ESOA La Dragona: 5 años dando vida a espacios muertos frente a la prevaricación y alevosía de nuestro ayuntamiento

“Total, son veinte duros”

El edificio situado a la izquierda del pórtico de la entrada principal del cementerio de la Almudena, situado en el número 90bis de la avenida Daroca, esa preciosa obra de aires neomudéjares que hoy es un espacio que funciona como “centro social” en el barrio de la Elipa, tiene ya una historia que supera ampliamente la centena de años. Desde su atalaya se ha podido contemplar parte de la historia más negra de esta ciudad. Sirva como ejemplo el asesinato, en las tapias del cementerio, de más de 2500 personas entre los años 1939 y 1945, por el único motivo de no pensar y actuar tal y como la “plácida”1 dictadura sanguinaria franquista decidía que había que opinar y actuar. Entre esas 2500 personas, las Trece Rosas Rojas, convertidas hoy en símbolo de lucha antifranquista, también fueron fusiladas aquí.
Cincuenta años después, este edificio contempló (y protagonizó) el mayor escándalo del mandato de José María Álvarez del Manzano como alcalde del Ayuntamiento de Madrid, el llamado “Caso Funeraria”. El 49 % de la gestión de los servicios municipales funerarios (entre ellos, el edificio que ocupa el número 90bis de la avda Daroca) fue cedida por el Ayuntamiento de Madrid a la empresa funeraria Funespaña por veinte duros. 100 pesetas. 0,6 €. Corría el año 1992. Las Olimpiadas. La Exposición Universal. El V Centenario del viaje de Colón a las Indias. Mucho jaleo, así que no se va a enterar nadie, debieron pensar.
El primer teniente de alcalde del Madrid de entonces, Luis María Huete, inició a petición del alcalde el proceso de privatización de un servicio público. Hoy la ciudad ya está acostumbrada a estos procesos: sanidad, educación, agua, limpieza, alumbrado… Pero por aquel entonces era casi novedad. Y el proceso fue ejemplar. Ejemplo de lo que se venía encima en las décadas siguientes, claro. Simón Viñals, concejal de Sanidad, contrató a José Ignacio Rodrigo como asesor. Y vaya si asesoró. Rodrigo asesoró en el proceso de redacción del pliego de privatización de los servicios funerarios que acabó con la cesión por veinte duros del 49% de estos servicios a la empresa Funespaña SA, creada un par de años antes por los hermanos Juan Antonio y Ángel Valdivia y que apenas contaba con plantilla en el año 92, dando lugar así a la Empresa Mixta de Servicios Funerarios. Casualmente, Rodrigo, que había valorado la funeraria en 18 millones de € en un estudio anterior, acabó siendo consejero y accionista de Funespaña (al más puro estilo Felipe González – Gas Natural o José Mari Aznar – Endesa) y, por medio de la creación de empresas ficticias en Holanda, evadía sus beneficios. Casualmente, dos años después de su privatización, el Ay-untamiento les perdonó la deuda que tenía la anterior empresa pública de servicios funerarios, a la cual se había negado a perdonar esa deuda.
La privatización fue realizada en contra de las opiniones de los técnicos del Ayuntamiento y basándose en informes sesgados de Rodrigo. Todo ello terminó en un proceso judicial que ha durado 15 años y que finalizó en 2008 con la condena de Huete (ex-teniente de alcalde, ex-concejal franquista y último alcalde predemocrático de Madrid) por prevaricación, de los ex-concejales Simón Viñals y Antonio Moreno (que elaboró los pliegos para el concurso), de los hermanos Valdivia y de Rodrigo, por diferentes cargos relacionados con fraudes a Hacienda, falsedad documental o tráfico de influencias. Lamentablemente, salvo en el caso de Huete, todos los demás delitos habían prescrito antes de la sentencia, por lo que quedaron impunes. La prescripción de esos delitos se consiguió gracias a argucias tales como el paso del caso de la Audiencia Provincial de Madrid al TSJM, el posterior paso del TSJM a la Audiencia Provincial de Madrid, la incomparecencia de acusados o la inhibición de uno de los jueces alegando amistad íntima con una de las partes2. Todo vale en la ciudad sin ley.
Volviendo al edificio que se sitúa a la izquierda del pórtico, en los primeros años del siglo XXI y en pleno proceso judicial, Funespaña decide vaciarlo para una supuesta remodelación que acabe creando un museo de carruajes fúnebres, algo que hoy sabemos siempre fue una gran mentira. El edificio del que hablamos le sobraba a Funespaña, ya que las oficinas se situaron en el edificio gemelo situado justo enfrente. Así, este edificio permanece sin uso y condenado al abandono desde entonces hasta 2008.  Llegado este año, y unos meses después de la sentencia que probó la estafa en la privatización del servicio de funeraria, un grupo de personas decide tomar una necesaria iniciativa: okupar el espacio entonces muerto para darle vida. Nace así el Espacio Social Okupado Autogestionado El Dragón (años después travestido a La Dragona), en honor al parque del Dragón, espacio de reunión por antonomasia de los y las vecinas del barrio.
