violación directa de la resolución de NNUU
por la que tales fondos se liberaron para la reconstrucción
de la destrozada infraestructura de Iraq. La agencia que supuestamente
debería haber supervisado esos fondos ni siquiera ha sido
creada todavía [...] La actual situación se inserta
en las exigencias y contra exigencias de cómo deben utilizarse
los ingresos del petróleo iraquí y solo puede inflamar
las sospechas de que en Iraq se está malversando una desproporcionada
cantidad de dinero en beneficio de las compañías
estadounidenses; dinero que debería ser gastado en paliar
el desempleo crónico y otros serios problemas a los que
los iraquíes están haciendo frente, incluidos los
[sectores] más pobres y vulnerables".
Este dinero ahora desaparecido en cuentas opacas, que es diferente
de los fondos para la reconstrucción prometidos por los
gobiernos de Gran Bretaña y EEUU y de cualquier cantidad
establecida por parte de otros gobiernos en la Conferencia de
Donantes, es dinero iraquí que está siendo infrautilizado
por una administración extranjera, que además de
robar el dinero a los iraquíes está secuestrando
también su soberanía nacional.
Un nuevo Fondo 'independiente' para
la reconstrucción
La respuesta que ha dado la comunidad internacional a la petición
estadounidenses ha sido la de colaborar creando un nuevo Fondo
independiente para la reconstrucción que supervisará
y gestionará el Banco Mundial y NNUU, tal y como había
sido exigido por el propio Banco Mundial y por algunos gobiernos
en semanas previas. Sin embargo, este anuncio efectuado en la
Conferencia de Donantes no debe llamar a equívocos: en
un contexto de ocupación militar y de presencia hegemónica
de EEUU en Iraq es impensable concebir que la reconstrucción
del país pueda llevarse a cabo sin que el proceso esté
sometido a los intereses estadounidenses. Y en este sentido conviene
recordar que tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional,
que avalarán que esos fondos se destinen a la reconstrucción,
son instituciones sometidas al intervencionismo y la influencia
hegemónica de EEUU.
Igualmente, no se debe olvidar que el grueso de los fondos
supuestamente destinados a la reconstrucción del país
y que serán los generados por la venta del petróleo
iraquí, seguirán estando en manos de la APO a través
del Fondo de Desarrollo creado y gestionado por las propias autoridades
de ocupación y que servirán prioritariamente, como
ha venido siendo hasta ahora desde el mes de abril, para financiar
la venta de Iraq a las grandes corporaciones privadas estadounidenses.
Más aún, hay que seguir denunciando que los
gobiernos de la denominada "comunidad internacional"
que han colaborado en la recaudación deMadrid,
lo han hecho obviando el principio legal que establece la Cuarta
Convención de Ginebra y según el cual corresponde
moral y legalmente a las potencias agresoras y ocupantes, es
decir, a EEUU y Gran Bretaña, hacerse cargo de los costes
derivados de su agresión y de su ocupación.
Asimismo, estos gobiernos que han comprometido fondos han
aceptado con ello convertirse en cómplices de la ocupación
a cambio de rentabilizar en el futuro los préstamos y
créditos -y no donaciones- prometidos para la reconstrucción
de Iraq y ahora garantizados por el respaldo de las instituciones
financieras internacionales y por NNUU. Los 13 mil millones de
dólares recaudados en la Conferencia de Madrid son en
realidad fondos que los gobiernos donantes concederán
a Iraq en calidad de préstamos y créditos que habrán
de ser pagados con intereses por los propios iraquíes.
Con ello, tanto el Banco Mundial como los gobiernos de los Estados
que han respondido a la llamada de EEUU han dado una vuelta de
tuerca al futuro de endeudamiento, dependencia, usurpación
y secuestro de la soberanía popular que espera al pueblo
iraquí tras la ocupación militar [7].
El aval del Banco Mundial
El respaldo del Banco Mundial en este contexto sirve fundamentalmente
como seguro de que tales préstamos deberán de ser
devueltos y sus intereses amortizados por el pueblo iraquí,
no como garantía de que serán utilizados para una
reconstrucción que devuelva a Iraq a una normalidad que
solo puede restaurarse con la inexcusable condición de
que se ponga fin a la ocupación y al intervencionismo
económico extranjero y se devuelva al pueblo iraquí
su soberanía. Sirva de muestra la ambigüedad con
la que los organizadores de la Conferencia de Madrid han hecho
público el balance de los 13 mil millones de dólares
recaudados: sin definirse sus partidas (si se trata de préstamos,
créditos o ayudas), su destino o su gestión. Igualmente,
las contribuciones a dicho Fondo de países como Japón
(1,5 mil millones de dólares) la UE (230 millones de dólares,
de los cuales el 18% procede de Francia), Gran Bretaña
(840 millones), España (300 millones), Italia (200 millones),
Corea del Sur (200 millones), Kuwait (500 millones), Arabia
Saudí (1.000 millones de los cuales 500 millones son préstamos
y 500 créditos), Emiratos Árabes Unidos (215 millones)
e Irán (300 millones en créditos) solo pueden ser
evaluadas como contribuciones bilaterales de cada país
al proceso de la ocupación para obtener mejores puestos
en la adquisición de cuotas de la venta de Iraq (en el
caso de los países desarrollados) y/o como medio de satisfacer
las exigencias de EEUU (en el de los países en desarrollo).
