Con Iraq
Paremos la guerra contra Iraq


* Yifat Susskind es ciudadana israelí. Dirigió el Proyecto para los Presos Políticos Palestinos en la organización palestino-israelí Centro de Información Alternativa (Alternative Information Center). Desde hace cinco años es subdirectora de la organización internacional de mujeres por los derechos humanos 'MADRE', que trabaja en asociación con grupos basados en comunidades de mujeres en áreas de conflicto en todo el mundo. Sus programas se dirigen a cuestiones de desarrollo sostenible, mejoras comunitarias y salud de la mujer; a la violencia y la guerra; a la discriminación y el racismo; a la autodeterminación y los derechos colectivos; a la promoción activa de las mujeres en el desarrollo; y a la educación para los derechos humanos. Madre, igualmente, proporciona formación y recursos para que otras organizaciones similares puedan satisfacer sus necesidades inmediatas en sus comunidades y desarrollar soluciones duraderas a las crisis a las que hacen frente. Versión original inglesa de este artículo

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Diez razones para oponerse a la militarización de la ayuda humanitaria y de la reconstrucción en Iraq

Yifat Susskind*

16 de mayo de 2003. MADRE, mayo de 2003
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Como resultado que es de una invasión ilegal lanzada sin autorización del Consejo de Seguridad de NNUU, la ocupación estadounidense de Iraq es, igualmente, ilegal. Por ello, no se debe permitir que EEUU reclame ningún poder para determinar un arreglo económico, político o social en Iraq."

"Os repartiremos los alimentos y las medicinas que necesitéis. Echaremos abajo el aparato de terror y os ayudaremos a construir un nuevo Iraq próspero y libre".
(George W. Bush, discurso televisado, 17 de marzo de 2003)

Ahora que la invasión ilegal de Bush de Iraq ha abierto la vía a la ocupación ilegal, ¿cómo debemos entender sus promesas al pueblo iraquí? EEUU insiste en ejercer el control militar directo [del país] por medio de la administración de la ayuda humanitaria y la reconstrucción en Iraq. Creemos que esos procesos deben llevarse a cabo por agencias de Naciones Unidas (NNUU) independientes. He aquí diez razones para ello:

1. Cuando la ayuda está ligada a la fuerza militar, los alimentos y el agua se convierten en armas

Todo el mundo tiene incondicionalmente derecho a la comida, al agua y a los medicamentos. Satisfacer las necesidades básicas humanas no debe ser explotado como un medio para [alcanzar] un fin político. Influir en el control de los recursos que los pueblos requieren para sobrevivir otorga poder al militarismo coercitivo para exigir fidelidad y cooperación a la gente.

2. La militarización de la ayuda contradice los principios básicos de la asistencia humanitaria: imparcialidad y neutralidad [1]

Por ello, las organizaciones de ayuda como Oxfam han rechazado trabajar bajo el control del ejército de EEUU. Las agencias de ayuda temen que sus equipos -en Iraq y en cualquier otro lugar- pudieran ponerse en peligro por quedar asociadas a la invasión de EEUU.

Las tropas invasoras difícilmente son neutrales o imparciales. Estás preparadas psicológicamente para matar gente y destruir infraestructuras, lo que hace que sean pobres candidatas para los papeles humanitarios.

3. El ejército carece de foramación y experiencia para distribuir ayuda adecuadamente

El resultado ha sido un caos total: soldados que disparan al aire para mantener el orden en los puntos de distribución, lanzamiento improvisado de cajas de ayuda desde camiones a multitudes mientras los iraquíes se pelean entre sí con puños y navajas para conseguir los paquetes de comida. Estas condiciones violan la dignidad de los receptores de la ayuda. Cuando la gente se opone entre si compitiendo por unos pocos recursos, se socava su capacidad de recuperación y de superar colectivamente la crisis que afrontan, reforzándose así su dependencia del ejército invasor.