En este barrio, con tanta gente activa en la calle, niñxs que juegan, personas que siguen -gracias- conservando la costumbre de poner música, sacarse sus tupper y almorzar en la calle, un barrio de los que ya van quedando pocos, faltaban espacios en los que encontrarse, crear herramientas de transformación social, desarrollar actividades, talleres, comidas populares, actuaciones musicales, teatrales… a precios populares.
Este grupo de personas, en su mayoría jóvenes, decide entrar por iniciativa en el edificio: limpiarlo, quitar escombros, reestructurar el espacio… para así dar cobijo a este tipo de iniciativas. No es nuevo que el Ayuntamiento posea cientos de locales y espacios que prefiere mantener en el abandono antes de cederlos a la gestión popular y ciudadana. Es conocido también en el barrio de la Elipa, y en próximos, la labor que llevan las Asociaciones de vecinxs desde mucho tiempo atrás y hasta hoy en activo. Dichas Asociaciones, en contacto con este tipo de problemáticas de la juventud y de aquellxs que no tienen nada deciden apoyar esta okupación.
Desde entonces, en las cuatro plantas que tiene este edificio, se ha desarrollado un proyecto de trabajo en común, horizontalidad, asamblearismo, apoyo mutuo, creatividad… que han convertido el centro en uno de los veteranos en la comunidad de Madrid, con más de 5 años encima. Y se ha dado cobijo a cientos de propuestas, tantas que sería injusto nombrar algunas dejando a otras sin espacio: asambleas, talleres, conciertos, teatro, magia, flamenco, ensayos de grupos de música, jornadas sobre movimiento obrero, feminismo y género, la situación en el Sáhara o en Palestina, cine, deporte…
Y ahora, después de 5 años dando vida a espacios muertos; después de construir para el barrio un centro social autogestionado, sigue existiendo este espacio abierto a cualquiera que quiera participar, con acceso libre y gratuito, con actividades como conciertos de grupos jóvenes, talleres de idiomas, de deportes, artes marciales, sala de gimnasio, locales de ensayo y grabación, grupo de vivienda con apoyo a vecinxs en riesgo de desahucio, tienda gratis, taller de reparación de ordenadores, taller de bicis , biblioteca, grupo de laboral, taller de percusión, grupo de alimentación con su reciente banco de alimentos, taller de flamenco, ensayos de colectivo de magos, asamblea de trabajadores del Ayuntamiento en lucha, cine gratis dos días a la semana…
Lejos de la imagen creada interesadamente por los sectores más reaccionarios de este país de la okupación como un conjunto de vagos, caraduras o drogadictos, okupar un espacio vacío (de los muchos que poseen ricos y ricas terratenientes de este país) requiere mucho trabajo y dedicación, mucha madurez y muchas ideas sobre el mundo y la manera de entender la política, construyendo así un necesario tejido social sin nada más a cambio que la satisfacción de verlo hecho realidad.
Lo que de verdad molesta a esos poderes es que un grupo de vecinos y vecinas sean capaces de sacar adelante lo que ellxs les niegan: la capacidad de juntarse, de crear en colectivo, de responderles a sus ataques a los derechos de todxs, de encontrarse y sonreírse cara a cara. El proyecto de esas élites es el de los grandes fastos, las ceremonias pomposas y el trinque. Quieren que sólo haya deporte para las élites, como en las fracasadas Olimpiadas, y que el ocio se asocie a las compras, el juego, la prostitución y el narcotráfico, como con el fracasado Eurovegas. Todo lo contrario a lo que representa el ESOA La Dragona. Quieren que cada persona individualice su vida y no salga del círculo casa-trabajo-centro comercial-casa, que la calles sea sólo un lugar de tránsito y que no haya espacios de encuentro como La Dragona.
Por todo ello la represión a estos espacios es continua, no sólo con la imagen creada desde los grandes medios de comunicación, sino a través de normativas legales muy estrictas. Así, el intento de lavado de cara del Ayuntamiento tras el desastre del Madrid Arena incluyó a los centros sociales okupados, a los que se intentó privar de realizar muchas de sus actividades. De momento no lo han conseguido. Tampoco por la vía penal lo han conseguido, ya que recientemente los juzgados se han ratificado en la sentencia por usurpación del ESOA La Dragona: absolución. Ese delito no puede atribuírsele a nadie en un espacio como este.
Tendrán que inventarse algo más para tratar de cargarse esta gran iniciativa de lxs habitantes de la Elipa, porque su defensa se luchará hasta el final. Por nuestros vecinos y vecinas, va por ellxs.
Asamblea del ESOA La Dragona. Asamblea abierta los lunes a las 19:30 horas.
Contacto: esoaeldragon@gmail.com

