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Declaración del CSCA
MUNDO ÁRABE / FORO SOCIAL DEL MEDITERRÁNEO

* Nota: La presente declaración resume los puntos de trabajo que el CSCA defenderá en su participación en el Foro Social del Mediterráneo, que se celebra en Barcelona entre los días 17 y 19 de junio.

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El círculo vicioso de las rutas de 'paz'

Comité de Solidaridad con la Causa Árabe*

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 17 de junio de 2005

"La ruta de la paz es falaz al pretender mantener y ampliar la injusticia cotidiana. Las rutas de paz ancladas en el estatus quo y en el avance sionista sólo sirven para limitadas carreras diplomáticas y la erupción de la rebeldía. Por eso, es preciso romper el plan de normalización sionista y hacer emerger la posibilidad de una Palestina con todos los derechos, sin un sionismo incompatible con los derechos inalienables del pueblo palestino"

Los medios de comunicación y los Gobiernos occidentales se manifiestan sobre la buena marcha de las negociaciones entre palestinos e israelíes. Parecería que tratan de imponer una imagen de conformidad sobre éstas, ocultando que se quiere imponer por la fuerza una política contraria a los pueblos y a sus necesidades. Ya sea con la guerra contra el pueblo de Iraq, el incumplimiento extenso de las resoluciones de las Naciones Unidas favorables al pueblo palestino o, por el contrario, el obligado acatamiento de aquellas, bajo la amenaza de sanciones si son del gusto de promotores imperiales.

La política estadounidense apoyando la política israelí de nuevos asentamientos en Jerusalén es una muestra más de una práctica de hechos consumados. Por otra parte la Unión Europea sigue con su Acuerdo de Asociación con Israel y quiere ampliar su grado de acuerdos económicos, políticos o académicos, dándole más cobertura, si cabe, a una política que no respeta los derechos humanos y está convirtiendo los territorios ocupados en un conjunto desestructurado de guetos separados por el Muro del Apartheid.

La violación de los derechos humanos es una constante; palestinos muertos, palestinos presos: unos salen a cuentagotas y otros con la represión israelí entran. Los asesinatos y la destrucción de más de 23000 casas desde 1967 constituyen una agenda de destrucción silenciada por los medios de información; se anuncian 88 viviendas en la Jerusalén árabe y se sigue judaizando la ciudad. A pesar de que el Gobierno israelí pueda poner en práctica la retirada de Gaza, sigue la construcción del Muro, ampliándose entre Jerusalén y Belén, haciendo patente las intenciones del Gobierno Sionista para construir el Gran Israel y unos territorios palestinos dispersos e inviables para constituir un Estado. La construcción supone una anexión de territorios en sus más de 720 kilómetros, la destrucción de medios de cultivo y destruir su economía, con el fin de procurar la miseria y el hambre al pueblo palestino. Estos datos son apenas comprensibles si no somos capaces de imaginarnos las condiciones de vida que se están produciendo allí, humillación y degradación sistemática; expulsión o emigración son las pretensiones israelíes como ya hicieron con todos los refugiados palestinos.

Mientras eso ocurre ante nuestros ojos, se intenta trasladar a la opinión pública una imagen, repetida muchas veces de proceso de paz. Cuando, en realidad los problemas de la ocupación se mantienen o agravan. Nuestros dirigentes, incluyendo al Secretario de las NNUU, Sr. Annan, se siguen aproximando a la realidad con viajes pretendidamente equidistantes, conformándose con declaraciones pero sin arrancar un ladrillo de injusticia. La Unión Europea está dispuesta a seguir aceptando a Israel, a pesar de su política segregacionista, a pesar de que las propias normas de la UE deberían impedir el incumplimiento de la legalidad internacional.

Por lo tanto, la ruta de la paz es falaz al pretender mantener y ampliar la injusticia cotidiana. Las rutas de paz ancladas en el estatus quo y en el avance sionista sólo sirven para limitadas carreras diplomáticas y la erupción de la rebeldía. Por eso, es preciso romper el plan de normalización sionista y hacer emerger la posibilidad de una Palestina con todos los derechos, sin un sionismo incompatible con los derechos inalienables del pueblo palestino.

Y hay que empezar a lograr ese futuro. El Acuerdo de Asociación con Israel, en su artículo segundo, dice que dichos acuerdos se suspenderán si se producen violaciones de derechos humanos y los países de la Unión Europea, entre ellos nuestro país, comercian o donan armas a un Estado ocupante. Es hora de abandonar la equidistancia y el turismo de safari, romper las verjas de la injusticia y el Acuerdo de Asociación entre Israel y la Unión Europea y fortalecer los compromisos con el pueblo palestino.