La distribución de ayuda requiere experiencia. Por ejemplo, a finales de marzo, Oxfam informó de que los soldados [estadounidenses] habían repartido leche enriquecida sin las instrucciones adecuadas. La ingesta en niños y niñas de leche enriquecida que no ha sido mezclada correctamente con agua puede dar lugar a diarreas e incluso conducir a la muerte.

4. La militarización de la ayuda amenaza a las mujeres y los niños

Tal como se ha visto en las imágenes de televisión, hombres apartando a empujones a mujeres para arrebatarles los paquetes de alimentos: una distribución torpemente gestionada favorece a aquellos que son más poderosos en contra de los más necesitados. Las mujeres resultan desproporcionadamente perjudicadas cuando la ayuda se distribuye desigualmente, primero porque ellas constituyen el sector depauperado de la población más amplio y, segundo, porque las mujeres son responsables de satisfacer las necesidades de las vasta mayoría de la población, incluyendo a aquellos que resultan más vulnerables en la guerra (niños, enfermos, ancianos, discapacitados y heridos).

A diferencia del ejército de EEUU, las agencias de asistencia internacionales han aprendido que debido a que las mujeres son normalmente quienes cultivan, venden, procuran y cocinan alimentos y quienes distribuyen la comida en las familias y en las comunidades, el mejor modo de asegurar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan es implicando a la comunidad de mujeres en la distribución. Cuando los hombres controlan la ayuda, es muy probable que cambien los alimentos por dinero en efectivo o por licores o que los utilicen para obtener sexo de las mujeres y los niños [2].

Durante los bombardeos, el ejército de EEUU distribuyó desesperadamente agua potable a algunos camioneros iraquíes a los que se les permitió vender el agua a sedientas familias en una de las zonas más empobrecidas de Iraq. Algunos medios de comunicación de EEUU pregonaron esta decisión como un medio para emprender una economía de mercado en Iraq.

5. La ayuda humanitaria debe dirigirse a satisfacer las necesidades básicas de los iraquíes, no las necesidades de propaganda del ejército de EEUU

Los portavoces militares han declarado francamente que el reparto de ayuda está orientado a conseguir que los iraquíes vean a los soldados estadounidenses como liberadores y no como ocupantes. Que la distribución de ayuda es, fundamentalmente, un ejercicio de relaciones públicas quedó claro desde el comienzo. Hay 24 millones de habitantes en Iraq. Sin embargo, los soldados de EEUU llegaron provistos de ayuda alimentaria para dos millones de personas y solo para un día y medio.

El Programa Mundial de Alimentos de NNUU (PNUD), mientras tanto, estaba preparado para proveer de alimentos a toda la población de Iraq durante cuatro meses. Pero sus operaciones fueron suspendidas durante más de un mes debido a que el ejército de EEUU prohibió arbitrariamente a entrar al país al personal de dicha agencia [3].

Un informe de planificación de NNUU de enero de 2003 [4] alertaba acerca de que la invasión de EEUU podría conducir a la muerte por inanición al 30% de los menores iraquíes como resultado de la interrupción del reparto de ayuda alimentaria del gobierno [iraquí] y de la destrucción de los sistemas de agua y electricidad. Bus lanzó esta guerra sabiendo que 1,25 millones de niños y niñas iraquíes podrían padecer hambruna como consecuencia de los ataques.

Las preocupaciones de EEUU sobre el bienestar de los iraquíes son extremadamente sospechosas. En primer lugar, si no fuera por los 12 años de sanciones y bombardeos dirigidos por EEUU [contra Iraq] los iraquíes no estarían necesitando asistencia humanitaria [5]. Hasta el pasado mes de julio de 2002, EEUU siguió utilizando su puesto en el Consejo de Seguridad de NNUU para bloquear un total de 5,4 mil millones de productos humanitarios y evitar que llegases a Iraq. Los suministros, pagados previamente por Iraq y que habían sido aprobados por el Consejo de Seguridad, incluían ingredientes para vacunas infantiles, bolsas de plasma y piezas de recambio para infraestructuras de tratamiento de aguas.