La situación de Funespaña y la privatización total de los servicios funerarios

Recientemente ha saltado a los medios la noticia de que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios está en números rojos. La culpa: nos morimos poco y más barato. Ya lo decía el FMI, y es que la longevidad es un riesgo financiero. Vivimos por encima de nuestras posibilidades cualitativa y ahora también cuantitativamente. A diferencia de la clase dominante: los 7 directivos de esta empresa semipública se han subido el sueldo más de un 10%, hasta superar los 120.000 € anuales. Eso sí, seguro que lo suyo es un salario bien merecido.
Muy relacionado con esta noticia está el hecho de que en dos años y medio finaliza el contrato de cesión del 49% del servicio público, de manera que los servicios funerarios volverían a remunicipalizarse. Sin embargo, los planes de la Alcaldesa, que quizás entonces ya no lo sea, pasan por una privatización total de los servicios funerarios. Llegarían entonces los EREs y los despidos, las rebajas salariales, etc. Desde la asamblea del ESOA La Dragona queremos solidarizarnos con lxs trabajadorxs de esta empresa, por los duros tiempos que se avecinan, y queremos que sepan que en nosotros y nosotras tienen un aliado.
El ruido
Una de las quejas más comunes contra espacios como La Dragona, en los que se organizan pequeños conciertos o ensayan grupos de música, es el ruido generado y las molestias que supone a diferentes vecinos. Aunque en este caso es más difícil que ocurra, ya que el edificio está alejado de las viviendas más cercanas, desde la asamblea de la Dragona se ha adquirido recientemente el compromiso de disminuir el volumen de los conciertos, especialmente a partir de las 00:00 de la noche. De todas maneras, si alguien sigue sintiendo estas molestias, se pide a estas personas que acudan a las asambleas, los lunes a las 19:30 y expongan lo ocurrido. Juntas encontraremos una solución.

Pásate por La Dragona y haznos tu propuesta: ¿teatro para niñxs? ¿un concierto de flamenco? ¿un recital? ¿una charla? ¿tienes problemas porque te han echado del trabajo o te quieren echar de tu casa? Los lunes a las 19.30 tenemos Asamblea general abierta a todxs los vecinxs del barrio y del extrarradio.