En respuesta a:
16 de noviembre de 2012
El País
En cierto modo, es un contrasentido. En una civilización que ha deificado hasta el paroxismo el atractivo femenino no se mira a las mujeres. El mundo insiste en ignorarlas salvo en aquello en lo que son imprescindibles y países en los que las mujeres han alcanzado un nivel de preparación (...)