Iraq

Comunicado del CSCA

Primero de Abril: XVI Marcha a Rota

Rota y Gibraltar, peligro nuclear
OTAN no, bases fuera
(Manifiesto de la XVI Marcha a Rota)

 

¿Por qué quiere EEUU
ampliar Rota?

Comunicado del Comité de Solidaridad
con la Causa Árabe
(8 de marzo de 2001)

.

.

El pasado 19 de enero, el gobierno español autorizaba por fin la ampliación por parte de EEUU de la base de Rota, en Cádiz. El coste (125 millones de dólares, 22.250 millones de pesetas) será sufragado exclusivamente por EEUU. La Administración Clinton había formulado en repetidas ocasiones desde 1999 al gobierno Aznar la petición de la ampliación de la base de Rota. Tales peticiones se inscribían en el desarrollo del nuevo plan estratégico de defensa aprobado por la Administración Clinton en 1993, centrado en garantizar el despliegue rápido y masivo de sus fuerzas armadas en conflictos regionales exteriores, en concreto, en el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio. Las dos lecciones básicas de la guerra contra Iraq de 1991 ­la debilidad estructural de los Estados petrolíferos árabes aliados (con unas fuerzas armadas que en total no contabilizan un cuarto de millón de soldados) y la necesidad de poder situar en una zona de máximo intereses estratégico contingentes masivos de fuerzas propias en el menor tiempo posible­ determinaron que EEUU desarrollara una nueva estrategia de intervención rápida en la que la ampliación de Rota juega un papel fundamental. Tras la elección de Bush hijo como nuevo presidente de EEUU, el énfasis puesto en la capacidad de acción inmediata contra Iraq ­junto con Colombia, el único escenario reconocido por la nueva Administración como de posible conflicto armado­ ha vuelto a situar la ampliación de Rota entre las prioridades de la estrategia intervencionista de Washington.

En febrero de 1999 EEUU solicitó autorización al gobierno español para realizar un "proyecto de mantenimiento [de la base de Rota], consistente en la reparación del firme de la pista de aterrizaje, con un coste de 1,5 millones de dólares" (Diario de Sesiones de la Comisión de Defensa del Congreso del 10 de marzo de 1999), primera petición estadounidense sobre Rota que fue entonces aceptada por el gobierno. Asimismo, fue aceptada otra petición del 9 de febrero de ese mismo año para el dragado del puerto de la base, con un coste estimado de 5,7 millones de dólares. Una tercera petición estadounidense, sin duda la más relevante, había sido formulada al gobierno español meses antes (concretamente, el 7 de mayo de 1998) a través del segundo Jefe del mando militar de EEUU en Europa: "la ampliación de las posibilidades que ofrecen algunas de las actuales instalaciones españolas de apoyo a EEUU en la base naval de Rota, con el objeto de mejorar y potenciar la capacidad de despliegue de sus Fuerzas Armadas", en palabras del ministro de Defensa de entonces, Eduardo Serra. Estas mejoras ­que deberían realizarse antes del año 2006­ consistirían, también según el ministro Serra, en la ampliación de la actual capacidad de aparcamiento de aviones de transporte, mejoras en el sistema de suministro de combustible, organización de un departamento de transporte aéreo, y otras "mejoras colaterales" aún no especificadas, incluída la construcción de un cuarto muelle en su puerto, que comparten la VI Flota y el Grupo de Combate de la Armada española.

En diciembre de 1999 EEUU reiteró su petición, indicando la posibilidad de obtener financiación de la OTAN, concretamente de su Programa de Inversiones de Seguridad, opción rechaza por el gobierno español, que prefiere un control bilateral de la base. Desde 1988, un convenio bilateral hispano-norteamericano rige la utilización de las bases conjuntas de Morón y Rota. Según este convenio, EEUU requiere la autorización caso por caso por parte del gobierno español para poder usar estas instalaciones en suelo español. EEUU dispone desde 1991 de dos permisos indefinidos para el uso de las bases en territorio español en relación a las tareas de control aéreo de las zonas de exclusión establecidas al norte y sur de Iraq al término de la Guerra del Golfo (dispositivos Southern Watch y Provide Confort), otorgados en su día por el gobierno de Felipe González

El interés estratégico de Rota

Cuando se efectuaron las primeras solicitudes de EEUU al gobierno Aznar, sus máximos responsables no dejaron de resaltar en cuanto podían el interés estratégico del proyecto de ampliación de Rota. Strobe Talbott, secretario de Estado adjunto de EEUU, durante su visita a nuestro país en marzo de 1999 calificó la petición de su gobierno como un "asunto extremadamente importante en la relación entre España y EEUU. España es un aliado estratégico muy importante y, en ese contexto, las bases son muy valiosas para ambos países" (El País, 11 de marzo, 1999); en términos similares se había manifestado un mes antes el secretario de Defensa, Willian Cohen, durante su estancia en Madrid el 5 de febrero, como igualmente lo haría el propio presidente Clinton con motivo de la visita de Aznar a Washington a mediados de abril.

