Un guardia civil asesina de dos tiros a su mujer en Utiel

8/09/09

El agresor empleó su arma reglamentaria y llamó a un compañero para confesar el crimen - Estaba en activo tras una temporada de baja

LEVANTE-EMV ­Un guardia civil asesinó anoche presuntamente a su esposa de varios disparos en Utiel y luego llamó a un compañero al teléfono móvil para confesar el crimen. Los hechos se produjeron en el domicilio conyugal, en la calle Felipe Hernández de Utiel, pasadas las nueve de la noche de ayer, según confirmaron a Levante-EMV fuentes de toda solvencia.

La víctima nunca había denunciado episodios de violencia o maltrato de tipo alguno, por lo que no existía orden de protección, según las mismas fuentes.

Nada más disparar, el agente llamó a un compañero que reside en su misma calle y le contó que acababa de matar a su mujer. El segundo agente alertó de inmediato a sus compañeros, que enviaron una ambulancia del Servicio de Atención Médico Urgente (SAMU) al lugar, mientras varias patrullas se dirigían a casa del agente y de su mujer. Cuando llegó el equipo sanitario, la mujer, Inmaculada, de 32 años, estaba en situación crítica. La dotación del SAMU la sometió a reanimación cardiorrespiratoria avanzada por espacio de casi una hora, pero la mujer no pudo remontar la gravedad de las lesiones y falleció. La mayor parte de los disparos le alcanzaron el pecho y el abdomen.

La vivienda donde se produjo la agresión se llenó en pocos minutos de decenas de agentes tanto de Utiel como de Requena, que detuvieron al presunto asesino y lo trasladaron al cuartel del municipio. Además, acudieron los especialistas del Equipo Mujer-Menor (Emume) y del laboratorio de criminalística de la Comandancia de Valencia, que tomaron declaración al detenido y realizaron la inspección ocular en la escena del crimen, respectivamente.

El cuerpo de la víctima fue levantado por orden del juez de guardia de Requena y trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia sobre la una de la madrugada.

El supuesto asesino estaba destinado en labores de seguridad ciudadana en Utiel y solía prestar servicio en patrullas rurales. Se encuentra en activo aunque después de haber estado una temporada de baja.

Así lo ha manifestado tras la inauguración del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Almoradí (Alicante) el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, quien no ha especificado el motivo por el que este guardia civil precisó de baja médica durante un tiempo, aunque ha aclarado que no se tenían indicios que apuntaran la posibilidad de que ocurriera el crimen.

La víctima, de 32 años, trabajaba en una frutería. La pareja llevaba diez años conviviendo y no habían tenido hijos. Según sus vecinos, no se les conocían discusiones. Tanto José Antonio C. C., cuyo padre también fue agente de la Guardia Civil, como Inmaculada eran de Utiel. La víctima era la segunda pareja de José, según distintas fuentes. Al cierre de esta edición, no había trascendido si la pareja estaba en trámites de separación.

Este nuevo crimen machista, el segundo que vive la Comunitat Valenciana en el espacio de 48 horas, tras el asesinato en la madrugada del domingo de una mujer de 34 años en Ondara, se produce en plenas fiestas de Utiel, que hoy celebra el día grande de su patrona, la Virgen del Remedio. Esa circunstancia, junto con el corte de la calle, hizo que el crimen pasase desapercibido para una buena parte de los vecinos.

9/09/09

´La mató como un cobarde, cuando estaba sola y no podía defenderse´

La prima y mejor amiga de Inmaculada González, asesinada en Utiel por su marido de dos disparos, desvela que la víctima llevaba años sufriendo maltrato psicológico en silencio María Luisa explica que "le tenía mucho miedo, pero dijo que se iba a plantar y que no le iba a pasar ni una más"

TERESA DOMÍNGUEZ/LUIS AGÜE UTIEL

Inmaculada González, como las dos terceras partes de las mujeres asesinadas por sus parejas, nunca había denunciado al hombre que llevaba años sometiéndola a un infierno entre las cuatro paredes de su casa, en la calle Felipe Hernández de Utiel. "Le había cogido mucho miedo, no podía más porque le hacía la vida imposible, pero al mismo tiempo estaba aterrorizada por cómo reaccionaría si le dejaba. Hace poco me dijo: "No le veo solución a mi vida". ¡Mi niña, me la ha quitado de dos tiros! No hay derecho. ¿Qué voy a hacer ahora sin ella? ¿Quién me la va a devolver?".

María Luisa, prima de Inma y su mejor amiga -"era mi hermana, mi hija, mi alma, mi confesora, lo era todo para mí", dice, antes de quebrarse por el dolor- era quien más cerca estaba de la víctima y, aún así, "no me esperaba esto; que le hubiera hecho daño, que la hubiera agredido sí, pero esto no. Espero que no salga nunca de la cárcel". El presunto asesino, José Antonio C. C., de 39 años y guardia civil destinado en Utiel, tenía, como casi todos los autores de crímenes y agresiones machistas, "dos caras. En la calle, el más atento y educado, pero cuando entraba en esa casa...". María Luisa no quiere concluir la frase.

La noche del lunes discutieron. Al menos así lo ha admitido José Antonio ante los agentes que lo detuvieron, pero se niega a revelar la razón. La familia de Inma cree conocerla. "Debió decirle que no podía más, que lo dejaba. Hace poco me dijo que se iba a plantar y que no le iba a pasar ni una más. Le tenía miedo, pero se notaba más fuerte. Y mira... La mató como un cobarde, cuando estaba sola y no podía defenderse". Y, como en tantos otros casos, él no admitió la libertad de la que era su mujer desde los 22 años, hacía ya diez.

Un infierno vivido en silencio

María Luisa y su hija Rocío, la primera de la familia en conocer la tragedia -"salió corriendo descalza, como una loca, hasta la casa, pero cuando llegó, ya no la dejaron verla", rememora su madre- revelan más por lo que callan que por lo que cuentan. Acosos, celos, aislamiento de los suyos, desplantes, ninguneos, vejaciones, humillaciones. Un día tras otro. De nuevo, un caso de manual. "Siempre había sido igual. Y ella estaba harta. Un día llegó reventada de la vendimia y no la dejó dormir en toda la noche poniéndole la musiquita del móvil en la oreja sabiendo que al día siguiente debía madrugar para ir a trabajar a la frutería. Otro día le prohibió celebrar con su familia que a Rocío la habían elegido reina de las fiestas de San Isidro. O no la dejaba ir a los sitios, o le hacía un feo en público". Pequeños retazos de lo que ocurría en el domicilio conyugal "y que ni siquiera me contaba a mí con mucho detalle. Siempre intentaba taparlo. Buscaba una excusa o se culpaba a sí misma". El vivo retrato de la victimización, del síndrome de la maltratada. Según los primeros resultados de la autopsia, que se completará hoy, Inma recibió al menos dos disparos, uno en la pierna y otro, mortal, en el pecho. Su marido y presunto asesino sigue en el calabozo, a la espera de ser llevado hoy al Juzgado de Requena. "¡Por favor, que sea un sueño, que sea sólo un sueño! ¡Quiero despertarme ya!", solloza María Luisa. Inma será llevada hoy a Utiel para que los suyos puedan enterrarla en el cementerio local.

Fte. LEVANTE.emv