Aminetu Haidar, la emblemática
defensora saharaui de los derechos humanos, obtiene el V Premio
Juan María Bandrés de la Comisión Española
de Ayuda al Refugiado
CEAR
/ CSCAweb, 26 de diciembre de 2005
"El
13 de diciembre un tribunal marroquí ha condenado a Aminetu
Haidar a siete meses de prisión y a sus trece compañeros
a penas de hasta tres años de presidio, en unos procesos
claramente irregulares según los observadores internacionales
presentes, entre ellos Amnistía Internacional y una comisión
del Consejo General de la Abogacía Española".
Encarcelada por la autoridades
marroquíes, lleva veinte años luchando pacíficamente
para que se cumpla el derecho a la autodeterminación del
pueblo saharaui.
La Comisión Española
de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Fundación CEAR han otorgado
el V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del
Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados a la saharaui
Aminetu Haidar, por su ejemplar trayectoria de lucha pacífica
por los derechos del pueblo saharaui y por el cumplimiento de
la legalidad internacional en este territorio ocupado militarmente
por Marruecos desde noviembre de 1975.
El 12 de diciembre el jurado
del Premio, presidido por el pintor y escultor Juan Genovés,
decidió de manera unánime premiar a Haidar, que
se encuentra encarcelada desde el pasado mes de junio y que un
día después de la concesión del premio era
condenada a siete meses de cárcel por participar en las
manifestaciones que los ciudadanos del Sahara Occidental realizaron
en mayo de este año en protesta por la brutal represión
marroquí.
CEAR y la Fundación
CEAR esperan que las autoridades marroquíes permitan el
viaje a España de Aminetu Haidar para recoger en la primavera
de 2006 el V Premio Bandrés, que consiste en una escultura
cedida por Martín Chirino. En ediciones anteriores lo
obtuvieron el jesuita Enrique Figaredo, obispo español
de Battambang (Camboya), Margueritte Barankitse (Burundi), el
sacerdote jesuita colombiano Javier Giraldo y la historiadora
haitiana Suzy Castor.
Aminetu
Haidar
Aminetu Haidar, presa actualmente
en la tristemente famosa Cárcel Negra de El Aaiún,
es un símbolo de la lucha pacífica por los derechos
del pueblo saharaui. Esta activista de 39 años y madre
de dos hijos fue detenida por primera vez en 1987 por participar
en una protesta contra la ocupación del Sahara Occidental
cuando una comisión de la ONU visitaba la zona. Desaparecida
y torturada durante casi cuatro años, a pesar de sufrir
posteriormente numerosas detenciones y vejaciones por parte de
las autoridades marroquíes no ha dejado de trabajar de
manera pacífica para que se haga realidad el derecho a
la autodeterminación del pueblo saharaui, reconocido por
la ONU.
Haidar ha participado en importantes
iniciativas, como el Comité de coordinación de
las víctimas de desapariciones forzadas y de detenidos
del Sahara, en 1994; el Comité para la Liberación
de Sidi Mohmed Daddach y todos los detenidos saharauis, en 2001;
el Comité preparatorio de información sobre desaparecidos
saharauis, en 2002; o el Comité por la liberación
de Ali Salem Tamek y los detenidos saharauis, en 2003. En mayo
de este año, Haidar participó en las manifestaciones
para denunciar el aumento de la represión marroquí,
que ha causado centenares de detenidos, encarcelados ilegalmente,
torturados y al menos un asesinado.
Desde el 17 de junio Aminetu
Haidar se encuentra en la cárcel tras ser apaleada brutalmente
por la policía cuando organizaba una manifestación
en la ciudad de Smara. Como ella misma ha expresado: "Mi
crimen es haber ejercido mi derecho a manifestar mi condena y
mi protesta contra la represión y la arbitrariedad de
las fuerzas de ocupación marroquíes contra los
civiles saharauis que expresan desde hace tantos años
su rechazo a la ocupación, reivindicando de manera pacífica
el respeto de los derechos humanos en el Sahara Occidental, la
liberación de los presos de opinión y la vuelta
de los desaparecidos vivos o muertos".
El 13 de diciembre un tribunal
marroquí ha condenado a Aminetu Haidar a siete meses de
prisión y a sus trece compañeros a penas de hasta
tres años de presidio, en unos procesos claramente irregulares
según los observadores internacionales presentes, entre
ellos Amnistía Internacional y una comisión del
Consejo General de la Abogacía Española.
Numerosas organizaciones de todo el mundo han exigido la liberación
de Aminetu Haidar y de muchos otros prisioneros políticos
recluidos en las cárceles marroquíes; el esclarecimiento
del destino de miles de desaparecidos; el cese de la persecución
a los defensores de los derechos humanos; la condena a los culpables,
así como la retirada de las unidades militares desplegadas
en las calles de las ciudades ocupadas y la libre entrada y circulación
de los observadores internacionales y de los medios de comunicación
a los territorios ocupados. En definitiva, exigen el cumplimiento
por parte de Marruecos de la legalidad internacional. Cuando
ya se han cumplido tres décadas de la ocupación
del Sahara Occidental y del exilio de buena parte de sus ciudadanos
en la Hamada argelina, la concesión del Premio Bandrés
a Haidar es un reconocimiento a la dignidad.
Aminetu Haidar lo expresaba
así, desde la cárcel, a propósito del Día
Internacional Contra la Tortura: "...Es un milagro que siga
con vida, porque soy una mujer agotada físicamente de
tantos años de desaparición y encarcelamiento,
tanta tortura y tantas vejaciones. Pero aquí estoy y seguiré
luchando con todas mis fuerzas, sabiendo que estáis allí
luchando por nosotros. Estoy tan segura de vosotros como lo estoy
del mar que me espera a 25 kilómetros, tan segura como
lo estoy de que esos niños saharauis refugiados en Argelia
volverán a su tierra liberada. Estoy tan segura de vosotros
como lo estoy de la mirada cariñosa de mis dos hijos,
Mohamed y Hayat, a quienes añoro tanto...".
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