6. Remediar la emergencia es el primer paso para la reconstrucción

La administración de la ayuda humanitaria y la reconstrucción no son nunca procesos neutrales. Tales empresas generan recursos, empleos, oportunidades de formación, creación de nuevas jerarquías y acceso a los recursos de gobiernos, medios de comunicación y financieros. Tales oportunidades dan poder a quienes están implicados en la reconstrucción. Por ello, quien controle y participe en los esfuerzos de la ayuda y la reconstrucción tendrá implicaciones de largo alcance en Iraq.

EEUU está manteniendo un riguroso control militar de la ayuda y la reconstrucción a través de la Oficina para la Reconstrucción y la Asistencia Humanitaria (ORAH) dirigida por el general retirado Jay Garner [6]. Bajo su plan, NNUU y las agencias de asistencia privadas quedarán subordinadas a [la autoridad] miliar de EEUU.

A diferencia de la ORAH, las agencias de NNUU como UNICEF y el PNUD son organismos independientes cuyos mandatos no están ligados a la agenda política de la Administración Bush sino a principios humanitarios. Estas agencias trabajarán más probablemente en asociación con los grupos de la sociedad civil iraquí que pueden promover el protagonismo de las mujeres, priorizar las necesidades de la población dentro de la comunidad y dejar las técnicas y los recursos en manos de organizaciones locales una vez que haya concluido el proceso de reconstrucción.

7. EEUU está 'reconstruyendo' Iraq en beneficio de las empresas estadounidenses poniendo en peligro el futuro de la gran mayoría de los iraquíes

Como resultado que es de una invasión ilegal lanzada sin autorización del Consejo de Seguridad de NNUU, la ocupación estadounidense de Iraq es, igualmente, ilegal. Por ello, no se debe permitir que EEUU reclame ningún poder para determinar un arreglo económico, político o social en Iraq.

Sin embargo, sin consultar a ninguna institución iraquí representativa, EEUU subastando los activos de propiedad nacional iraquí entre las empresas estadounidenses. El petróleo iraquí, las empresas públicas, los puertos marítimos y aéreos y otras empresas generarán enormes beneficios a las compañías de EEUU cuyos beneficios probablemente no reinvertirán para satisfacer las necesidades de las mujeres iraquíes y de sus familias.

La reconstrucción -tras su previa destrucción- de los sistemas educativo, sanitario y bancario iraquíes será pagada por los contribuyentes de EEUU mientras que sus beneficios irán a parar a las empresas privadas.

A pesar de que los iraquíes sufrieron una extrema represión política bajo [el régimen de] Sadam Husein, su gobierno utilizó los beneficios del petróleo para garantizar un alto nivel en los sistemas públicos de sanidad, educación, vivienda, empleo u otros servicios sociales. Como en EEUU, esos derechos sociales y económicos no serán protegidos en el "Iraq libre" [7] .

8. El control estadounidense de la reconstrucción fomenta las ganancias de la guerra y conflicto de intereses sin escrúpulos

La destrucción de Iraq supone grandes sumas para las empresas de EEUU que están siendo designadas -hasta los 100 mil millones de dólares en contratos del gobierno- para reconstruir carreteras, edificios gubernamentales, sistemas de agua, puentes y otras infraestructuras destruidas por EEUU. Los contratos son descarados ejemplos de los conflictos de intereses. Incluso antes de que la guerra comenzara, la Administración [Bush] invitó secretamente a seis empresas estadounidenses a hacer ofertas para los contratos de reconstrucción. Esas empresas tienen en su haber el haber contribuido con grandes sumas en las campañas del Partido Republicano [8].

