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Alemania: otra oportunidad para la coalición socialdemócrata-verde

Francisco Álvarez Somoza

INTRODUCCIÓN

Las Elecciones Federales en Alemania del 22 de septiembre del 2002 provocaron una especial expectativa; no sólo por el rol como país a escala de la Unión Europea y para el resto del mundo; sino por el patrón que representan las agrupaciones políticas alemanas para el área y para las Internacionales Políticas(1).

La reñida campaña electoral puso en vilo, tanto a los simpatizantes a escala nacional e internacional de la coalición de gobierno socialdemócrata / verde establecida desde septiembre de 1998, como a los seguidores de la oposición democratacristiana y liberal.

El ascenso que lograron las fuerzas políticas que componen la derecha tradicional y la extrema derecha, en el transcurso del presente año, provocaron un auge del conservadurismo europeo de manera tal, que cambió la correlación de fuerzas existentes en Europa. Ese elemento incidía en cierto modo en las interrogantes que abría las elecciones alemanas.

La socialdemocracia resultó derrotada en la totalidad de los comicios celebrados durante el primer semestre del 2002, en Portugal, Holanda, y Francia. El triunfo obtenido por el Partido Socialdemócrata de Suecia, en las elecciones del 15 de septiembre pasado, gracias al cual pudieron mantenerse en el poder mediante una fórmula de "gobierno de minoría", logró matizar el curso de los acontecimientos.

La importancia de las elecciones parlamentarias alemanas no sólo descansaba en conocer qué fuerzas lograban formar gobierno; sino también en el modo y la forma en que lo lograban. A partir de esto, podría readecuarse la política nacional e internacional(2); así como la incidencia que tendría orgánicamente para cada una de las agrupaciones políticas contrincantes.

El escenario electoral

En el transcurso del último año, todas las encuestas dieron como favorita a la oposición demócrata cristiana para formar una alianza con los liberales. Aunque cabría señalar que individualmente las encuestas se inclinaban mucho más en favor del líder del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) Gerhard Schröder, como Canciller Federal y al líder de los Verdes Joschka Fischer, Vicecanciller Federal, que por el candidato democristiano Edmund Stoiber.

La decepción sufrida por el electorado simpatizante del SPD y los Verdes, ante el incumplimiento de las promesas contraídas por el SPD como partido, y por Schröder como candidato a Canciller Federal durante la campaña electoral de 1998, fueron elementos que incidieron en el posible "voto de castigo" que presumiblemente recibiría la coalición roji-verde.

Uno de los principales factores en la frustración de las esperanzas depositadas en el gobierno socialdemócrata-verde, fue el problema del desempleo. Al llegar al gobierno en septiembre de 1998 el ejército de desempleados alemanes se colocaba en el orden de los 3,5 millones del total de la fuerza laboral, mientras al concluir el mandato, llegaba a 4 millones (9,6%). También el déficit fiscal creció y la economía tiene un índice decreciente fijado en –2,7%. Por similar situación atraviesa el crecimiento del PIB previsto para el 2003, que tuvo que reprogramarse y se fijó en 2,3%.

Ante este panorama socio-económico de Alemania, los partidos políticos elaboraron sus respectivos programas electorales(3). El SPD como principal partido de gobierno centró su campaña en: el trabajo; los problemas de Alemania del Este; la seguridad ciudadana; el medio ambiente; la limitación de la inmigración; y el espacio de Alemania en el entorno europeo y mundial.

Por su parte el otro componente político del gobierno, los Verdes, centraron su atención en: la ecología y la justicia social; la lucha contra la violencia; los derechos humanos y la justicia de género; la migración; la solidaridad; y Europa y el mundo de hoy.

La Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) dieron prioridad programática a las cuestiones referidas a: la industria, la alta tecnología y la ecología; la globalización y los problemas económicos; política de desarrollo; la seguridad social y la familia; fiscalidad y control; y el papel de Alemania en la política económica a nivel mundial.

En esa dirección, el Partido Liberal Demócrata (FDP) descansó sus enunciados programáticos en los problemas referidos a: la economía social de mercado; la libertad y los compromisos privados; la educación, los derechos humanos y el medio ambiente; los problemas migratorios; y la política al desarrollo en la política internacional.

Asimismo, el Partido del Socialismo Democrático (PDS) centró sus lineamientos en plasmar un programa crítico a la gestión de gobierno y resaltar los valores básicos del Socialismo Democrático.

