La brecha laboral de género no se recupera: 1,6 millones menos de trabajadoras

CTXT 31-07-2017

exclusión femenina del mercado de trabajo se traduce en que en España hay 1,5 millones menos de mujeres de población activa que hombres. El paro también les afecta más, con 476.000 paradas más que parados

La reciente publicación de la Encuesta de Población Activa por el INE han desatado la euforia en el Gobierno del PP, que ha celebrado la importante mejoría de las tasas de empleo y paro publicadas por el instituto de estadística público. Sin embargo, también han sido muchas la voces que han alertado sobre la inestabilidad de la mejora laboral, basada en un empleo altamente precarizado y temporal y con una fuerza laboral que sigue menguando en el país. Tampoco se está solucionado la abultadísima brecha de género que existe en los distintos indicadores laborales en España, según denuncia Comisiones Obreras basándose en datos del informe del Observatorio Anual de las Ocupaciones correspondiente a 2016, publicado por el Servicio Público de Empleo (SEPE).

De esta forma, y pese a que son más de la mitad de la población, los datos del SEPE señalan que el peso femenino en la fuerza laboral de España sigue siendo muy inferior al de los hombres, con 1,5 millones menos de mujeres que de hombres en la población activa del país. A esto habría que sumar que el número de mujeres inactivas es 2,6 millones superior al de los hombres. En términos absolutos, entre 2012 y 2016 138.000 mujeres han pasado a formar parte de esta lista abandonado el mercado laboral, lo que supone un descenso de la población activa femenina del 1,25% en apenas cuatro años.

De forma desagregada, las mujeres también sufren de forma muchísimo más acusada el paro, al mismo tiempo que tienen más dificultades para acceder al empleo. Según los datos del SEPE, en España hay 1,6 millones menos de mujeres trabajadoras que de hombres. Además, las listas del paro están engrosadas por 476.000 paradas más que parados. Todo ello, pese a que las mujeres representan una proporción menor de la población activa del país.

Las importantes desigualdades en estos valores absolutos, unidos a la menor representación femenina en la población activa, provoca que los distintos indicadores laborales sean mucho más negativos para las mujeres que para los hombres: la tasa de actividad –porcentaje de mujeres que trabajan o buscan empleo respecto del total de la población femenina– es 11,4 puntos menor que la de los hombres. La tasa de empleo femenina está a más de 11 puntos de distancia de la de los hombres y la de paro es más de tres puntos superior para ellas que para ellos.

Según denuncia Comisiones Obreras, la reducción de la brecha de género en ciertos indicadores laborales en los últimos años no responde, en términos generales, a una mejoría en las condiciones de las mujeres, sino a un deterioro del empleo masculino.

El sindicato destaca que los datos del SEPE muestran también la repercusión de la brecha de género en otros aspectos relacionados con la actividad o inactividad laboral: más del 60% de la población masculina inactiva recibe una pensión de jubilación o se encuentra bajo la fórmula de prejubilación, porcentaje que dobla al de las mujeres en esta situación. La cuantía recibida por este tipo de transferencias sociales también es inmensa: de media, las mujeres reciben un 36,78% menos que los hombres por la pensión de jubilación.

Esta exclusión del mercado de trabajo –las mujeres representan el 58,2% de la población inactiva del país– se traduce en que, mientras solo el 5,7% de los hombres inactivos se dedicas a laborales del hogar, el porcentaje aumenta hasta cerca del 35% si se trata de mujeres. Una clara muestra de la falta de reconocimiento laboral de tareas asociadas a los cuidados y al hogar.