Hoy, miércoles día 10 de abril, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell y el ministro español de Exteriores firman en Madrid un nuevo Convenio de Cooperación para la Defensa bilateral por el que EEUU podrá seguir utilizando las bases militares de Rota y Morón de la Frontera, en Cádiz y Sevilla, respectivamente, al menos hasta el 2010. Aprovechando su estancia en Madrid y al coincidir con el secretario general de Naciones Unidas (NNUU), Kofi Annan, ambos se reunirán con el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, el presidente de turno de la Unión Europea (UE) y el responsable de Exteriores europeo, Javier Solana, para tratar la situación en Palestina

La visita de Powell a Madrid se produce en un momento de crisis extrema en Oriente Medio. Por una parte, se mantiene la ofensiva militar israelí contra las Áreas Autónomas palestinas (especialmente brutal en las última horas contra Jenín, con al menos dos centenares de palestinos asesinados por el Ejército israelí), tras una tardía, timorata y, finalmente, fracasada iniciativa diplomática de la UE ante el gobierno Sharon. Al tiempo, la Administración Bush -pese a sus recientes muestras de incomodidad por la prolongación de la ofensiva del gobierno Sharon- sigue otorgando luz verde y tiempo a Israel para que concluya con el aplastamiento definitivo de la resistencia palestina en los Territorios, la aniquilación física y sistemática de sus militantes, y el desmantelamiento de las estructuras económicas y sociales palestinas, así como de la propia Autoridad Palestina.

Hasta su llegada a Israel el viernes, Powell está procurando ganar tiempo para cedérselo al propio gobierno israelí: no cabe imaginar que la reunión cuatripartita de Madrid entre EEUU, NNUU, la UE y Rusia suponga algo más que un encuentro publicitario sancionador de la hegemonía estadounidense en Oriente Medio, donde otros actores internacionales -las propias NNUU y la UE- nada tienen que hacer frente al maridaje de intereses estratégicos que asocia íntimamente a Israel y EEUU. Muy especialmente, tras la reciente reunión de la Liga Árabe de Beirut, EEUU y Israel comparten la misma lógica de control militar de la región y sometimiento de sus pueblos -desde el 11-S presentada como "lucha contra el terrorismo"- que en lo referente a la cuestión palestina se concreta en situar a la Autoridad Palestina y al propio pueblo palestino en una situación de extrema debilidad a fin de reiniciar el proceso de Oslo en posición ventajosa para Israel.

Por otra parte y al tiempo, se mantiene la amenaza y los preparativos para una nueva guerra contra Iraq. La gira de Powell por Europa, Magreb y Oriente Medio es la segunda de un máximo responsable de la Administración Bush, tras el fracaso de la anterior del vicesecretario Cheney, quien recibió en su gira a la zona -su primera salida tras el 11-S- el "no" rotundo a una nueva guerra contra Iraq de la totalidad de los Estados árabes visitados, además de Turquía, un "no" reiterado en la reunión de la Liga Árabe de Beirut, donde además Iraq y Arabia Saudí y Kuwait formalizaron públicamente su reconciliación. El pasado fin de semana, el primer ministro británico Blair y el presidente norteamericano Bush reunidos en Texas confirmaron su determinación de lanzar una nueva y definitiva intervención masiva contra Iraq que conduzca a su cambio de régimen en el contexto de la denominada "guerra global contra el terrorismo". Las visitas al Kurdistán iraquí de responsables de las Secretarías estadounidenses de Defensa y de Estado y del personal de la CIA se suceden en los últimos meses, mientras persisten los rumores de que ya hay fuerzas especiales de EEUU para preparar la nueva guerra contra este país.

Si Powell procurará obtener, al menos, la aquiescencia del gobierno Aznar para esta nueva guerra contra Iraq, abandona Madrid con un gran triunfo para EEUU: la rúbrica del nuevo Convenio bilateral de Defensa, que permitirá a EEUU utilizar intensivamente las bases de Morón y, sobre todo, de Rota en su intervención contra Iraq. Rota -y en menor medida Morón- es fundamental para desencadenar y sostener un conflicto prolongado en Oriente Medio u otra zona del área mediterránea. Por una parte, Rota y Morán son puntos neurálgicos para un despliegue rápido y masivo de tropas en Oriente Medio; por otra, mejorando y ampliando la pista de Rota se podrá bombardear masiva y sostenidamente Iraq- directamente desde EEUU y el Estado español, sin tener que recurrir a los aliados regionales tradicionales, opuestos a una nueva guerra en el Golfo y que ya rechazaron en septiembre de 1996, noviembre de 1997, febrero y diciembre de 1998, y febrero de 2001 prestar su territorio a EEUU para bombardear Iraq .

En enero del pasado año, el gobierno español autorizó la ampliación por parte de EEUU de la base de Rota, tras repetidas peticiones de la Administración Clinton en tal sentido desde 1999 al gobierno Aznar. EEUU quiere reparar el firme de la pista a fin de habilitar la base para el aterrizaje y despegue de los terroríficos superbombarderos B-52, construir 16 hangares para aviones de transporte estratégico y nuevas instalaciones de suministro de carburante -con lo cual se triplicará la capacidad de alojamiento de aeronaves de la base y se multiplicará por seis su capacidad de repostar, al reducirse el tiempo de dos horas a 20 minutos- y, por último, aumentar la capacidad de las instalaciones navales, dragando su puerto.

Con tales mejoras y coincidiendo con el cierre de otras bases estadounidenses en Europa, Rota se convierte en la principal instalación de EEUU en el continente, incluso por encima de Ramstein, en Alemania. De hecho, albergará el Mando de Transporte Aéreo Estratégico del Sur de Europa y, con ello, será punto neurálgico de la capacidad de intervención exterior de EEUU.

El nuevo Convenio contempla además, como novedad, que los servicios de inteligencia militares y unidades especiales de la Marina de EEUU actúen en el Estado español ante supuestas amenazas contra ciudadanos e intereses norteamericanos, legalizando así un práctica que ya venía realizándose con anterioridad.

Concentración frente a la Embajada de EEUU
Alto al genocidio del pueblo palestino, No a una nueva guerra contra Iraq.
10 de abril ante la Embajada de EEUU en Madrid, c. Serrano 75, a las 20:00
Promueven: Plataforma Paremos la Guerra e Izquierda Unida

---