De manera general, observamos entre los partidos con capacidad gubernamental, un entrecruzamiento programático, pues los elementos expuestos sólo varían en matices y en modos y tiempos de aplicación, pero no constituyen alternativas diametralmente opuestas entre sí.

Con estos valores esenciales, se presentaron a la contienda electoral los principales partidos alemanes, que tienen representación en el Parlamento Federal (Bundestag).

No obstante a la erosión que sufrió la imagen del gobierno, en la recta final de la campaña electoral, la balanza se inclinó a favor de la continuidad de la coalición de gobierno socialdemócrata-verde. Debe señalarse que ese giro no estuvo motivado fundamentalmente por elementos programáticos, sino por las tácticas políticas utilizadas y por otros factores efectos de orden socio-psicológico.

Entre los elementos que favorecieron al cambio en la preferencia electoral a partir de julio, podemos señalar: 1) La posición de Schröder ante las inundaciones 2) La negativa del gobierno a participar en la invasión a Irak; 3) la creación de la Comisión Harz para reformar el mercado laboral y enfrentar el problema del desempleo y por último, 4) la victoria obtenida por Schröder frente a Stoiber en los debates televisivos.

Un elemento táctico en el final de la campaña electoral dio el impulso que favoreció a la victoria a Schröder y Fischer, y fue el acto conjunto que celebraron en Berlín en la que sellaron la unidad y la fórmula de gobierno el SPD-Los Verdes. Ese hecho, unido a la acción de Schröder de desestimar la oferta de los liberales de formar coalición, dieron seguridad a los simpatizantes de la alianza roji-verde y a un sector de casi el 30% del llamado voto indeciso. Haber apostado a mantener la fórmula de gobierno, incluso rechazando la posibilidad de formar una Gran Coalición, le imprimió imagen de confianza a la alternativa SPD/Verde.

La capacidad de maniobra demostrada por el SPD ha sido uno de sus pilares para lograr la victoria. Aunque Schröder había declarado a mediados de su mandato, que para continuar en el gobierno el partido vencedor debería tener una clara ventaja que le permitiera gobernar con comodidad, la cruda realidad le hizo reinterpretar sus declaraciones. También había señalado que si el SPD no lograba rebajar el desempleo por debajo de 3,5 millones de parados, no merecería continuar gobernando. Eso fue lo que proclamó en aquella oportunidad, recién obtenida la victoria, pero el ejercicio del gobierno hicieron más moldeables sus consideraciones. Ahora también ha proclamado que en modo alguno participará en la agresión contra Irak.

Los Verdes, que venían recibiendo una serie de derrotas en los comicios estaduales celebrados durante su gestión de gobierno, jugaron un papel de suma importancia para el mantenimiento de la coalición. El ascenso final en la preferencia electoral se debió a diversos factores, entre ellos, el espacio político que encontraron sectores renovadores ante sus posiciones políticas dada la posibilidad que daban para inclinar un tanto la balanza hacia la "izquierda" dentro del gobierno. Cabría destacar el importante papel que jugó el carisma personal de Fischer como dirigente político.

Finalmente, después de una reñida y controvertida contienda electoral, la coalición de gobierno socialdemócrata-verde encabezada por el Canciller Federal Gerhard Schröder logró mantenerse en el gobierno, aunque sólo por un estrecho margen de ventaja.

Los resultados obtenidos por el SPD tienen un doble efecto. El primero es de carácter interno, al contribuir a frenar la alternativa de derecha a escala nacional. El segundo es de carácter externo, pues se suma a la victoria que sus correligionarios suecos obtuvieron y la que presumiblemente también obtendrá el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) en los próximos comicios parlamentarios de noviembre. Estos triunfos obtenidos por la socialdemocracia contribuyen a mejorar su imagen después de haber sufrido una cadena de derrotas electorales.

Aunque desde el punto de vista porcentual, hubo un empate electoral entre la socialdemocracia y la democracia cristiana, ya que ambas fracciones obtuvieron 38,5% (ver anexo). En el proceso de conversión de votos en escaños(4), el SPD superó a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y a la Unión Social Cristiana (CSU) en 3 escaños. Visto de conjunto, la coalición de gobierno sólo superó a la oposición centro-derecha conformada por la CDU/CSU y por el Partido Liberal Demócrata (FDP), por sólo 11 escaños en el Bundestag integrado por 603 parlamentarios federales. Ese estrecho margen de diferencia constituye el Talón de Aquiles del gobierno recién electo.