La participación de países árabes como
Arabia Saudí, Kuwait y EAU en la cita de Madrid constituye
asimismo una obscena escenificación de la sumisión
de sus regímenes al dominio estadounidense, formalizando
una vez más lo que no es sino la compra a EEUU de su propia
supervivencia y a la vez un mecanismo para reforzar su presencia
en el arreglo del nuevo ordenamiento que EEUU pretende imponer
en toda la región y que se está configurando ya
a través de la recolonización económica
de Iraq y de todo el área árabe con la firme inserción
de Israel. Su participación en esta Conferencia y sus
contribuciones auguran un más rápido acomodo de
los regímenes árabes a la nueva realidad que ha
impuesto EEUU y en concreto para la legitimación oficial
árabe del títere Consejo Gubernativo iraquí.
Fracaso efectivo e internacionalización
de la crisis
Tanto la resolución 1511 como la Conferencia de Donantes
son el pretendido muro de contención con el que EEUU
pretende hacer frente al fracaso real de sus planes de posguerra
en Iraq que la resistencia armada y popular iraquí han
desbaratado. Con una y con otra, la Administración Bush
pretende hacer, a la manera de Israel en Palestina, de la ocupación
un hecho consumado. La Conferencia de Donantes ha servido fundamentalmente
a EEUU para que esa "comunidad internacional" (que
tiene capacidad decisoria real y que defiende, frente a los intereses
y aspiraciones de los pueblos del mundo, aquellos de los sectores
políticos y económicos que controlan los resortes
del desarrollo de la economía capitalista globalizada)
otorgue un marchamo internacionalizado a la crisis iraquí
que esa misma "comunidad internacional" contribuyó
a crear a instancias de EEUU, primero con 13 años de sanciones
genocidas contra el pueblo iraquí y ahora dispuesta a
asistir a la ocupación militar y económica estadounidenses
del país que la resistencia iraquí ha puesto en
jaque. Es esa misma "comunidad internacional", cifrada
en la presencia de gobiernos que, como el español del
presidente Aznar, se atribuyen la representatividad de quienes
se opusieron unánimemente a la guerra, la que, respaldando
esta iniciativa estadounidense y colaborando económicamente
para asegurar la ocupación, ha claudicado ya definitivamente
de los principios internacionales que regulaban no solo el ordenamiento
de las relaciones entre los Estados sino la defensa de la ética
política en beneficio de los intereses del capitalismo
globalizado al que representan.
Iraq está en venta y su población secuestrada
por una ocupación militar impuesta y ahora apuntalada
por quienes cínicamente todavía siguen atribuyéndose
el calificativo inmoral de "gobiernos civilizados y democráticos",
gobiernos que recurren al negocio de la supuesta reconstrucción
bajo el falso principio del humanitarismo y que pretenden hacerlo,
además, cobrando intereses al pueblo iraquí y con
fondos públicos de quienes mayoritariamente se oponen
a la ocupación.
Notas de CSCAweb:
1. La máxima
autoridad militar de EEUU en Iraq informaba el pasado 25 de octubre
que los ataques de la resistencia han aumentado en las tres últimas
semanas hasta una media de 35 al día mientras el Pentágono
ha aprobado una partida extraordinaria de 335,5 millones de dólares
para equipamiento militar. Véase en CSCAweb: Diario
de la resistencia iraquí - Octubre de 2003
2. Véase en CSCAweb: Phyllis Bennis: Iraq,
Naciones Unidas y las corporaciones estadounidenses
3. Véase en CSCAweb: Phyllis Bennis: 'La resolución
1511: una victoria pírrica para la Administración
Bush' - Resolución 1511 de Consejo de Seguridad de NNUU
sobre Iraq
4. Véase en CSCAweb: El Consejo de Seguridad
'legitima' la ocupación de Iraq y ratifica la administración
colonial de EEUU sobre el país
5. Bennis. Phyllis: "The Madrid Donors Conference. A Fig
Leaf for Maintaining U.S. Control", Institute for Policy
Studies, 22 October, 2003.
6. "Iraq: the missing millions. Transition and transparency
in post war Iraq. Briefing Paper for Madrid Conference on Iraq",
Christian Aid, 23-24 October, 2003. Traducido en CSCAweb
en: Iraq:
los millones perdidos
7. "Iraq debt worse", al- Jaazera, 25 de octubre
de 2003
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