La primera petición de EEUU, la reparación del firme de la pista de Rota, tiene como objetivo habilitar la base para el aterrizaje y despegue de los terroríficos superbombardeos B-52 de 230 toneladas de peso, que en la actualidad solo pueden hacerlo en la base de Morón de la Frontera. El gobierno del PSOE permitió durante la Guerra del Golfo 294 operaciones de bombardeo de los B-52 sobre Iraq directamente desde Morón, una base que es, sin embargo, mucho más pequeña que Rota. Por su parte, la dotación de aviones estadounidenses autorizada en Rota se limita a cinco aviones administrativos, 13 de reconocimiento, 18 patrulleros, si bien los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP han autorizado desde 1991 la escala de 3.200 aeronaves en la Base fuera de esa cuota. Tras la autorización del 19 de enero, EEUU acometerá inicialmente la construcción de 16 hangares para aviones de transporte estratégico e instalaciones de suministro de carburante, con lo cual se triplicará la capacidad de alojamiento de aeronaves de la base y se multiplicará por seis su capacidad de repostar, al reducirse el tiempo de dos horas a 20 minutos. Con tales mejoras y coincidiendo con el cierre de otras bases estadounidenses en Europa, Rota se convierte en la principal instalación de EEUU en el continente, incluso por encima de Ramstein, en Alemania. De hecho, albergará el Mando de Transporte Aéreo Estratégico del Sur de Europa y, con ello, será punto neurálgico de la capacidad de intervención exterior de EEUU:

En primer lugar, desde la Guerra del Golfo, EEUU ha tenido que lanzar sus agresiones militares contra Iraq de septiembre de 1996, noviembre de 1997, y febrero y diciembre de 1998 recurriendo a sus aviones y misiles anclados en portaviones, dado que Turquía y Arabia Saudí no autorizaron el bombardeo de Iraq directamente desde bases en sus territorios (en el último ataque de este año, Turquía volvió a negar autorización a EEUU y Gran Bretaña para bombardear Bagdad, obteniendo en cambio en está ocasión el permiso de Arabia Saudí). La nueva Administración Bush ­como antes la de Clinton­ está preocupada por ello: estos ataques con aviones o misiles desde buques no pueden prolongarse por razones logísticas más de cuatro o cinco días. Mejorando y ampliando la pista de Rota se podrá bombardear Iraq ­u otro objetivo­ directamente desde EEUU y el Estado español.

En segundo lugar, la ampliación de Rota es además fundamental para desencadenar y sostener un conflicto prolongado en Oriente Medio u otra zona del área mediterránea. Como indicó Talbott en Madrid, en relación al interés de EEUU por Rota: "(...) en los últimos años hemos visto acontecimientos, particularmente en el Golfo, en los que es preciso mover grandes equipos rápidamente" (El País, 11 de marzo, 1999). Las sucesivas Administraciones estadounidenses, desde la de Bush padre a la de Bush hijo, pasando por las dos de Clinton, han procurado compatibilizar ajustes presupuestarios en Defensa con la mejora de la capacidad de intervención o proyección ­así se denomina­ exterior de las fuerzas armadas de EEUU. Respecto a Oriente Medio y la previsión de una nueva guerra contra Iraq, desde octubre de 1994 EEUU tiene preposicionada una brigada mecanizada en Kuwait y espera que Omán, Qatar o Arabia Saudí acojan al menos otra más. Este sistema permite a EEUU almacenar todo el equipo de la brigada sin la totalidad de su contingente humano, que en pocos días puede ser aerotransportado a la zona con el equipo adicional para hacerla plenamente operativa. La rapidez y el ahorro económico de este procedimiento es evidente: 26 millones de dólares y seis días frente a los 345 millones y un mes que costaría transportarla completa, como hubo de hacerse para desencadenar la Guerra del Golfo en 1991. EEUU pretende poder desplegar en la zona del Golfo al menos tres divisiones pesadas en 21 a 30 días. Y ello solo es posible gracias a las facilidades otorgadas a EEUU por Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar y Arabia Saudí para estacionar soldados y/o almacenar armamento en sus territorios y aguas, pero asimismo a la mejora y ampliación de bases fuera de Oriente Medio, como Rota y Morón, que permitan trasladar desde el Atlántico, en el menor tiempo posible y de la manera menos costosa, en un momento de reactivación bélica, los contingentes masivos suplementarios de tropas y armamento. Así, si a fin de evitar la desestabilización interna de las petromonarquías del Golfo que una excesiva presencia militar estadounidense en estos Estados provoca, EEUU ha reducido en estos años el número de sus soldados hasta un máximo de 23.000 en situación de no-crisis, el almacenamiento de material bélico ha ido en aumento y es masivo: medio millón de toneladas de armamento pesado y equipos adicionales.