Por su parte, durante la campaña la CDU/CSU se benefició de los errores de la coalición de gobierno, principalmente del SPD, pero no proponía una alternativa sustancialmente distante que las propuestas por sus opositores. Su principal ventaja descansaba en el posible voto de castigo que ejercieran los electores hacia la gestión de gobierno. La principal debilidad de la CDU/CSU fue la falta de un líder capaz de competir con Schröder. Stoiber como líder del conservadurismo de línea dura, a lo que se le añade su condición de bávaro, no era muy bien visto por los moderados de la democracia cristiana, así como por los potenciales electores de los Estados Federados del Norte y del Este de Alemania.

En la primera reunión del Grupo Parlamentario de la CDU/CSU, los recién electos diputados democristianos y socialcristianos eligieron a Angela Merkel jefa de esa fracción parlamentaria, cargo que compaginará con sus responsabilidades como presidenta de la CDU. Esta jugada le abre el camino para aspirar a presentarse como candidata a Canciller Federal por esa agrupación política, en los próximos comicios federales del 2006.

Los liberales del FDP, que en anteriores contiendas electorales han llegado a correr el riesgo de quedar por debajo de la barrera del 5%, ahora consiguieron crecer y llegar al 7,4%. Cabría señalar que ese ascenso pudo ser el resultado del voto de beneficio que le otorgaron potenciales sectores del electorado tradicional demócrata cristiano de corte moderado.

Los ex-comunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) fueron la fuerza política más castigada, al alcanzar solamente el 4% de los votos. Al no sobrepasar la barrera del 5% y no lograr 3 mandatos a diputados de manera directa –sólo lograron 2 diputados- no pueden participar en la distribución de escaños en el sistema proporcional, ni tener Grupo Parlamentario(5). Pasando balance de los resultados obtenidos desde 1990 hasta la fecha, cabe apuntar que son los peores en su historia política iniciada con la unificación alemana.

Los elementos que más han incidido en estos resultados, son una cierta pérdida de identidad, que provocó que sus potenciales electores hicieran uso del voto útil a favor de los socialdemócratas del SPD que tuvieran posibilidades políticas reales. Un fuerte impacto negativo fue la salida del juego político de la figura emblemática del PDS, Gregor Gysi, al tener que renunciar como ministro estadual de economía en Berlín.

Por su parte Los Verdes sorprendieron al erigirse en el tercer partido político de Alemania, ya que con su crecimiento electoral de un 1,9% alcanzaron un total de 8,6% de los votos emitidos y 55 escaños. Ello fue un factor decisivo para la continuidad de la coalición del Gobierno Federal.

El FDP, aunque creció en 1,2%, alcanzó un 7,4% de votos y 47 escaños. Pero esa cifra quedó por debajo de las expectativas de votos que tenía para poder aspirar a formar gobierno de coalición con los democratacristianos.

Un elemento importante a analizar en todo proceso electoral es el de la participación electoral, del cual se desprende el nivel de abstencionismo como reacción evasiva ante el agotamiento ofrecido por los mecanismos y alternativas políticas tradicionales. La participación en las urnas estuvo por debajo de lo esperado; ya que ante un resultado tan apretado como era el que se vislumbraba, todos los partidos hicieron un esfuerzo extra por estimular a sus militantes y simpatizantes para que hicieran uso del ejercicio del voto.

Evidentemente el electorado no se sintió lo suficientemente estimulado, y su decepción por la esperanza de un cambio a través de las urnas lo expresó con un crecimiento del abstencionismo que llegó a un 21,9%. Ello se traduce en un aumento de un 4,1% respecto a 1998.

Con estos resultados se impone para los próximos cuatro años el gran reto de cómo funcionará el Gobierno Federal y cuáles serán sus derroteros.

La formación del nuevo gobierno

Después de efectuadas las elecciones y sin constituirse aun el Bundestag ni presentado el nuevo gabinete, ya el "Gobierno en Funciones" daba los primeros pasos para esclarecer futuras posiciones políticas. El primer elemento en tal sentido, fue la delegación de parlamentarios socialdemócratas que viajó a los EE.UU. para arreglar la situación creada con sus aliados norteamericanos motivada por las críticas que hizo durante la campaña electoral, la entonces Ministra de Justicia, Herta Daeuble-Gmelin, al presidente de los EE.UU., George W. Bush, al comparar sus acciones militares con las de Hitler.

