Agenda 2001


Primer semestre de 2002, presidencia española de la UE
Campaña contra la Globalización Económica y la Europa del Capital

Documentos aportados por el CSCA (para descargar en formato Word):
- Documento 1:
De Barcelona a Marsella: cinco años de proceso euromediterráneo
- Documento 2:
EEUU vs UE: seguridad en el Magreb y 'Nuevo Orden Mundial'
- Documento 3:
La Asociación Euromediterránea: un proyecto económico truncado
- Documento 4:
Proceso euromediterráneo: reparto de funciones

Enlaces relacionados:

Reunión estatal del movimiento contra la Globalización capitalista y la guerra Madrid, 6 y 7 octubre

  • Samir Amin: "Alto a la OTAN, el proyecto imperialista neoliberal de la hegemonía de EEUU" (Dominación económica y militar en el 'Nuevo Orden Mundial')
  • Samir Amin: "¿Globalización o apartheid a escala global?"

  • Información técnica
    sobre la reunión:
    vlopez@mundofree.com
    caes@nodo50.org

    Documentos:
    www.nodo50.org/caes


    Agenda 2001

    Primer semestre de 2002, presidencia española de la UE
    Campaña contra la Globalización Económica y la Europa del Capital

    Reunión estatal de colectivos y organizaciones del 8 y 9 de septiembre de 2001 en Madrid para la preparación de actividades y movilizaciones con motivo de la presidencia del Estado español de la Unión Europea durante el primer semestre de 2002

    Propuesta del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe para el análisis y realización de actividades de respuesta a la convocatoria en Valencia de la Cumbre Euromediterránea (mes de abril) y al proyecto de recolonización económica del espacio árabe y la creación de una Zona de Libre Comercio en el Mediterráneo

    Intervencionismo económico en el mundo árabe: la UE y el proyecto euromediterráneo en la región mediterránea y árabe

    La configuración del Nuevo Orden Regional promovido por EEUU desde 1991 en la región árabe -tras la intervención militar contra Iraq y la Conferencia de Paz árabe-israelí de Madrid de octubre-, se ha escenificado en la última década mediante la implantación de un proceso que aglutina las tres facetas básicas que caracterizan los procesos de intervención: política, a través del llamado proceso de paz palestino/árabe-israelí; económica, que combina la implantación del sistema neoliberal impuesto por el Banco Mundial y el FMI con el proceso de inserción de la economía israelí en los mercados árabes a través del llamado proceso de normalización árabe-israelí; y militar, a través de la creación de nuevos sistemas de seguridad en la región, combinación de una estrategia de control hegemónico de la OTAN (a través del denominado 'Diálogo Mediterráneo' de la Alianza), estimulación del eje militar turco-israelí y el intervencionismo directo (presencia militar) en la región del Golfo.

    La penetración neocolonial que EEUU persigue con la aplicación del Nuevo Orden Regional ha obligado a la Unión Europea (UE) a actualizar sus mecanismos de control de un área geográfica fundamental para su expansión económica. Dicha actualización se concreta, desde 1995 y por medio de la convocatoria de la Conferencia de Barcelona, a través del llamado Proyecto de Asociación Euromediterránea, por medio del cual la UE diseña sus propios los mecanismos de intervención eminentemente económicos -básicamente, por medio de la creación de una Zona de Libre Cambio- en un área de tradicional implantación a fin de consolidar la influencia europea frente al proyecto expansivo norteamericano.

    Sin embargo, la hegemonía política y militar norteamericana ha obligado a la UE a reconocer el control político-económico de EEUU sobre Oriente Medio y a delimitar su área de intervención al campo económico, adoptando un papel subsidiario del de EEUU en las cuestiones políticas y militares. Así, el proceso de paz árabe-israelí ha quedado fuera de la intervención europea, siendo EEUU actor hegemónico en la resolución del conflicto. De igual modo, la UE ha aceptado que las cuestiones de seguridad relativas a los escenarios árabes, mediterráneo y del Golfo se resuelvan de acuerdo con la lógica que impone EEUU:

    a) en el ámbito de la OTAN, a través del Diálogo Euro-mediterráneo;

    b) mediante la intervención unilateral norteamericana (asentamiento de las tropas norteamericanas en Arabia Saudí y Kuwait, aceptación de las intervenciones militares permanentes contra Iraq) o aceptando la preeminencia norteamericana para orientar y favorecer nuevos sistemas de seguridad regionales (acuerdos militares turco-israelí y sirio-turco, ambos de cuño norteamericano).

    Por ello, el Proyecto Euro-mediterráneo-en sus sucesivas convocatorias, desde Barcelona en 1995 a Marsella en 2000- se define desde su concepción como un foro sin contenido político (particularmente en lo que respecta a la cuestión medular palestino-israelí) y renuncia a establecer un criterio compartido de seguridad, poniendo el acento en el desarrollo de una Zona de Libre Comercio para el 2010 (de capitales y productos de consumo), en la que se que establezcan asimismo sistemas de control de las poblaciones y de las migraciones desde parámetros de control policial y represivo.

    Sin embargo, es en la faceta económica donde los proyectos norteamericano y europeo compiten entre si tanto en sus objetivos -control económico y dominio de los mercados árabes-, como en sus medios - penetración de capital inversor privado, control de mercados y explotación laboral local-, si bien ambos comparten la misma lógica de penetración neoliberal, imponiendo reformas, ajustes en las economías locales y estableciendo mecanismos de control financiero sobre los sectores estratégicos (energéticos, telecomunicaciones, agrícolas y alimenticios, el caso paradigmático es Argelia) a través del FMI-BM. La competencia inherente en ambos proyectos de intervención económica ha derivado en un reparto de áreas de influencia entre la UE y EEUU de la región árabe. Tal reparto cristaliza la ruptura de la identidad geopolítica árabe (un Magreb árabe "desconectado" de Oriente Medio), ignora los proyectos de integración regional árabe y perpetúa, por su concepción neocolonial, las relaciones de dependencia de los países árabes a las economías occidentales (europeas o nortemericana). Finalmente, favorece el mantenimiento de los regímenes políticos árabes siempre que éstos se sometan a las directrices económicas exteriores de EEUU o la UE y garanticen el control represivo de sus poblaciones (Jordania o Túnez, o la cobertura de "guerra civil" en Argelia, son ejemplos de ello).

    Es en este contexto en el que han comprenderse, por una parte, la imposición por EEUU del proceso de negociación palestino-israelí y, más general, de negociación árabe-israelí, así como la prolongación de las sanciones contra Iraq. El proceso de normalización política árabe-israelí promovido por EEUU es la condición inexcusable para la inserción de Israel en la región árabe y de ésta en una económica globalizada. Por otra parte, el control estratégico de Iraq (prolongación del embargo, agresiones militares y voluntad de cambio político interno) justifica una presencia directa militar norteamericana en la región del Golfo, de la que dependen el suministro y las reservas energéticas estratégicas de Occidente.