Las trampas ocultas de la
nueva resolución sobre Iraq
Phyllis Bennis*
Institute for Policy Studies, 5 de noviembre de 2002
Traducción: Lolés Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"El peligro permanece.
El factor crucial sigue siendo si la combinación de la
legalidad internacional en el CS, la oposición internacional
masiva -a nivel de gobiernos y a nivel popular-, y la presión
del creciente movimiento de oposición a la guerra en EEUU,
será suficiente para contener al monstruo nuevamente envalentonado
de los republicanos estadounidenses. En último término,
la pregunta es si se puede forzar que Washington acepte como
suprema la jurisdicción del CS de NNUU o si Washington
seguirá afirmando que las decisiones de NNUU no 'atan
las manos' de la determinación de EEUU de ir a la guerra."
En una palabra, todavía no estamos allí. El
actual borrador de resolución que EEUU ha presentado ante
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CS de NNUU) constituye
ciertamente un paso en la dirección correcta pero todavía
no es como para brindar por el triunfo de NNUU sobre el unilateralismo
de la Administración Bush [1]. El último
borrador refleja significativas concesiones de EEUU requeridas
por otros miembros del CS, particularmente por Francia, Rusia
y en menor grado, México [2]. Si fuera aprobado
en su actual redacción, en oposición a la redefinición
de la Administración Bush basada en sus propias consideraciones
belicistas, [este texto] proporciona las bases para mantener
la centralidad de NNUU en esta crisis.
Washington ha insistido en que el borrador incluye el fallo
de que "Iraq ha incumplido y sigue incumpliendo materialmente
sus obligaciones". Pero la línea siguiente concede
a Iraq "una oportunidad última para cumplir con sus
obligaciones de desarme". Ello deja abierta al menos la
posibilidad y por ello proporciona una herramienta clave
para la movilización y el activismo- de que las sanciones
económicas podrían levantarse finalmente. Se entiende
que el borrador establece 'conceder' a Iraq "el objetivo
de llevar a término el proceso de desarme completo y verificable".
Tras completar las obligaciones de desarme de Iraq, y de acuerdo
con la Resolución 687 (artículo 2), las severas
sanciones impuestas a Iraq desde 1991 "deberán quedar
sin efecto". Como virtualmente todos los representantes
oficiales de la Administración Clinton y Buhs han rechazado
este claro requisito de NNUU, en lugar de declarar que EEUU mantendría
las sanciones "hasta el fin de los tiempos" o su equivalente,
esto representa un cambio potencial en la posición de
EEUU.
La centralidad del CS
Lo que el último borrador (todavía no aceptado
por el CS en su conjunto o siquiera por los tres miembros permanentes,
Rusia, Francia y China, que han expresado dudas) no hace es indicar
que EEUU reconoce de hecho la centralidad y autoridad del CS
de NNUU para tomar decisiones respecto a la crisis de desarme
de Iraq.
Según el secretario de Defensa de EEUU, Colin Powell,
"si Iraq viola esta resolución y la incumple, entonces
el CS tendrá que considerar de manera inmediata lo que
debe hacerse al respecto, mientras que EEUU y otras naciones
animadas por el mismo parecer podrán juzgar lo que deben
hacer al respecto si el CS elige no actuar". En otras palabras,
si la decisión del CS no coincide con lo que la Administración
Bush ya ha decidido unilateralmente, Washington ejecutará
sus propias decisiones sin miramientos. Esto representa una concienzuda
visión instrumentalizada de NNUU que su relevancia
y autoridad se definen en función de y se limitan por
su proximidad a las posiciones de Washington.
Las concesiones en la última versión incluyen
una llamamiento a una decisión del CS "para que convoque
inmediatamente tras recibirse un informe [sobre el no cumplimiento
de Iraq] con el fin de considerar la situación y la necesidad
del total cumplimiento con todas las otras resoluciones del CS
para restaurar la paz y la seguridad internacionales. Esta ha
sido la incompleta respuesta de Washington al requerimiento francés
de un proceso de dos resoluciones, en el que se requeriría
una segunda resolución para juzgar si Iraq incumplía
realmente así como para determinar cuáles serían
las consecuencias de tal violación [3]. El lenguaje
actual que solo reclama que el CS "convoque" va poco
más lejos. No se hace referencia a una decisión
del CS requerida para determinar si una violación iraquí
que pudieran percibir los inspectores de armamento constituiría
un "incumplimiento material" o no, y, en caso afirmativo,
cuál sería la respuesta adecuada.