Como señal de buena voluntad hacia sus aliados, la dirigente socialdemócrata no integró el nuevo gabinete. Evidentemente esos gestos demuestran que el distanciamiento que hizo Schröder de los EE UU, al negarse a participar en la agresión a Irak, potencialmente puede ser reconsiderado.

La XV Legislatura del Parlamento Federal (Bundestag) se constituyó el 17 de octubre del 2002(6) y su mandato se extenderá hasta el otoño del 2006 Como presidente resultó reelecto el socialdemócrata Wolfgang Thierse. Posteriormente, el 22 del propio mes, el máximo órgano legislativo reeligió como Canciller Federal a Gerhad Schröder para un segundo mandato. Tal y como corresponde con la Ley Electoral, el Jefe de Gobierno propuso a su Consejo de Ministros (Bundesregierung) integrado por 13 ministros, quienes juramentaron sus responsabilidades al frente de sus respectivas carteras ante el Presidente Federal (Bundespräsident) a Johannes Rau, como Jefe de Estado.

El nuevo gabinete (ver anexos) encabezado por el líder socialdemócrata Schröder, cuenta como Vicecanciller Federal (Vicepresidente del Gobierno) con el líder del Partido Verde, Joscka Fischer, quien a su vez continuará compartiendo sus responsabilidades con las de Ministro de Relaciones Exteriores. El actual Consejo de Ministros está integrado además por otros doce Ministros Federales(7).

En el actual gabinete, los Verdes siguen reteniendo tres carteras y las restantes el SPD. Dos elementos significativos resaltan en el actual gabinete. El primero de ellos, es la creación de dos "superministerios" el de Economía y Trabajo, y el de Salud y Asuntos Sociales. Ello es el resultado de la fusión del Ministerio de Economía con el de Trabajo, con el objetivo de responsabilizar la marcha de los reajustes económicos, con el importante problema del desempleo.

Igualmente la fusión del Ministerio de Salud con el de Seguridad Social constituye más que un elemento de cambio funcional y estructural un factor de impacto en las prioridades políticas.

El segundo elemento a destacar es la reducción de las carteras, que ahora sólo son 13, además de las funciones del Canciller Federal. Este reajuste deviene en que el actual Consejo de Ministros es el más pequeño desde la constitución de la República Federal de Alemania en 1949(8). Además de los Ministros Federales, el gabinete cuenta con una Ministra de Estado para la Cultura adjunta al Gabinete del Canciller Federal y el Ministerio de Asuntos Exteriores encabezado por el Ministro Federal, que a su vez tendrá como adjuntos a dos Ministros de Estado, uno de los cuales atenderá las relaciones con la Unión Europea.

Analizando la estructura del gabinete y los nuevos nombres de los ministerios, se observan las prioridades del gobierno. De ello salta a la vista que los problemas del desempleo, la seguridad social y la protección del medio ambiente estarán entre las primeras líneas de trabajo a escala interna. Mientras que en política internacional los problemas de la integración europea tendrán una mayor prioridad dentro de la estrategia general de Alemania de buscar un rol más protagónico en la política mundial.

Posibles escenarios para el nuevo gabinete

La gran interrogante que se abre es la durabilidad del gobierno SPD/Verde y las perspectivas que se le pudieran presentar dado su estrecho margen de diferencia de sólo 11 diputados(9). Indiscutiblemente muchos parlamentarios serán revocados por diferentes motivos, desde fallecimientos, hasta la impugnación parlamentaria por escándalos por corrupción, tan de moda hoy día.

Unido a esa fragilidad numérica, por la cual deberán velar para llevar a cabo las votaciones en el Parlamento Federal, cabe señalar la complicada situación que tiene la coalición gobernante en la segunda cámara, el Bundesrat (Consejo Federal). En este órgano de 69 votos representativos de los gobiernos de los 16 Estados Federados (Länders) en 7 de los cuales gobierna la oposición (CDU/CSU/FDP) se discuten más del 50% de todas las leyes que se llevan a debate en el Bundestag, pues allí deben ser aprobadas todas las leyes que incidan en los intereses particulares de los Estados Federados.

