La encuesta de Cason y el programa “opositor”
Manuel David Orrio
James Cason, Jefe de la Oficina de Intereses de los
Estados Unidos de América (EEUU) en La Habana, se las arregló
para no dejar de ser noticia durante los pasados comicios presidenciales norteamericanos,
en los cuales George W. Bush fue reelecto.
“Urbi et orbi” seguíase en la noche del 2 para el 3 de noviembre
la cerrada carrera presidencial estadounidense, ocasión en la cual Cason
organizó en su residencia habanera una recepción a la cual asistieron
“105 cubanos que aceptaron participar en un simulacro de las elecciones
de Estados Unidos”, además de contarse con la presencia de periodistas
extranjeros invitados a “seguir por televisión el conteo de los
comicios”, de acuerdo con un reporte del diario mexicano La Jornada.
Siempre según la nota del corresponsal Gerardo Arreola, “Los cubanos
invitados eran en su mayoría opositores”.Ochenta y tres por ciento
votó por Bush y 16 por su oponente Kerry, resultado “que fue recibido
con una ovación y gritos de júbilo”.
“El ejercicio también sirvió para explorar opiniones en
el microcosmos de los cubanos reunidos por Cason acerca de temas consultados
en la boleta de votación”, entre lo cual vale resaltar que en caso
de existir en Cuba una “democracia representativa” de partidos diversos
compitiendo por el poder mediante elecciones, el gobierno resultante debería
tener como prioridades a la seguridad nacional----33 % de los encuestados----,
a la salud (17) y a la vivienda (13).
De este modo, y mediante la inmensa ventaja de una votación SECRETA,
se ha podido conocer cuál es el verdadero programa político de
tales “opositores”.Tanto, que este periodista, quien en su condición
de antiguo agente de los Órganos de la Seguridad del Estado cubano mucho
se relacionó con esos votantes, jamás se encontró con declaraciones
de tal pelaje, ni recuerda un documento publicado por ellos donde se admita
con tanta paz espiritual cuánto les interesa la seguridad nacional y
cuán poco les importa la salud del pueblo o el dar soluciones definitivas
al verdaderamente complejo problema de eliminar el déficit de viviendas
existente en Cuba.
Imagínese por un instante a esos “luchadores por la libertad”
no reunidos en la residencia del Sr. Cason, sino postulándose como candidatos
a cargos públicos electivos cubanos, sean de carácter local, provincial
o nacional, y exponiendo en las asambleas populares por donde comienzan los
procesos electorales isleños el programa de facto por el cual votaron
en la residencia del diplomático estadounidense, del cual resulta:
Primero: el 83 % “eligió” a Bush, lo cual significa no sólo
estar de acuerdo con una política de sanciones económicas unilaterales
hacia Cuba que un anticomunista tan fuera de duda como Juan Pablo II calificó
de “éticamente inaceptable”, sino además solidarizarse
con las restricciones a los viajes de naturales o residentes norteamericanos
a la Isla, así como promover la total eliminación de los envíos
de remesas desde los EEUU hacia la nación caribeña,todo lo cual
invita a una pregunta que de tan lógica parece digna de consulta siquiátrica:¿qué
cubano al interior de la Isla puede estar de acuerdo con semejantes medidas,independientemente
de su apoyo real o fingido,o incluso su oposición a Fidel Castro? Nadie
va contra su beneficio. Nadie,como se dice en el habla popular isleña,
"se mata como Chacumbele"
Segundo: si la “democracia representativa” demandada por tales “opositores”
llegara a existir, es obvio que una estrecha relación con la patria de
Abe Lincoln se impondría, para así dejar ese país de ser
el único probable en lanzar un ataque militar contra Cuba. ¿Cuál
razón entonces explica que la seguridad nacional haya sido considerada
por 33 % de ellos como prioridad para un supuesto gobierno democrático?
¿Acaso ya saben que necesitarían de esa “seguridad nacional”
para reprimir a un pueblo visceralmente antiimperialista? ¿O es que lo
explicado en el siguiente acápite les inclina a sentir la necesidad de
“sentirse seguros”?
Tercero: llama poderosamente la atención la muy poca importancia concedida
a la salud (17 %) y a la vivienda (13 %) por estos “futuros gobernantes”,
en país donde la población está acostumbrada a lo que este
periodista apuntó hace más de un año: “Cuba, dentro
de su entorno latinoamericano-caribeño, e incluso dentro del continental,
puede vanagloriarse de contar con una decidida voluntad política a favor
de la salud y la educación para todos. Según el último
Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), la Isla es de las primeras de América Latina y el Caribe en cuanto
a priorizar el gasto público en ambos acápites, al destinar el
6,1 y el 8,5 por cientos del PIB (datos del 2001) a la salud y la educación
respectivamente, mientras que las cifras de un país tan rico y poderoso
como Estados Unidos, en ese mismo año, fueron 5,8 y 4,8.” (1)
Cuba dista de ser una sociedad perfecta. Lo han dicho muchos y este periodista
lo repitió en la noche que fue presentado como agente de la Seguridad
cubana ante centenares de sus vecinos, quienes lo consideraron durante años
un traidor a la Patria. Por ello, y a partir de experiencia como la vivida en
esa ocasión, valdría la pena proponer a la Asamblea Nacional del
Poder Popular de Cuba que dé a los “opositores” reunidos
por Cason la oportunidad de explicar semejante “programa electoral”
ante los vecindarios cubanos. Protección policial incluida, no vaya ser
que peligren sus integridades físicas. FIN
(1) Desarrollo Humano:evaluando a Cuba(4).Publicado en http://cubahora.co.cu.
Colectivo Cádiz Rebelde