Jueves 18 de abril de 2024
El movimiento de solidaridad con el pueblo palestino denuncia la complicidad del Gobierno español con la masacre al seguir comprando y vendiendo armas a Israel.
Martín Cúneo 17 ABR 2024 El Salto
Mientras Israel se prepara para atacar Irán y Rafah, decenas de miles de personas saldrán a la calle en más de 80 ciudades españolas entre el 20 y 21 de abril para denunciar una vez más el genocidio que está llevando a cabo Israel en Gaza.
Esta cuarta movilización estatal apunta a la inacción del Gobierno español, que “continúa sin hacer nada” después de seis meses de masacre.
El embargo de armas “no es una elección, es una obligación de todos los Estados”, señalan los convocantes, la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (Rescop). Para esta red, se necesitan “medidas concretas, inmediatas y eficaces contra el genocidio en la Franja de Gaza y la ocupación, el apartheid, la limpieza étnica y el colonialismo”.
Esta movilización, argumentan los convocantes, también es “una respuesta colectiva” frente a una creciente represión contra los movimientos de solidaridad con Palestina. Según explican, desde el inicio de la operación de venganza de Israel sobre Gaza, 12 países de la Unión Europea han prohibido manifestaciones en solidaridad con Palestina, según datos del European Civic Forum. “Cuando nos quieren silenciar, volvemos a las calles para alzar la voz de manera unánime y defender la vida y los derechos en Palestina”, dicen en el comunicado de esta movilización estatal.
La Rescop denuncia la complicidad internacional ante el genocidio y el incumplimiento de todas y cada una de las medidas cautelares emitidas por el Tribunal Internacional de Justicia hace ya tres meses. “Ni la Unión Europea ni el Gobierno del Estado español —que tiene obligaciones legales como miembro de la Convención para la prevención del genocidio— han hecho nada para acatar el dictamen de la corte internacional”, sostienen.
Las críticas de este amplio movimiento de solidaridad con el pueblo palestino se centran en el Gobierno español. A pesar de su discurso crítico con Netanyahu y de prometer públicamente que no la haría, ha seguido entregando armas a Israel. De hecho, denuncian, España ha sido el país de la UE que más armas exportó a Israel durante el mes de noviembre de 2023. Además, critican, la compra de material militar “probado en combate” nunca ha cesado. “El Gobierno tenía la obligación legal de denegar y rescindir licencias de exportación, importación y transferencia de armas y no lo hizo. Seguimos comprando, seguimos vendiendo y seguimos permitiendo en nuestro territorio sirva como punto de transferencia de material para asistir un genocidio”, subrayan.
Según defienden, “un genocidio no se para con buenas palabras”. Y la cifra de asesinados ya supera los 40.000 si se incluyen las personas desaparecidas y sepultadas, más de 15.000 de ellas menores de edad. A la destrucción de casi todas las viviendas de la Franja y de infraestructuras imprescindibles para la vida, como escuelas, hospitales o la red de suministro de agua y energía, se le ha sumado un bloqueo de ayuda humanitaria que ya ha causado la muerte por malnutrición y deshidratación de 32 personas, 28 de ellos niños y niñas.
Detrás de toda esta gran operación militar, se enconde un proceso de “limpieza étnica”, de genocidio y de expulsión de palestinos de sus tierras en Gaza y Cisjordania, donde los asesinatos y desalojos de ciudadanos palestinos se han multiplicado en las últimas semanas.
La Rescop también culpa a Israel de poner a la región “al borde de otra guerra global” con las provocaciones a Irán para asegurarse el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea a su operación militar en Gaza. “Ante la inacción y la complicidad de los gobiernos, anteponemos la histórica respuesta de las personas de a pie que está consiguiendo que Israel esté más aislado que nunca”, dicen desde esta red. Ponen como ejemplo de estos cambios algunas victorias del movimiento de boicot, desinversiones y sanciones a Israel: McDonald’s se ha visto obligado a abandonar su demanda judicial contra BDS Malasia; la empresa deportiva Puma tuvo que anunciar que dejará de patrocinar al Israeli Football Association; cinco universidades noruegas han suspendido sus relaciones con universidades israelíes y la participación de Israel en Eurovisión “está abierta y altamente cuestionada”.