A la coalición de gobierno se le podrán presentar diferentes escenarios a mediano y corto plazo, especialmente si llegase al extremo de perder la escasa mayoría que tiene sobre la oposición de centro-derecha. Para un análisis a mediano y largo plazo no debe desecharse ninguna variable, por distante y difícil que parezca en este momento, para mantenerse en el poder.

Entre los probables escenarios que pudieran presentarse, dado el caso de perder la ventaja parlamentaria, puede darse la variante de llamar a los liberales para integrar una fórmula de gobierno, y conformar una "coalición semáforo" como se intentó hacer para el gobierno de Berlín. Otra alternativa, es la de mantener un gobierno de minoría apoyado por los liberales, sin que estos formen gabinete.

Un poco más distante, por la negativa que en torno a ella se hizo en la campaña electoral, es la de acudir a una Gran Coalición entre SPD-CDU/CSU. Por último la de asumir el gran riesgo de convocar a nuevas elecciones.

Todo puede ser posible dada la capacidad de maniobra que tienen los socialdemócratas alemanes, y la de adoptar fórmulas anticrisis que ha demostrado Schröder. Otro importante elemento será el conjugar las inclinaciones hacia la "izquierda" que el SPD ha hecho en su campaña electoral para satisfacer determinados sectores, con su voluntad expresa de continuar desplazándose hacia posiciones del centro político.

El principal reto que tendrá que enfrentar el gabinete al asumir el gobierno, será el de conciliar sus promesas electorales con sus compromisos internos y externos, en la difícil situación de la fragilidad numérica de su mayoría parlamentaria.

Consideraciones Finales

Los resultados electorales le dieron a la coalición roji-verde una muy apretada ventaja, que le permitió continuar al frente del gabinete, ello es un indicativo de su desgaste en el ejercicio de poder, que le impone a ambas agrupaciones políticas un análisis conducente a reconsiderar sus proyecciones futuras, tanto en el gobierno, como dentro de sus respectivos partidos políticos.

· La coalición gobernante tendrá que tener en cuenta en este segundo mandato, el retroceso obtenido y deberá aplicar políticas encaminadas a solucionar los problemas económicos y sociales priorizados por la sociedad alemana. Que lo logre o no, dependerá de la conjugación de factores objetivos y subjetivos de carácter interno y externo, pero en gran medida, de ello dependerá que la actual coalición pueda aspirar a un tercer mandato de gobierno.

· No obstante, la voluntad política que la coalición roji-verde ponga para poder cumplir con sus promesas electorales, así como para poder resolver los acuciantes problemas económicos y sociales, que evidentemente tienen un carácter sistémico no podrán ser resueltos con esta prolongación de su gestión de gobierno por cuatro años más.

· La democracia cristiana ha medido fuerzas en esta contienda que le ha servido de termómetro político y ha logrado una recuperación, tanto a nivel federal como estadual, donde forma gobierno en 7 de los 16 Estados Federados que conforman la República Federal de Alemania. Eso hace que esté muy atenta a la fragilidad política del gobierno y en especial a sus fallas, lo que le impondrá estar alerta para poder formar gobierno ante cualquier contingencia que a corto y mediano plazo sufra la actual coalición de gobierno. La presentación para las próximas elecciones de una mujer como candidata a Canciller Federal será un elemento novedoso y a tener en cuenta.

· El PDS como fuerza política que ha sufrido el mayor revés, está trabajando por reorientarse. De no lograrlo a corto o media plazo, correrá el riesgo de sufrir una escisión en la que una parte de su militancia y potenciales electores se refugien en Los Verdes o en el SPD y otra parte se mantenga en una "línea continuista" muy debilitada.

· A nivel internacional el triunfo de un gobierno de centro-izquierda en Alemania ha contribuido a moderar el proceso de ascenso del conservadurismo en Europa, el cual es un fenómeno político, social y económico con componentes sociológicos y psicológicos que va mucho más allá de tener un gobierno.

· Dada la importancia que juega el SPD en la socialdemocracia europea y dentro de la IS, el haber continuado en el gobierno constituye un estímulo para esta fuerza política, que presumiblemente se reorientará política e ideológicamente en el próximo Congreso de la Internacional Socialista que está previsto celebrarse en Moscú el próximo año.