Muchos de los mismos individuos que presionaron agresivamente a favor de la guerra tiene lazos con las compañías que se están beneficiando ahora de la reconstrucción de Iraq. Por ejemplo, Dick Cheney cobra un millón de dólares al año en concepto de "pensión de jubilación" de la empresa Halliburton, que fue contratada para apagar incendios en los pozos de petróleo de Iraq. El ex secretario de Estado George Shultz, que preside el equipo de asesores del virulento y belicista Comité por la Liberación de Iraq, forma parte también del equipo directivo de Bechtel Group, quien ganó la adjudicación del mayor contrato para la reparación de los sistemas de transporte, electricidad, agua y aguas residuales de Iraq [9].

9. EEUU está intentando evadir sus responsabilidades de pago de la ayuda y la reconstrucción de Iraq

La Administración Bush ha anunciado con autobombo un suministro de ayuda limitada pero rechaza reconocer que, de cuerdo con la Convención de Ginebra, tiene [como fuerza de ocupación] una obligación que cumplir en relación a las necesidades humanitarias de toda la población iraquí y en la reconstrucción post bélica [10].

EEUU ha presionado a NNUU para que libere fondos de su programa "petróleo por alimentos" para pagar la reconstrucción. Pero el dinero de dicho programa pertenece al pueblo iraquí y solo debe librarse a un nuevo gobierno iraquí [11].

10. Solo NNUU tiene autoridad legítima para proporcionar la gobernabilidad y administrar la reconstrucción de Iraq

Sin embargo, EEUU está determinado a gobernar Iraq a través de la fuerza militar. Como declaró el secretario de Estado Powell, "no hemos asumido esta pesada carga con nuestros socios de la coalición para no poder tener un control significativo y dominante sobre cómo se desarrolla en el futuro"[12].

Si la Administración Bush consigue relegar a NNUU en el papel de subcontratado del ejército de EEUU, el sistema de cooperación internacional quedará aún más erosionado, dejando al mundo todavía más postrado a la emergencia de la violencia e ilegalidad.

[Nuestra organización,] MADRE hace el siguiente llamamiento:

a. El fin inmediato de la ocupación estadounidense de Iraq.
b. El reconocimiento de EEUU de sus obligaciones [como fuerza de ocupación] para hacer frente a la financiación de las operaciones humanitarias en Iraq y reconocer la dirección de NNUU en las labores de administración de la ayuda y la reconstrucción, así como en el gobierno interino de Iraq.
c. El reconocimiento de las voces de las mujeres en las prioridades de un proceso de reconstrucción dirigido por EEUU de acuerdo con la resolución 1325 de NNUU [13].
d. Los costes de la reconstrucción de Iraq deben ser cubiertos no por el pueblo iraquí ni por los contribuyentes de EEUU, sino por los excedentes y/o por un impuesto del 50% sobre los beneficios que genere la guerra en los contratos ofrecidos a las empresas de EEUU [14].


Notas de la autora y de CSCAweb:

1. En Afganistán en 2001, EEUU dio alimentos a los señores de la guerra leales para que la distribuyesen dejando a otros sectores de población en situación de hambruna. Este tipo de partidismo podría conducir a gobiernos abusivos a bloquear la ayuda humanitaria por temor a que se usase en contra de ellos.
2. En 2002, NNUU descubrió que trabajadores [occidentales] de asistencia humanitaria estaban utilizando el control de la ayuda alimentaria para explotar sexualmente a mujeres y niños en tres campamentos de refugiados en África Occidental. Una investigación de NNUU halló que tales abusos son comunes en el contexto de las crisis humanitarias alrededor de todo el mundo.
3. La delegada del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Iraq, destacada en Basora durante los primeros días de la invasión, denunció ante los medios de comunicación (Cadena Ser Informativos, 28 de marzo de 2003) esta prohibición estadounidense así como hizo hincapié en que la necesidad prioritaria de la población iraquí, en aquellos momentos, era el agua potable cuyo suministro, en el caso de Basora, había quedado interrumpido a causa de los bombardeos que el ejército británico había llevado a cabo contra las centrales eléctricas y de depuración de las aguas de la ciudad. La delegada del PMA señalaba, además, que Iraq no requería ayuda alimentaria de emergencia pues, bajo la supervisión de NNUU y en el marco de la resolución 'petróleo por alimentos' del Consejo de Seguridad, el gobierno de Iraq había distribuido previamente a la invasión las cartillas de racionamiento correspondientes hasta el mes de julio de 2003, si bien confirmaba que debido a que los componentes de dicho racionamiento eran escasos y a que muchas familias se habían visto obligadas a vender sus alimentos para adquirir otros bienes materiales no cubiertos por la cartilla, las necesidades de alimentos de la población solo podrían garantizarse hasta comienzos de mayo, fecha en la que se situaría el inicio de una grave crisis alimentaria en Iraq si los productos no llegaban al país y se distribuían con efectividad. A este respecto, la delegada del PMA reclamaba que para garantizar el futuro acceso de los alimentos a la mayor parte de población se siguiera utilizando el sistema de distribución público iraquí cuya solvencia reconocida por NNUU hacía de tal sistema el único eficaz para operar en la distribución de alimentos. Sobre la evaluación que hace el Programa Mundial de Alimentos acerca de la situación de Iraq, véase:
www.wfp.org/index.asp?section=2 [Nota CSCAweb.]
4.
www.casi.org.uk/info/undocs/internal.html
5.La política de EEUU ha causado el empobrecimiento masivo, la malnutrición y las enfermedades dejando al 60% de los iraquíes dependientes de un programa de ayuda gubernamental que ha quedado ahora destruido por los bombardeos estadounidenses.
6. En la actualidad, por el asesor estadounidense Paul Bremer.[CSCAweb.]
7. Véase en CSCAweb:
Adel Samara: Iraq: privatización, destrucción de clase y desintegración social [CSCAweb.]
8. Para más información sobre estas empresas y sus vínculos con miembros de la Administración [Bush], véase: "Reconstructing Iraq: the Contractors" en:
www.opensecrets.org/news/rebuilding_iraq/index.asp
9. De hecho, un estudio reciente del Centro para la Integridad Pública (Center for Public Integrity) revela que al menos nueve miembros del Consejo directivo de Defensa del Pentágono, un grupo no elegido que juega un papel clave en la definición de la política exterior, tiene vínculos con empresas que han ganado más de 76 mil millones de dólares en contratos de defensa en los dos años pasados. www.publicintegrity.org.
10. Artículo 55 de la IV Convención de Ginebra y Artículo 69 del Primer Protocolo.
11. La Resolución 986 del Consejo de Seguridad de NNUU (conocida como 'petróleo por alimentos') permite la venta supervisada de petróleo iraquí para adquirir alimentos y otros suministros humanitarios esenciales. La Resolución se puso en aplicación [en 1996] en un esfuerzo de paliar el desastre humanitario causado por la imposición de las sanciones a Iraq [desde agosto de 1990]. Véase en CSCAweb:

  • Kofi Anan suspende el programa 'petróleo por alimentos' y condena a Iraq a la "ayuda humanitaria" internacional
  • La indecencia de la "ayuda humanitaria"
  • Carta desde Iraq al Secretario General de Naciones Unidas sobre los cambios en el Programa "Petróleo por alimentos"
  • Reunión en Nasiriya: el primer acto de la pantomima democratizadora de Iraq
  • EEUU persigue la 'legitimación' del Consejo de Seguridad a su administración colonial de Iraq mientras Israel ultima su intervención directa en este país
  • 12. Testimonio al Congreso, 26 de marzo de 2003. Véase en CSCAweb: La indecencia de la "ayuda humanitaria" [CSCAweb.]
    13. La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de NNUU reconoce que las mujeres sufren un impacto desproporcionado en las guerra y llama a la implicación de las mujeres en la resolución de los conflictos y en la construcción de la paz.
    14. Como se formula en Bennis, Phyllis: "¿Quién gobierna la paz?" ("Who Rules The Peace?"), de 4 de abril de 2003.



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