EI apartheid Israelí:
Banco Mundial, ayuda internacional y la bantustanización
de Palestina
Yamal Yuma*
Al-Ahram Weekly / CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 8
de junio de 2005
Traducción para CSCAweb de Natlia Litvina
"El
Banco Mundial y la comunidad de donantes, sin embargo, siguen
sus propias leyes y lógicas: buscan imponer, sobre la
propia ocupación, la economía neoliberal de mercado
"libre" - mercado poseído por el capital israelí
y extranjero- y la restricción del pueblo palestino emplazado
en guetos aislados. El BM, junto con los EEUU y signifcativos
sectores de la comunidad internacional, está usando a
la Autoridad Palestina (AP) como institución por la que
implementar estas políticas y poder crear "un entorno
atractivo para los inversores".
Al mismo tiempo que el presidente
George W. Bush mantenía su primera reunión con
el presidente palestino Mahmoud Abbas -un encuentro que le daba
a Bush un pretexto para anunciar a bombo y platillo sus famosos
200 millones de dólares en "ayudas"-, nuevas
y devastadoras realidades son construídas en Palestina.
El muro del apartheid y su infraestructura adjunta de carreteras
sólo para judíos, de zonas militares y asentamientos,
construyen rápidamente la "guetización"
del pueblo palestino. La "ayuda" de Bush no pretende
detener estos crímenes, ni ayudará a los palestinos:
la mayoría de esos 200 millones serán destinados
a proyectos integrados en la ocupación, como nuevos puestos
de control. Como parte de las "ayudas" internacionales
que gestiona y coordina el Banco Muncial, sólo sirven
para la bantustanización de Palestina, no para su liberación.
El último informe publicado
por el Banco Mundial, "¿Estancamiento o redinamización?",
no deja duda alguna al respecto, al definir meticulosamente una
visión de desarrollo económico "para"
Palestina que servirá para asegurar un apoyo financiero
al régimen israelí del Apartheid. El informe comienza
repitiendo que la "retirada" (de Gaza, N. de la Tr.)
de Israel otorgará a los palestinos una "cantidad
significativa de tierra" y de un entorno ideal para el desarrollo.
En realidad, Gaza se verá totalmente encarcelada, rodeada
de un segundo muro de ocho metros de altura, y todas sus fronteras,
costas y espacio aéreo estarán totalmente controlados
por Israel.
En Cisjordania, tan sólo
cuatro diminutos asentamientos se verán desmantelados.
Al mismo tiempo, el 46% de Cisjordania se verá anexionado
por medio del Muro e infraestructuras del Apartheid, para así
expandir las colonias, como los bloques de Maale Adumim y Gush
Etzion. Contra toda la legislación internacional, el Banco
contempla las fronteras económicas de Palestina tal y
como las dicta el Muro de Apartheid y el plan de "retirada"
; todo ello se traduce al compromiso activo en la colonización
del resto de tierras de Palestina.
A pesar de que la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) declarase ilegal el Muro y pidiese a todas
las naciones "no dar ningún tipo de ayuda o asistencia
que mantuviera la situación creada por el", el BM
entra en escena con una fórmular que sostiene e impulsa
este sistema de expropiación, desposesión y ocupación
permanente.
Estos planes se pueden considerar
en dos vertientes: la explotación del trabajo palestino
y la consecución de un control total sobre el movimiento
de los palestinos.
En la tierra palestina anexionada
al Muro se construirán grandes zonas industriales, donde
trabajen los palestinos de los guetos en las industrias mas insanas
y tóxicas. El llamado polígono industrial de La
Paz en Tulkarem, arquetipo de este proyecto, se construirá
en tierras de cultivo robadas al pueblo de Irtah; éstas
eran tierras que dieron sustento a cincuenta familias durante
generaciones, formando parte integrada de la vida de la comunidad
y la familia.
Aún mas, el BM solicita
que el Muro actúe como método de control de los
palestinos, usándolo como incentivo para que Israel mantega
el actual sistema de permisos, y así lograr que los palestinos
sigan acudiendo en masa a desarrollar los empleos más
humillantes y peor pagados.
De hecho, lo principal es que
si este sistema de Apartheid de acta tecnología ha de
seguir funcionando, se consolide el sistema de check-points en
tanto componente de la vida cotidiana de los palestinos, faciltando
el movimiento de mercancías, pero no de personas. Esto
permitirá la transferencia de palestinos desde sus guetos
a sus lugares de trabajo. Se necesitarán fondos
que los EEUU ya han prometido- para instalar puertas de seguridad
en el Muro, para mantener el humillante y degradante sistema
de check-points impuesto sobre el pueblo palestino.
La agricultura, tradicionalmente
el sector principal de la economía (palestina), apenas
se ve mencionada en el informe, presumiblemente porque el BM
sea consciente de que a los palestinos no se les va a dejar tierra
para cultivar. La visión sobre "co-existencia"
que tiene en mente el Banco incluye los recursos acuíferos
naturales palestinos, sistemáticamente robados por la
ocupación (hasta un 80% del flujo anual), y que se ven
vendidos luego por la ocupación a los propios palestinos
según "tasas comerciales israelíes".
No requiere mucho esfuerzo
darse cuenta de que la coordinación entre el Banco Mundial
y la ocupación va en detrimento de la liberación
palestina y de la legislación internacional.
El Banco Mundial y la comunidad
de donantes, sin embargo, siguen sus propias leyes y lógicas:
buscan imponer, sobre la propia ocupación, la economía
neoliberal de mercado "libre" - mercado poseído
por el capital israelí y extranjero- y la restricción
del pueblo palestino emplazado en guetos aislados. El BM, junto
con los EEUU y signifcativos sectores de la comunidad internacional,
está usando a la Autoridad Palestina (AP) como institución
por la que implementar estas políticas y poder crear "un
entorno atractivo para los inversores".
La AP disfrutará del
papel de guardia de prisiones, impidiendo al pueblo palestino
defender su tierra y derechos. La responsabilidad de la Autoridad
respecto a los palestinos es la de resistir a estos proyectos,
no la de "modificarlos" o "respaldarlos sólo
parcialmente", sino oponerse a ellos y rechazarlos por completo.
Las zonas industriales y los
bantustanes no son nada nuevo; representan el mismo tipo de "desarrollo"
económico que impulsó el régimen racista
de Sudáfrica. Como los negros sudafricanos, los palestinos
no tolerarán ningún modelo económico de
supervivencia. Ni tampoco se limitarán a buscar formas
por las que el Muro y la Ocupación sean más soportables,
sino que los destruirán.
La sociedad entre Israel y
el Banco Mundia describe el punto hasta que llega el apoyo internacional
a la ocupación. Sin los 5.000 millones de dólares
de ayuda anual estadounidense, las inversiones del Banco Mundial
y las contribuciones de numerosos gobiernos, corporaciones y
organizaciones, el proyecto sionista simplemente no sería
sostenible.
Los palestinos no piden la
ridícula ayuda que los EEUU imponen, sino auténtico
apoyo político por el que se pueda poner freno al masivo
apoyo económico que recibe Israel. Tanto los individuos
como la sociedad civil en todo el mundo tienen tanto las capacidades
como la responsabilidad de fortaleces el movimiento de presión
para aislar el Apartheid israelíe, apoyando a la lucha
palestina por la justicia y la liberación.
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