· Finalmente podemos concluir que la gestión de gobierno de la actual coalición sólo hará cambios de matices y en políticas puntuales, pero sus lineamientos estratégicos en política doméstica y en materia internacional marchará por los mismos cánones.


ANEXOS

Resultados de las elecciones del 22 de septiembre del 2002
Partido % votos Escaños % votos 1998 Escaños 1998
SPD 38,5 %(- 2,4 %) 251 40,9 % 293
CDU/CSU 38,5 %(+ 3,4%) 248 35,1 % 245
Verdes 8,6 % (+1,9 %) 55 6,7 % 47
FDP 7,4% (+ 1,2 %) 47 6,2 % 43
PDS 4,0 % (- 1,1 %) 2 5,1 % 37

Fuente: www.btw2002.de

Coalición SPD-Verdes 306 diputados ( 47,1% )
Oposición CDU/CSU-FDP 295 diputados ( 45,9% )
Abstencionismo 21,9% (+4,1%)

N.A. La comparación entre la cantidad de escaños obtenidos por cada partido respecto a las anteriores elecciones federales del 28/09/98, no resulta real dado a que la XVI Modificación a la Ley Electoral Federal (27/IV/01) redujo la cantidad de escaños del Parlamento Federal de 656 a 598, aunque por la fórmula Hare/Niemeyer para convertir los votos en escaños, fueron otorgados 5 mandatos extras, por esta razón esta XV Legislatura del Bundestag quedará conformada por 603 diputados.

 

Consejo de Ministros aprobado el 22 de octubre del 2002

Canciller Federal: Gerhard Schröder (SPD)
Vicecanciller Federal y Ministro de Asuntos Exteriores
: Joschka Fischer (Verde)
- Ministro del Interior
: Otto Schily (SPD)
- Ministro de Finazas
: Hans Eichel(SPD)
- Ministro de Economía y Trabajo
: Wolfgang Clement (SPD)
- Ministra de Justicia
: Brigitte Zypries(SPD)
- Ministra de Salud y Asuntos Sociales
: Ulla Schmidt (SPD)
- Ministra de Familia, los Ancianos, Mujeres y Juventud
: Renate Schmidt (SPD)
- Ministra de Educación e Investigación
: Edelgard Bulmahn (SPD)
- Ministro de Defensa
: Peter Struck (SPD)
- Ministro de Medio Ambiente, Protección a la Naturaleza y Energías Renovables
: Jürgen Trittin (Verde)
- Ministra de Desarrollo y Cooperación Económica
: Heidemarie Wieczorek-Zeul (SPD)
- Ministro de Transporte, Construcción y Reconstrucción del Este
: Manfred Stolpe (SPD)
- Ministra de Protección al Consumidor, Alimentación y Agricultura
: Renate Künast (Verde)

Fuente: wwww.handdelsblatt.de (28/X/2002)


Notas

1- Cada uno de los diferentes partidos políticos alemanes posee el liderazgo y constituyen un pilar fundamental dentro de sus respectivas agrupaciones a escala mundial, tal es el caso de la Internacional Socialista (IS), la Internacional Demócrata de Centro (IDC) y la Internacional Liberal Progresista (ILP).

2- Ver, Hesse Reinhard: "Configuración activa". Revista Deutschland. No.4/2002. Berlín. Págs. 20-22

3- Ver, "Alemania vota el 22 de septiembre. Servicio especial electoral". Programas electorales. Goethe Institut. Inter. Naciones e V. Berlín. 2002. Págs. 21-69

4- Ver, " Nohlen, Dieter. "Elections and electoral sistems". Publicaciones de la Friedrich Ebert Stiftung. Bonn. 1996. Págs. 84-87

5- Ver, "Ley Electoral Federal". Textos Legales. Goethe-Institut Inter. Naciones. Bonn. 2001

6- Ver, http://www.spiegel.de/politik/deutschland/

7- Ver "Das nueu Kabinett", en www.handelsblatt.com

8- Ver, "Zhen Minister und drei superminister" en www.seuddeutsche.de (22/10/2002) 9- N.A. Para algunas votaciones específicas la coalición de gobierno pudiera contar con los dos votos de los diputados del PDS.


Francisco Álvarez Somoza es Licenciado en Filosofía. Master en Historia Contemporánea. Master en Relaciones Internacionales. Profesor Titular adjunto de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Investigador Titular y Jefe de Programa de Investigación del Centro de Estudios Europeos. La Habana.
     
   
   
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