Las otras concesiones se han hecho la semana anterior, antes
de que se presentara el esperado borrador "final" de
EEUU. Entre ellas se incluye la eliminación del llamamiento
a los estados miembros de NNUU -léase EEUU- para proporcionar
escolta y "protección" militar a los inspectores
de armamento, y se rebaja ligeramente -aunque no se elimina-
la autoridad de los inspectores para entrevistar a los científicos
iraquíes y a sus familias fuera del país y proporcionarles
asilo si lo desean.
Oposición a la guerra
La resolución refleja la enorme oposición internacional
a la guerra e interna al objetivo declarado de la Administración
Bush de [lanzar la]guerra contra Iraq disfrazado en el remilgado
lenguaje de "cambio de régimen". Mientras que
el triunfo republicano [en las recientes elecciones al Congreso]
fortalecerá seguramente a medio plazo las voces más
unilateralistas de la Administración, el reconocimiento
de la disminución del apoyo público en EEUU a un
ataque unilateral fuera de NNUU o sin apoyo aliado podría
torcer esta trayectoria.
Hasta el momento, ni Francia ni Rusia han indicado su intención
de aceptar la resolución en su redacción actual.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso ha declarado que "todavía
creemos que es vital que la nueva resolución no contenga
un mecanismo automático para el uso de la fuerza".
El ministro francés de Asuntos Exteriores, tras indicar
que se habían hecho avances sobre las demandas francesas
de seguir un proceso de dos fases, manifestó que Francia
"ha recibido un amplio apoyo entre los miembros del CS"
a oponerse a cualquier cosa del texto que proporcionara el recurso
automático a la fuerza militar. El texto actual no incluye
explícitamente tal recurso a la fuerza. El problema es
que EEUU ha dejado clara su posición al respecto de que
tiene derecho a determinar por si solo si Iraq "cumple materialmente"
y si hay que ir a la guerra como respuesta. Nada en el texto
de la resolución rechaza específicamente tal afirmación
o confirma la legitimidad del CS en su conjunto para tomar tal
decisión en lugar de EEUU solamente.
De hecho, la resolución no dice nada que pudiera justificar
un llamamiento de EEUU a la guerra.
Pero el peligro permanece. El factor crucial sigue siendo
si la combinación de la legalidad internacional en el
CS, la oposición internacional masiva a nivel de
gobiernos y a nivel popular-, y la presión del creciente
movimiento de oposición a la guerra en EEUU, será
suficiente para contener al monstruo nuevamente envalentonado
de los republicanos estadounidenses. En último término,
la pregunta es si se puede forzar que Washington acepte como
suprema la jurisdicción del CS de NNUU o si Washington
seguirá afirmando que las decisiones de NNUU no "atan
las manos" de la determinación de EEUU de ir a la
guerra.
Notas de CSCAweb:
1. El presente
texto fue redactado por su autora horas antes de la aprobación
unánime por el CS de la resolución 1441 sobre Iraq,
pero la valoración que incluye del último borrador
presentado por EEUU es plenamente válido al coincidir
éste con el texto aprobado.
2. Tras haberse opuesto en un primer momento a respaldar a EEUU,
México ha anunciado finalmente que apoyará el texto
propuesto por EEUU al CS. Véase en CSCAweb: EEUU
forzará la votación del CS haya o no consenso sobre
la resolución de inspecciones y uso de la fuerza contra
Iraq
3. Sobre las anteriores propuestas y su análisis véase
en CSCAweb:
Phillys
Bennis: El nuevo borrador de resolución de EEUU sobre
Iraq: negociar para legitimar la guerra
Rebajando
el contenido de su anterior propuesta de resolución, EEUU
intenta forzar un acuerdo en el Consejo de Seguridad que legitime
su intervención contra Iraq
Mientras
Rusia y Francia exigen a EEUU mayores concesiones en las negociaciones
sobre una nueva resolución del CS sobre Iraq, Bush afirma
que dirigirá 'una alianza militar internacional' contra
Bagdad
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